Los gimnastas cubanos Manrique Larduet y Randy Lerú abrirán este jueves su participación en el 48 Campeonato Mundial de Gimnasia Artística, que acogerá el Aspire Dome de Doha, Qatar, nación que desde el 2008 organiza una parada de la Copa del Mundo.
Tras completar una destacada actuación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, los santiagueros cerrarán su calendario internacional del 2018 en el magno evento, el cual les servirá de importante preparación de cara al 2019, cuando tendrán que buscar los boletos de clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Desde la sede, Carlos Rafael Gil, entrenador de la escuadra masculina, refirió a Oncuba que estaban listos para afrontar la competencia, relajados y sin presión. A su vez, explicó que Manrique, doble medallista mundial en Glasgow 2015 y finalista olímpico en Río 2016, solo se presentará en cuatro aparatos.
Manrique Larduet no se presentará en caballo con arzones y anillas en el Mundial de Qatar. “Estará en manos libres, barra fija, paralelas y caballo de salto, sus pruebas más fuertes. Arrastra algunas molestias y prefiero cuidarlo en este punto”, señaló en preparador, quien no pretende correr riesgos en un certamen que será solo una prueba antes de enfrentar las exigencias del 2019.
En cambio, Randy Lerú, quien tiene un menor rodaje competitivo, sí estará en todos los aparatos. Sin grandes pretensiones, para el indómito sería un gran éxito ubicarse entre los 25 mejores de la lid de máximos acumuladores y pasar a la final de la barra fija.
Al culminar el Mundial, Manrique viajará a Alemania y tendrá una segunda experiencia en la Bundesliga. Randy también estará en el país teutón, aunque no competirá.
La cita de Qatar está repleta de atractivos. De entrada, se disputarán tres boletos directos por equipos a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con lo cual se abre el proceso clasificatorio rumbo al certamen estival de la capital japonesa.
Además, Doha será testigo del regreso a la máxima competencia de Simone Biles, la mejor gimnasta de la presente década. La estadounidense se tomó un descanso tras los Olímpicos de Río, pero ahora intentará materializar un retorno dorado y recuperar la corona mundial, ganada el pasado año en Montreal por su compatriota Morgan Hurd.
Desde Qatar se comenta que Biles ha aumentado el grado de complejidad en muchas de sus ya “enredadas” rutinas, por lo que se puede esperar un espectáculo de altos quilates de la representante norteña.
En la rama masculina también hay mucha expectación por ver si el chino Xiao Ruoteng mantiene el cetro conquistado en Montreal, donde aprovechó la lesión del japonés Kohei Uchimura para terminar con su reinado histórico. El nipón ahora tampoco estará a tope, pues arrastra molestias en su tobillo derecho.
Otras disputas se avistan en el horizonte, y particularmente está recibiendo mucha promoción la de irlandés Rhys McClenaghan y el británico Max Whitlock en los arzones. Whitlock es monarca mundial y olímpico, pero este año ha sido derrotado dos veces por el joven (19 años) McClenaghan en los Campeonatos Europeos y en los Juegos de la Commonwealth.
También hay enorme atención sobre los fenómenos Kenzo Shirai (Japón) y Epke Zonderland (Holanda), favoritos en manos libres y barra fija, por ese orden. Además, se espera una dura lucha por colectivos entre los equipos de China, Japón y Rusia en la rama varonil, naciones que igualmente deben mandar entre las mujeres junto a Estados Unidos, monarcas en cinco de las últimas siete ediciones del orbe.