Las autoridades cubanas instalarán barreras de contención en los lugares más vulnerables a los derrames de petróleo, tras los dos vertidos de crudo ocurridos este año en las bahías de Cienfuegos y Matanzas, en el occidente de la Isla, informaron este sábado medios de prensa cubanos.
La próxima importación de estos elementos de protección se conoció durante una reunión celebrada esta semana en la que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, repasó la situación de la “Tarea Vida” –el plan estatal para hacer frente al cambio climático–, la situación del empleo y la preservación de la memoria histórica.
Según publicó el diario Granma, el mandatario alertó en este encuentro sobre los recientes derrames “e indicó que los lugares donde se manipule combustible tengan barreras de contención adecuadas y estén creadas todas las condiciones que permitan actuar de manera inmediata”.
La ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, informó en la reunión de que el Ministerio de Energía y Minas “ya previó en su plan la importación de los medios de protección, entre ellos las barreras que serán ubicadas en los sitios más vulnerables”, de acuerdo con la reseña recogida en los medios de la Isla.
A principios de este mes, una avería durante la descarga de un cargamento de combustible causó el vertido de unos cien metros cúbicos de petróleo en la bahía de Matanzas, por cuya terminal de Supertanqueros ingresa la mayor parte del petróleo que llega a Cuba.
Este derrame se sumó al ocurrido en junio pasado, cuando las fuertes lluvias causadas por la tormenta subtropical Alberto inundaron parte de las instalaciones de la refinería de Cienfuegos, la mayor del país, provocando el vertido de unos 12,000 metros cúbicos de aguas oleosas e hidrocarburos en la bahía.
Además de referirse a estos desastres ambientales, Díaz-Canel abordó el plan de Cuba para reconvertir su matriz energética y ampliar el uso de fuentes renovables hasta llegar al 24 por ciento de la generación eléctrica por estas vías en el año 2030. En la actualidad el porcentaje es del 4 por ciento.
Con ese plan, la Isla intenta reducir la dependencia energética del crudo subsidiado de Venezuela, un suministro que se ha debilitado considerablemente en los dos últimos años por la crisis económica en el país sudamericano y la caída de los precios del petróleo.
El mandatario dijo que el país no debe “conformarse con llegar” a ese objetivo y pidió “hacer todo lo posible por alcanzar un resultado mayor”.
El plan estatal, recuerda Granma, busca dejar de emitir a la atmósfera seis millones de toneladas de dióxido de carbono anuales, disminuir la dependencia de combustibles fósiles y elevar la sostenibilidad medioambiental.
Ese programa se basa fundamentalmente en la construcción de centrales bioeléctricas y parques solares y eólicos, aunque también incluye la instalación de calentadores solares y módulos solares fotovoltaicos, así como la sustitución de millones de bombillas tradicionales por luces LED, entre otras acciones.