Cuando las zonas de alimentación de las ballenas azules coinciden con las transitadas rutas de buques de carga, los intereses comerciales generalmente se imponen ante el bienestar de los mamíferos marinos.
Pero en Sri Lanka se está forjando una alianza rara: ecologistas locales y empresas internacionales de carga se han unido para reubicar una ruta de tráfico a unos 28 kilómetros para evitar choques entre ballenas y cargueros. El único obstáculo es el gobierno de Sri Lanka, que hasta ahora se ha rehusado a aprobar la propuesta, poniendo en peligro en futuro de los animales más grandes han vivido en el mundo, dijeron científicos.
Los cientos de ballenas azules en las aguas de Sri Lanka –que según biólogos marinos podrían sumar entre 600 y 1,500– comen camarones pequeños en la zona del corredor, y se cree que también se aparean y dan a luz cerca de allí.
Ejecutivos de empresas de carga dicen que con mucho gusto reubicarían el corredor, reconociendo que sus buques estarían más seguros en aguas llenas de barcos pesqueros, botes turísticos para ver ballenas y las ballenas mismas, que pueden crecer hasta 33 metros de largo, más del doble del largo de un tiranosaurio.
Bryan Wood-Thomas, vicepresidente del Consejo Mundial de Carga, dijo que la organización escribió al primer ministro de Sri Lanka en el 2017 diciendo que todas las grandes organizaciones internacionales de cargo creen que Sri Lanka debería de trabajar con las Naciones Unidas para reubicar su corredor de tráfico.
“Este es uno de los pocos casos del mundo donde podemos separar físicamente a las embarcaciones de la zona donde están las ballenas”, dijo Wood-Thomas. “Sí, todo agrega un poco de distancia, combustible y dinero al costo de envío, pero ese costo es realmente leve”.
Wood-Thomas agregó que no fue fácil lograr que la mayoría de las empresas de carga del mundo se pusieran de acuerdo sobre el corredor de cargo en Sri Lanka.
“En otras partes del mundo hacer esto significaría incurrir en significativos costos de combustible o aumentar bastante el tiempo de viaje, algo que muchos negocios no estarían dispuestos a absorber”, dijo.
Para reubicar un corredor de carga, el país con la zona marítima más afectada debe de presentar una propuesta formal a la Organización Marítima Internacional, agencia de la ONU que regula el transporte de carga.