Aunque inicialmente lo pareció, no era una falsa alarma.
Cuando la policía respondió a una llamada de alerta en un banco en el famoso distrito de diamantes de Amberes, Bélgica, encontró la puerta de la bóveda cerrada seguramente. Pero cuando ingresaron a la bóveda se dieron cuenta de la audacia del robo ocurrido –unas 30 cajas de seguridad vacías, un hueco en el suelo y un túnel hacia el sistema de alcantarillado.
Fue un asalto bancario digno de un guion de Hollywood.
Aunque las autoridades no han podido cuantificar hasta ahora lo que se llevaron los ladrones, los clientes del banco estaban en fila el lunes para saber si sus cajas habían sido vaciadas.
“Estamos investigando la magnitud del robo y no podemos proveer más información”, dijo la fiscalía en una declaración.
Lo que está claro es que el robo fue tan osado como peligroso. Primero, el túnel tuvo que ser cavado desde una casa a centenares de metros de distancia. Entonces, había que avanzar por las estrechas alcantarillas, de menos de un metro de ancho, hacia el banco, a sabiendas de que en cualquier momento pudieran llenarse de aguas albañales y vapores nocivos.
¿Y entonces? Tuvieron que cavar un segundo túnel para entrar a la bóveda del BNP Paribas.
Después de eso, era cosa de llevarse lo más posible. Fue el fin de semana, así que los perpetradores tuvieron un poco más tiempo.
De acuerdo con la fiscalía, la firma de seguridad del banco avisó de un robo alrededor de la 1:34 pm.
Cuando la policía llegó, vio que “la bóveda seguía cerrada, pero la alarma estaba encendida”. Una vez abrieron, encontraron el “hueco en el suelo”.
Con la ayuda de los bomberos revisaron el alcantarillado en el barrio hasta encontrar el segundo túnel.
“Por el momento no se han capturado sospechosos”, dijo la declaración de la fiscalía.
El robo hizo recordar uno similar en Niza en 1976 cuando 339 cajas de seguridad fueron vaciadas en el banco de Societe Generale por la “pandilla de las alcantarillas” un fin de semana.