José Raúl Delgado fue un destacado receptor en nuestras Series Nacionales. Todavía muchos recuerdan su conexión decisiva en la Copa Intercontinental de 1991 en Barcelona, donde un año más tarde se coronó campeón olímpico.
Mucho ha llovido desde entonces, pero José Raúl sigue vinculado al béisbol y busca hacerse de un nombre como mentor destacado en nuestros clásicos domésticos con los Gallos de Sancti Spíritus.
En su primer año como timonel concluyó en el noveno lugar, después coló a los yayaberos en el podio con una inesperada medalla de bronce el pasado curso, y ahora quiere que su tercera experiencia sea la vencida.
Sin embargo, Delgado no se muestra confiado, sabe lo veleidoso que es el clásico beisbolero cubano, en el que un buen arranque puede no significar nada. De hecho, sus propios Gallos comenzaron impetuosos y después pasaron por un calvario (siete derrotas en ocho partidos a inicios de septiembre), para emerger triunfantes de nuevo y casi garantizar un boleto a la segunda fase.
En medio de las altas y bajas, la valla sigue alegre y se respira un buen ambiente en el banco espirituano, liderado por el estelar Frederich Cepeda.
“El alma del equipo Sancti Spíritus es Frederich. Hay otras individualidades importantes pero la bujía inspiradora es Cepeda. Si te digo otra cosa te mentiría. Él sin jugar es capaz de halar a los muchachos”, aseguró José Raúl a OnCuba, diálogo en el que también explicó su estrategia para cubrir las espaldas de su jugador estrella.
“Colocamos a Geyser Cepeda detrás de Frederich para que lo cubra un poco, y ha estado muy bien. Las mayores dificultades que él tiene son en el bateo, pero las ha limado bastante. A la defensa no es segundo de nadie, y es un jardinero que no hay quien le corra por el potente brazo que tiene”, precisó el mentor de los Gallos, que han sabido salir airosos en duelos cerrados.
De sus 20 victorias, 12 han sido por margen de tres carreras o menos y seis han llegado por la mínima, lo cual habla claramente de la sangre fría y capacidad de definición de la novena en situaciones de presión.
“El equipo no ha estado desbordado a la ofensiva, pero a la hora buena siempre hay alguien que pone su granito de arena y da el batazo clave. Un día es un jugador y al siguiente es otro. Por eso hemos ganado los partidos cerrados”, apuntó Delgado.
Para el manager, la clave del resultado está en la cohesión y la unión dentro del grupo, que, además, tuvo una excelente etapa de preparación antes del campeonato.
Al margen de los buenos dividendos colectivos, Sancti Spíritus también ha disfrutado de los records individuales de Frederich Cepeda y Yunier Mendoza, quienes llegaron a 300 jonrones y 2 000 jits, respectivamente, marcas redondas de gran relieve en nuestro béisbol.
“Esos dos momentos han estimulado mucho a los muchachos y han influido en el buen resultado del conjunto, porque son números bien importantes para cualquier carrera deportiva”, afirmó José Raúl, quien resaltó particularmente la labor de Mendoza, un pelotero comúnmente obviado por los medios.
“Siempre está ahí, rindiendo al máximo nivel, aunque muchas veces no lo hemos querido ver. Sin tanto bullicio batea muchísimo año tras año y lo demuestran sus números”, afirmó.
Pitcheo: otra clave del éxito
“En el béisbol moderno, el que no tiene un buen bullpen no puede ganar juegos.” Así de tajante es el criterio de José Raúl Delgado sobre la importancia del pitcheo de relevo, uno de los puntos más altos de su equipo durante la presente campaña.
En efecto, el cuerpo de apagafuegos de los Gallos es el mejor del torneo, con efectividad de 3.26 (la media del campeonato es 4.95) y gran incidencia en los éxitos del equipo (nueve victorias e igual cantidad de rescates), igualados en este apartado con los relevistas de Camagüey e Isla de la Juventud.
Al bullpen espirituano le batean para .275 y ha sido tan marcado su protagonismo que es tercer staff más trabajador de la Serie en esta función con 132,2 innings de labor, solo superado por los maltrechos de Mayabeque (143,1) y Guantánamo (137,0).
“En el béisbol actual los juegos se ganan en el bullpen. Hemos buscado fortalecer los juegos en la parte de atrás para preservar las ventajas o para mantener pegado el juego si nos falla el abridor”, explicó a OnCuba Juan de Dios Peña, entrenador de pitcheo de los Gallos.
Para el experimentado preparador, ha sido fundamental la especialización, la cual permite realizar un trabajo diferenciado con cada lanzador según la función que vaya a realizar.
“Cuando llegamos se había concebido a Yankiel Mauri como abridor, y le cambiamos la función porque tiene todas las características para ser un buen relevista. Buscamos especializar bien a cada uno de los muchachos. Tenemos un lanzador para la función de hold que viene a trabajar un inning, ese es Osvaldo Santiago. Mauri es nuestro relevista polivalente porque puede caminar más entradas y Yaniesqui Duardo lo utilizamos como cerrador”, añadió Peña.
El entrenador resaltó también la labor del joven José Luis Braña, asentado en el box y muy analítico. “Lanza bien bajito, domina la zona de strike, tiene un ligero comando y ha sido vital en esta función de relevista”, aseveró.
El control ha sido otro punto determinante en el éxito espirituano, con la tercera mejor frecuencia de boletos por juego (3,63), únicamente antecedido por los 3.07 de los tuneros y los 3.59 de los santiagueros.
“La efectiva preparación antes de la competencia ha sido muy importante para llegar hasta aquí. No estuve en la primera etapa del entrenamiento por encontrarme con la preselección nacional, pero tengo que felicitar a Ismel Jiménez, quien se estrena en esta función e hizo un gran trabajo con los lanzadores. Se cumplieron muy bien todos los parámetros”, recalcó Juan de Dios.
Otro punto de importancia resaltado por el entrenador es el plan táctico de sus discípulos, quienes han trabajado por corregir diversos aspectos, como el control, las zonas donde deben ubicar sus pitcheos, el estudio de los bateadores contrarios y la reducción de lanzamientos ante cada contrario.
Sobre el caso particular de Pedro Álvarez, uno de los líderes del staff, Peña develó que al diestro le costó adaptarse de nuevo a su función como abridor porque en el equipo nacional se preparó durante varios meses como relevista.
“Ha tenido que ajustar la preparación, porque es nuestro primer abridor en estos momentos, y poco a poco acumula salidas de calidad”, sentenció el preparador, quien es optimista de cara al futuro, sobre todo por las probables incorporaciones al staff yayabero.
“Hemos llegado hasta aquí a pesar de ausencias importantes y estamos convencidos de que se seguirá haciendo el trabajo. Cuando se nos incorporen Roberto Hernández de su lesión, el zurdo Edelso Montesinos, que tiene algunas dolencias y tampoco queremos apurarlo, y Yoen Socarrás que, regresa de Canadá en las próximas semanas, el pitcheo será mucho más sólido”, concluyó.
¿Les alcanzará a los gallos con este pitcheo para meterse en la segunda fase? ¿Seguirán picando en lo más alto de la tabla? Las respuestas pasan ineludiblemente por el box.