Las autoridades migratorias mexicanas planean emitir visas por razones humanitarias “de manera limitada” a partir del lunes a algunos de los cerca de 2.500 inmigrantes centroamericanos y caribeños reunidos en el estado sureño de Chiapas.
“Se realizará este procedimiento de manera limitada a las personas cuya situación amerite recibir la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH). Tendrán prioridad mujeres, niñas y niños, así como personas mayores de 65 años”, informó el Instituto Nacional de Migración (INM) el domingo a través de un comunicado.
El INM anunció además que además brindará “transporte terrestre para retornar a su respectivo país de origen” a ciudadanos de Guatemala, El Salvador y Honduras, y transporte aéreo para todos los cubanos, haitianos y nicaragüenses que deseen volver a su país.
El comunicado fue emitido al tiempo que el presidente estadounidense Donald Trump amenaza con cerrar los cruces fronterizos con México a menos que las autoridades mexicanas impidan que miles de migrantes centroamericanos lleguen a la frontera, donde el grupo trataría de cruzar furtivamente o solicitar asilo a Estados Unidos.
Funcionarios estadounidenses aseguran que el sistema de inmigración del país ha sido rebasado, mientras que Kirstjen Nielsen, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, indicó la semana pasada que la agencia a su cargo detuvo en febrero a más de 75.000 migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, la mayor cifra en los últimos 12 años.
No obstante, la ley estadounidense no obliga a quien pide asilo a presentarse personalmente en un puerto de cruce fronterizo oficial, y muchas personas solicitan asilo una vez que se encuentran en Estados Unidos.
Debido al atraso de más de 700.000 casos de inmigración, los solicitantes de asilo deben esperar años antes de recibir respuesta, y a menudo son puestos en libertad para que vivan en Estados Unidos mientras se emite el fallo.
Por su parte, las autoridades mexicanas han dejado de conceder visas humanitarias a los migrantes en la frontera, y las localidades ubicadas a lo largo del trayecto frecuente en el sur de México a veces ya no permiten que las caravanas pasen ahí la noche. Además, ha disminuido el número de civiles que ofrecen alimentos y viajes a los agotados migrantes.
Un cierre de la frontera de Estados Unidos con México asestaría un fuerte golpe al comercio.
El intercambio bilateral de mercancías alcanza a diario 1.700 millones de dólares, según la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la cual señaló que el cierre de la frontera sería “una debacle económica total” que pondría en riesgo cinco millones de empleos en territorio estadounidense.
Según el INM, “a partir de la segunda quincena de mayo”, México emitirá las visas humanitarias en las capitales de El Salvador, Guatemala y Honduras, así como en la ciudad hondureña de San Pedro Sula, “para los casos que ameriten esta condición”.
“También, se revisarán los procedimientos que permitan en el corto plazo la expedición de Tarjetas de Visitante Trabajador Fronterizo en las anteriores ciudades centroamericanas”, destacaron las autoridades mexicanas.
El objetivo de estas iniciativas, explicó el INM en el comunicado, es lograr que “la movilidad internacional de las personas sea ordenada, regular y segura”. De las caravanas de migrantes, la más numerosa alcanzó el año pasado unas 7.000 personas.
Los migrantes procuran viajar en caravanas para evitar ser víctimas de secuestradores, ladrones y traficantes de personas durante su trayecto por México.