El primer tercio de la fase inicial de la Serie 58 ya es historia. E incluso un poco más. Equipos que han lanzado su candidatura desde temprano, favoritos en plena crisis y una extrema paridad, han caracterizado los primeros dieciocho juegos del campeonato.
Analicemos lo mejor y lo peor de lo que va del torneo, más allá de las hasta ahora frecuentes suspensiones por la lluvia.
Ciego en la cima
El mejor conjunto hasta el momento ha sido Ciego de Ávila. Aunque sin liderar ningún departamento colectivo, los Tigres de Roger Machado han estabilizado su juego y con trece victorias comandaban la tabla de posiciones.
Notable ha sido el trabajo de su líder de rotación. Vladimir García ya cuenta con tres victorias, muestra excelente promedio de limpias (1,24) y Whip (0,62), y marcha entre los primeros en ponches en el torneo con 27.
El regreso del zurdo Maykel Folch, con tres éxitos sin derrotas y 1,01 de PCL, ha sido fundamental, al igual que el trabajo de Dachel Dusquene, quien suma tres triunfos y Whip de 0,97. Mientras, Liomil González no ha tolerado limpias en siete juegos y con cuatro rescates ha sido el encargado de preservar las victorias.
Una grata sorpresa ha sido el receptor Alfredo Fadraga. El mundialista juvenil se ganó la titularidad a golpe de batazos, y es el líder jonronero (5) y uno de los mayores impulsadores (14) del equipo. Su línea ofensiva de .335/.459/.935 descubre lo bien que ha estado al bate el muchacho.
Llamativo también resultaron los tres bambinazos en un duelo de Humberto Morales –envuelto en una excelente campaña ofensiva con línea de .358/.514/.642–, lo que lo convirtió en el quinto avileño que lo consigue. Este hecho ha ocurrido en 147 ocasiones en Series Nacionales
Con el aporte de estos y otros peloteros, los Tigres quieren borrar los fantasmas de la temporada pasada y asegurarse entre los cuatro primeros. Y marchan por buen camino hasta el momento.
Buenas noticias
Guantánamo va siendo la revelación de este torneo. Aunque nadie contaba con sus fechas, los Indios del Guaso tienen la misma cantidad de victorias que derrotas (9-9) y miran de cerca la mitad de arriba de la tabla.
El manager debutante Eduardo Pavó le ha cambiado la cara a un equipo que pelea cada juego como si fuera el último. El trabajo con el pitcheo muestra buenos resultados, con Dayron Alexis Riera (3 éxitos y 3,00 de PCL) y Pedro Agüero (2 y 2,36) como figuras importantes, mientras al bate los experimentados Robert Luis Delgado (.348/.442/.561) y Andrés de la Cruz (.389/.397/.528) van asumiendo el liderazgo.
Holguín también merece el mayor aplauso. Los Sabuesos salieron del frío sótano con barridas ante Granma, Artemisa y Pinar del Río –esta última en solo dos juegos– y llevan la mayor racha ganadora con ocho triunfos al hilo, que los ha impulsado a la vanguardia.
Los nororientales le anotaron 36 carreras a los Alazanes, 31 a los Cazadores y 11 a los Vegueros, luego de que sus bates comenzaran dormidos el torneo. Yunior Paumier –.364 de average, tres jonrones y 14 empujadas– y el recuperado Maikel Cáceres –.377 de promedio con 26 hits– lideran la ofensiva, mientras Wilson Paredes –3 éxitos y PCL de 1,65– va siendo la principal referencia del staff de lanzadores, pues el zurdo Luis Ángel Gómez no ha comenzado bien.
Industriales tiene un endeble cuerpo de lanzadores (4,78 de PCL colectivo) y tampoco cuenta con un torpedero que ofrezca grandes garantías, pero aun así los azules están en segundo lugar. El factor Anglada, más la desaforada ofensiva y el plus de jugar varias subseries en el Coloso del Cerro han sido suficientes. Diez victorias en catorce juegos celebrados en el estadio Latinoamericano reafirman la importancia de la localía.
Al bate las palmas son para Stayler Hernández que eslabonó una cadena de nueve hits consecutivos y es líder en average en el torneo con .481. Además, el zurdo exhibe OBP de .600, slugging de .692 y 23 impulsadas.
