Un elenco estelar de dolientes llenó una iglesia en Detroit de oraciones y canciones el viernes para el funeral de Aretha Franklin, honrándola no solo como la Reina del Soul sino también como una buena amiga, pariente, feligresa y activista.
Los invitados al templo Greater Grace incluyeron al expresidente Bill Clinton, la ex primera dama Hillary Clinton, el reverendo Jesse Jackson y los cantantes Stevie Wonder y Smokey Robinson.
Robinson, el grande de Motown, recordó que tenía 8 años la primera vez que oyó a Franklin tocar el piano y que desde entonces fueron buenos amigos que podían charlar por horas. “Eres tan especial”, dijo antes de entonar unas cuantas líneas de su canción “Really Gonna Miss You”: “Realmente te extrañaré, realmente será diferente sin ti”, cantó en inglés.
El servicio, que duraría unas siete horas, incluyó muchos elementos, emociones y grandes entradas que fueron sellos de las más de seis décadas de Franklin en los escenarios sacros y seculares. Fue una despedida tanto grandiosa como personal.
Ariana Grande cantó uno de los éxitos más grandes de la Reina del Soul, “(You Make Me Feel Like) A Natural Woman”, y Faith Hill “What a Friend We Have In Jesus”. La Orquesta de Aretha Franklin tocó un popurrí que incluyó “I Say a Little Prayer”, ”Angel” y otras canciones conocidas de la artista, así como las piezas góspel “I Love the Lord” y “Walk in the Light”.
Barbara Sampson leyó una declaración del expresidente George W. Bush que decía que Franklin continuará inspirando a futuras generaciones. El reverendo Al Sharpton leyó un comunicado del expresidente Barack Obama, quien escribió que “su trabajo reflejaba lo mejor de la historia estadounidense”.
Sharpton recibió una ovación cuando criticó al presidente Donald Trump por decir que la cantante “trabajó para” él al reaccionar a su muerte. “Ella cantó para ti”, dijo Sharpton sobre Franklin, quien había actuado en recintos propiedad de Trump. “Trabajó para nosotros”.
Franklin murió el 16 de agosto de cáncer pancreático a los 76 años.
Sus restos arribaron en una carroza Cadillac LaSalle de 1940 más de dos horas antes de comenzar el funeral. Vestía un largo traje dorado y zapatos de tacón con lentejuelas, su cuarto atuendo en una semana de eventos previos a su sepelio.
Su féretro fue trasladado a la iglesia que en otros tiempos despidió también al padre de Franklin, el reconocido pastor C.L. Franklin, y la emblemática defensora de los derechos civiles Rosa Parks a sus descansos finales en el Cementerio Woodlawn, donde la cantante se uniría a ellos. Afuera, Cadillacs rosados rodaron por las calles en alusión a un éxito de los 80 “Freeway of Love”.
El programa tenía una foto de Franklin de joven sonriendo con lentes de sol y la leyenda “Una celebración digna para la Reina”. Grandes ramos de flores rosadas lila, amarrillas y blancas flanqueaban su ataúd.
Arreglos florales de celebridades como los cantantes Barbra Streisand y Tony Bennett y la familia del cantautor Otis Redding, cuyo “Respect” Franklin transformó para hacer de ella su canción más característica, se colocaron en un corredor adentro del santuario. Un arreglo del cantante Sam Moore incluía una carta que decía, “Sabes que siempre te adoré y te quise con locura… Incluso cuando reñíamos”.
Detroit planea rendir homenaje a una de sus residentes más célebres. El alcalde Mike Duggan anunció durante el oficio del viernes que la ciudad cambiará el nombre del anfiteatro ribereño Chene Park por “Aretha Franklin Park”. Su propuesta fue apoyada por Brenda James, presidenta del concejo municipal.
El obispo Charles Ellis III de Greater Grace, que conocía bien la pompa y circunstancia en torno al funeral, tenía en mente una misión superior para el oficio.
“Mi meta y objetivo es asegurarme que la gente salga de aquí con algún tipo de despertar espiritual”, dijo Ellis. “Esto no es un concierto, esto no es un espectáculo, esta no es una producción de premios. Esto es una vida real vivida, de una persona que no importa cuán famosa se hizo o a cuánta gente tocó alrededor del mundo, no pudo escapar a la muerte. Y con suerte, mucha gente aquí con dinero y fama e influencia y amigos y notoriedad y riqueza pensará en su mortalidad y dirá que hay algo más grande que la fama, hay algo más grande que Hollywood, algo más grande que ser un artista discográfico y vender discos de oro lo que sea”.
Claro que una inyección de humildad y una de optimismo no tienen por qué ser mutuamente excluyentes.
“Realmente creo que esto… será una experiencia que le abrirá los ojos a mucha gente que la verá alrededor del mundo”, dijo el artista góspel Marvin Sapp, que también cantaría.
Miembros de la familia de Franklin, incluidas su nieta Victorie Franklin y su sobrina Cristal Franklin, hablaron con emoción y afecto al recordar a una artista de fama mundial a la que también le encantaba chismear y que mantenía fotos de seres queridos sobre su piano.
Sabrina Owens, sobrina de Franklin, dijo a la AP que comenzó a planificar las festividades para esta semana a principios de este año, cuando la salud de su tía se deterioró. Desde el deceso de Franklin el 16 de agosto a los 76 años, Owens dijo que un grupo cercano al que describió como “los ángeles de Aretha” ha “trabajado incansablemente” guiado por una sola interrogante: “¿Qué querría Aretha?”
“Después de todo lo que ella le dio al mundo, sentí la necesidad de darle una despedida apropiada que estuviera a la altura de su legado”, dijo Owens.
AP / OnCuba