A falta de un partido para definir la suerte de Isla de la Juventud y Pinar del Río, la VI Serie Nacional para menores de 23 años está a punto de entrar en su etapa semifinal, en la cual ya aseguraron su boleto Cienfuegos, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba.
Las Avispas recibirán a los Gallos en el Guilermón Moncada para una serie corta, al mejor de tres, en la que cualquier cosa pude suceder. Pero analicemos los números de ambos equipos.
Sancti Spíritus tuvo el mejor bateo de la justa con .328 por .275 sus rivales, sin embargo, el pitcheo indómito fue el mejor de la lid con 2.59, con casi una carrera limpia menos que el de los yayaberos, cuartos con 3.53. La defensa de los de la tierra caliente también fue superior, .969 por .960. ¿Pitcheo santiaguero vs. ofensiva espirituana?
Santiago cuenta con lanzadores de excelentes actuaciones como Yunior Tur, Adrián Sagarra y el cerrador Carlos Font. Pero los discípulos de Eriel Sánchez tiene en un su manga un as como Roberto Hernández y otro lanzador polivalente como Yankiel Mauri. Además, cuentan con el líder en average José Fonte y otros buenos bateadores como Rodolexis Moreno y Diasmany Palacios.
La historia en estas justas está por Santiago, pero me decanto por Sancti Spíritus.
Cienfuegos es el único garantizado en la otra semifinal. Repite por segundo año consecutivo en estas instancias con un núcleo sólido destinado a brindarle un alegrón a la provincia en la justa mayor.
José Andrés Córdova fue el caballo de batalla en el bullpen cienfueguero con nueve salvamentos, aunque regaló 9 boletos en 14.1 innings. Félix Javier Rodríguez finalizó con siete jonrones y 33 impulsadas, mientras Daniel Pérez remolcó a 30 compañeros.
Junto a los lanzadores Abel Campos y Luis Serpa, que sumaron 12 victorias, fueron los Elefantes más aplastantes. Armas suficientes para dominar a cualquier rival.
Por último, La Isla y Pinar del Río definirán este martes el otro equipo clasificado a semifinales. Los Piratas tienen ventaja de un juego, pero si los Vegueros ganan los alcanzarían en la cima de la llave A e igualarían el duelo particular con seis victorias por bando. Este panorama forzaría a buscar el desempate por la enredada fórmula de TQB.
Los pineros son favoritos para avanzar a su segunda semifinal consecutiva, y en dicha instancia también deben partir con ventaja gracias a su fortaleza desde la lomita, donde coinciden Yeiniel Zayas, Jonathan Carbó y el relevista Raúl Guilarte.
Por cierto, el zurdo Zayas debe ser el abridor del partido decisivo el próximo martes lo que aumenta las posibilidades de su equipo.
En caso de que los pinareños obtengan el último cupo, la serie apunta a Cienfuegos por la mayor experiencia de sus jugadores. Será otro play off bien reñido y de difícil pronóstico.
Mi final: Sancti Spíritus-La Isla (si logran clasificar los pineros) o Sancti Spíritus-Cienfuegos (en caso de que pase Pinar del Río).
¿Qué nos dejaron las ultimas subseries?
Lo mejor
Roberto Hernández, a pesar de no ganar en su última salida, finalizó con números impresionantes y un récord de 90 ponches que será bien difícil de romper en estos torneos. Le recetó 13 en 7.2 entradas a los tuneros en esta subserie. Otra vez estuvo a paso de conga.
Apenas le batearon para .190 con una efectividad de 1.51. Su WHIP fue de 1.08 con una frecuencia de ponches por cada juego de nueve entradas de 12.34. Justificó con creces su llamado a la preselección nacional.
El zurdo Yeiniel Alberto Zayas no fue menos con otra salida de lujo. Trabajó ocho entradas ante Pinar del Río y sumó su quinto crédito. Le batearon menos que a Hernández (.169) y un promedio de carreras limpias superior (1.69) pero su WHIP también fue mejor (0.84). Su K/9 fue de 11.81, con 77 estrucados en 58.2 innings de labor. Por segundo año consecutivo el pinero demostró su calidad desde el box en este nivel.
Otro lanzador de la Isla, Jonathan Carbó, ganó siete juegos con promedio de carreras limpias de 2.14 y un buen WHIP de 1.13. Su frecuencia de ponches tampoco fue desdeñable con 7.71.
El mayabequense Juan Carlos Hernández conectó cuatro cuadrangulares en dos días frente al pitcheo villaclareño y en el segundo juego despachó tres vuelacercas. Finalizó con seis jonrones y 27 carreras impulsadas, para ser uno de los más productivos de su equipo solo superado por las 29 remolcadas de Dariel Rodríguez.
Frank Álvarez fue otro lanzador destacado al participar en 12 de las victorias de Pinar del Río. Ganó cinco juegos y se anotó siete puntos por juego salvado. Apenas le promediaron los oponentes para .127 con un PCL de 1.78. Su WHIP fue de 0.99 y casi propinó un ponche por entrada, con 23 en 25.1 capítulos de labor. Un buen aval para Alfonso Urquiola.
Denis Peña le conectó tres jonrones en un juego a Sancti Spíritus. Lo curioso es que todos fueron con las bases limpias y su equipo perdió ese duelo por nocaut. El jugador de cuadro tunero se ratificó como uno de los mejores bateadores de la justa. Fue líder en jonrones con 10 y en boletos intencionales con 17. Su línea ofensiva fue .348/.442/.644. ¿Necesitaba jugar este torneo para mostrar su clase?
Ronney Muñiz fue otro de los bateadores destacados, líder en carreras impulsadas con 50, 21 extrabases (14 tubeyes y siete jonrones) y con fabulosa línea de .375/.519/.667. El fornido inicialista yumurino está pidiendo bates para la próxima Serie Nacional.
Lo peor
El pitcheo de Villa Clara le permitió 42 carreras en dos juegos consecutivos a la ofensiva de Mayabeque. Ni un experimentado como Daniel Conde se escapó del castigo que recibieron los lanzadores anaranjados. Villa Clara subió su promedio de carreras limpias a 6.66 para terminar como el peor del torneo. Otro fiasco para Ariel Pestano como mánager. Meritorio debut con subtítulo incluido, y dos años para el olvido.
La Habana y Artemisa se ratificaron como los equipos de peor ofensiva en toda la justa. Los capitalinos compilaron para .236, mientras los artemiseños lo hacían para .241. Con semejantes números desde el cajón de bateo es imposible tener mejores resultados.
La defensa fue lo peor de toda la justa. Se defendió para .958 de manera colectiva y solo Cienfuegos lo hizo para más de .970, con .971. Siete equipos defendieron para menos de .960. Guantánamo fue un verdadero desastre con .940, seguido por los .950 de Granma, y .953 de Holguín. ¿Los guantes en el grupo D tenían huecos?
Las semifinales están a la vista. La bola sigue viva y en juego.