En total, trece industrialistas promedian por encima de .300 lo que acomoda a los Leones al frente de este departamento con un rutilante .344 colectivo y solventa por el momento las carencias del pitcheo.
El veterano Frank Montieh, con dos victorias sin derrotas y PCL de 2,65, así como Héctor Ponce, con cuatro salvados, van sacando la cara desde la lomita.
Y también alegra el repunte de Villa Clara, que tras pasarle la escoba al débil Mayabeque ascendió al tercer puesto con 10 victorias y 6 fracasos. Los Naranjas de Eduardo Paret se han apoyado en el mejor pitcheo del campeonato, con 2,80 de PCL y 1,22 de Whip colectivo –las medias son 4,48 y 1,53– y fildeo de .978, el segundo detrás de Mayabeque (.984).
Los jóvenes Yosbel Zulueta y Javier Mirabal encabezan a los lanzadores con tres triunfos cada uno, aunque el primero destaca como abridor —con PCL de 0,92, sublíder de la Serie– y el segundo como relevista, pues todas sus salidas son en ese rol en el que suma también dos salvados.
Con el madero, en cambio, los números no impresionan –240 de average colectivo– y solo Norel González con .429/.529/.607 merece realce, pero el mentor debutante ha sacado provecho a la velocidad en las bases con la idea de rescatar la identidad beisbolera de este histórico conjunto.
En el cachumbambé
La tabla de posiciones del torneo asemeja un cachumbambé, en el que los equipos suben y bajan de una subserie a la otra. Ahora mismo, luego de sus barridas sobre Camagüey y Sancti Spíritus, los Cazadores de Artemisa (11-7) y los Leñadores de Las Tunas (11-8) se han consolidado entre los punteros y van cumpliendo con las expectativas de aficionados y especialistas.
Los Piratas de la Isla (9-8), que le arrancaron un triunfo como visitantes a Ciego de Ávila, siguen fieles a su espíritu combativo sin contar con una nómina impresionante, mientras a los Toros camagüeyanos (7-9) parece habérsele terminado la gasolina –a pesar de su alto bateo colectivo– y luego de un buen inicio ya se cayeron de la mitad de arriba, aunque tienen varios juegos suspendidos por lluvia.
Mientras, otro que pasó la escoba en la última subserie, Santiago de Cuba, mejoró sus números (9-8) y pretende recuperar la estirpe de la histórica “Aplanadora”. Los jóvenes y talentosos Yoelkis Guibert (.333 de average, 23 producidas), Sergio Barthelemy (.367 y 20), y Santiago Torres (.344 y 20) lideran al bate a las nuevas Avispas, mientras desde el box el caballo de batalla es nuevamente el veterano Alberto Bicet (2 éxitos y 2,95 de PCL).
Sancti Spíritus es otro que sube y baja. Recién fue barrido por Las Tunas, luego de haber ascendido en los juegos anteriores. Aun así se mantiene en la lucha con 9-9 y el manager José Raúl Delgado ha contado con el bateo de los experimentados Orlando Acebey (.295 de average) y Yunier Mendoza (.403), y los más noveles Geysel Cepeda (.357) y Daviel Gómez (25 carreras producidas).
Excelente va siendo la labor del relevista Yaniesqui Duardo, líder en salvados en el equipo con cuatro y PCL de 1,38. Desde el montículo también destaca el zurdo Javier Vázquez, que, aun cuando ha aportado un solitario triunfo a la causa de los Gallos, solo ha permitido tres limpias en 18,2 entradas –1,45 de PCL por 9 entradas– en las que, además, suma 18 ponches.
Cienfuegos era otra de las selecciones que no contaba para muchos especialistas y, sin embargo, va dando la pelea con 8-9. El zurdo Yasiel Morales es líder en victorias de toda la Serie con cuatro, y encabeza el área más débil de un equipo que promedia un abultado 5,14 de PCL.
En el cajón de bateo, jóvenes como César Prieto (.424/.465/.530) y Félix Rodríguez (.367/.449/.467) han tenido protagonismo junto a Yusniel Ibáñez (.345/.486/.745), que ha producido 30 anotaciones y, además, igualó un récord al conectar vuelacercas en seis juegos consecutivos para convertirse en el máximo jonronero de la justa.
