La policía israelí recomendó procesar al primer ministro Benjamin Netanyahu en un caso de corrupción relacionado con la principal empresa de telecomunicaciones del país.
Hay evidencias de que Netanyahu y su esposa Sara aceptaron sobornos, perpetraron fraude y violaron la confianza pública, dijo la policía el domingo.
El caso se fundamenta en denuncias de que aliados de Netanyahu facilitaron contratos valorados en cientos de millones de dólares para la empresa Bezeq, a cambio de que el website de Bezeq, Walla, ofrezca una cobertura favorable del mandatario.
La policía ya ha recomendado procesar a Netanyahu por otros dos casos, uno por acusaciones de que aceptó obsequios de amigos multimillonarios, y otro por acusaciones de que impulsó leyes beneficiosas para un diario a cambio de cobertura favorable.
El primer ministro rechaza las acusaciones, que atribuye a una conspiración en su contra tramada por la prensa nacional.
“La declaración policial sobre mi esposa y yo no sorprenden a nadie”, dijo Netanyahu en un comunicado. “Estas recomendaciones ya se habían decidido y se habían filtrado a la prensa incluso antes de que comenzase la investigación”.
El caso Bezeq, conocido como el Caso 4000, es el más serio de todos los que involucran a Netanyahu. Dos de sus allegados han pasado a ser testigos de la fiscalía y según dicen, les han dado a las autoridades evidencias irrefutables. Netanyahu estuvo a cargo del Ministerio de Comunicaciones hasta el año pasado y supervisó la elaboración de normas para el sector. Periodistas antes empleados por Walla han declarado que se les presionaba para suprimir malas noticias sobre Netanyahu.
La policía dice que la investigación, que incluye declaraciones de 60 testigos, revela que Netanyahu y el presidente de Bezeq Shaul Elovitch mantenían “una relación a base de sobornos”.
La policía también recomendó procesar a Elovitch y a miembros de su familia.
La oposición pidió la salida de Netanyahu del poder.
“El caso de sobornos más grave hasta ahora es inequívoco: un primer ministro acusado del delito más grave para un servidor público según las leyes israelíes no puede estar en el poder ni un minuto más”, dijo Tamar Zandberg, presidenta del partido opositor Meretz.
“El primer ministro no tiene autoridad moral para permanecer en el cargo y debe renunciar inmediatamente. Se debe convocar a elecciones”, agregó.
Otros partidos opositores se hicieron eco del pedido de que Netanyahu renuncie.