Esta generación, empujada por el buen papel en la serie sub-23, quiere recuperar la clase de aquel equipo que hace unos años llegó semifinales, aunque su pitcheo deja por el momento que desear.
Las peores caras
Matanzas ha sido la nota más negativa, con solo tres victorias en 17 presentaciones. Los Cocodrilos llegaron a eslabonar una cadena de siete derrotas consecutivas –ahora mismo suman seis– y en nada se parecen al equipo que ha peleado por las medallas en las últimas Series.
Su pitcheo ha sido desastroso –5,12 de PCL colectivo–, con Yoanny Yera –dos victorias, 32 ponches– como lo único rescatable. Roy Hernández, Irandy Castro y Ramón Licor han estado muy por debajo de lo que se esperaba.
Más allá de la ausencia de peloteros importantes –como Yurisbel Gracial y Ariel Martínez, contratados en el extranjero y Aníbal Medina, lesionado– la ofensiva ha sido baja pobre y exhibe solo .251 de average colectivo, con apenas 6 jonrones y 49 impulsadas, mientras su defensa muestra un probre .967.
Hombres como Jefferson Delgado, Yasiel Santoya, Yariel Duque y Eduardo Blanco no han aportado lo que se suponía hicieran por su calidad, y solo el zurdo Ariel Sánchez (.370, 12 producidas) cumple con su parte. Parece que, dos años después, ronda el fantasma de la partida de Víctor Mesa, y solo una reacción fenomenal los pudiera sacar del pantano.
Lo de Granma (8-10) resulta parecido, aunque en los últimos juegos muestra una ligera recuperación. A las lesiones de Roel Santos y Yoelkys Céspedes, piezas fundamentales para los monarcas de Cuba –y cuya ausencia ha mermado el average del equipo hasta .262–, se ha sumado la pobre labor de los abridores, incluidos los veteranos Leandro Martínez y Yanier González.
Sin su as Lázaro Blanco, los Alazanes promedian un desastroso 5,98 de limpias por nueve entradas. Bien decía Carlos Martí que si sus lanzadores no cumplían sería muy difícil lograr la clasificación. Para ellos, la posibilidad del tricampoenato está en juego y hasta los puestos de comodines se antojan una misión bien difícil para el avezado estratega oriental.
Pinar del Río (6-10) va siendo otra decepción. Hasta la fecha, la tropa de Pedro Luis Lazo solo ha podido ganarle la subserie a Cienfuegos y de poco le va sirviendo el buen 3,37 de PCL colectivo –Yaifredo Domínguez es el líder individual del torneo con increíble 0,68– y el trío de éxitos de su as Yosvani Torres.
Los Vegueros son los últimos en bateo con un ínfimo .234 de promedio colectivo, apenas 2 jonrones y 41 carreras impulsadas. La ausencia de Donald Duarte y el bajón de William Saavedra han mellado el espíritu de este equipo, en el que solo Juan Carlos Arencibia (.391, 12 producidas) tiene dígitos destacables.
Algunos apuntes curiosos
El lanzador villaclareño Freddy Asiel Álvarez sigue divorciado con las victorias. No gana un juego desde la primera parte de la temporada pasada. No alcanzó triunfos como refuerzo de Industriales, y tampoco en los play off semifinales.
Por si fuera poco, este año abrió ante Camagüey, perdía 0-2 y llegó la lluvia en la cuarta entrada. Luego cedió 0-3 ante Guantánamo. En su tercera salida ganaba 2-0 ante la Isla y otra vez la lluvia hizo acto de presencia en el cuarto capítulo. Hace rato que esta varado en 92 victorias en Series Nacionales. Increíble.
El cienfueguero César Prieto y el holguinero Osday Silva conectaron en la penúltima subserie hasta la fecha sus primeros jonrones de por vida en clásicos cubanos, y ambos fueron con las bases llenas.
Yusniel Ibáñez fue llevado a la banca antes de finalizar el juego frente a Las Tunas donde buscaba el récord de más partidos consecutivos conectando jonrón. Tampoco alineó en el segundo desafío de la jornada, aunque sí regresó al line up en el duelo frente a Granma.
Estas son las pinceladas de un primer tercio –y un poco más– bien interesante. Desde esta semana, la SN 58 camina hacia su primera mitad.
La venta de peloteros cubanos ha traído peores resultados al baseball revolucionario.