Los científicos están trabajando en una forma nueva de resolver los catarros. La gripe viral, tan molesta y que afecta a millones de personas a veces más de una vez al año, está siendo investigada desde otro punto de vista.
Los investigadores han identificado una proteína clave que usan algunos virus para multiplicarse dentro de las células humanas, según reseña la revista Science.
Habiendo identificado esta proteína, la estrategia sería deshabilitarla, en lugar de atacar el virus.
En un informe publicado en Nature Microbiology, el investigador Jan Carette, un microbiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, y su equipo, informan el 16 de septiembre que los estudios hechos en ratones y células humanas diseñadas para carecer de esta proteína, permitieron comprobar que los virus no podían replicarse.
“No es una cura para el resfriado común, pero es un paso adelante interesante”, dice Ellen Foxman, una inmunóloga de la Facultad de Medicina de Yale que no participó en el estudio.
Existen cientos de virus que causan los resfriados que son actualmente la enfermedad infecciosa más común en humanos, y que con especial saña atacan a los niños y ancianos.
La mayoría de estos virus pueden mutar rápidamente para volverse resistentes a los medicamentos lo que hace especialmente difícil encontrar una cura.
Los virus “secuestran” células y dependen de ella para producir más virus y enfermar a su huésped. El equipo de investigadores se enfocó en identificar genes humanos que produjeran las proteínas que muchos virus utilizan para replicarse.
“Usando la herramienta de edición de genes CRISPR, Carette y sus colegas eliminaron sistemáticamente trozos de ADN para construir una biblioteca de células humanas, a cada uno le faltaba un gen y, por lo tanto, no podían producir la proteína correspondiente de ese gen. Luego, los investigadores infectaron las células con dos tipos de virus, uno que causa resfriados y otro que se ha relacionado con enfermedades neurológicas”, explica Science.
“Hemos identificado un objetivo excelente”, dijo Carette. Pero no está claro si deshabilitar ese gen y su proteína podría causar otros problemas.
Se comprobó que a pesar de que los ratones intervenidos sobrevivieron, sanos y fértiles, no pudieron parir a sus cachorros. Esto podría indicar que la proteína estudiada está relacionada con las contracciones musculares.
“Los científicos no entienden completamente qué hace este gen en el cuerpo humano, y deshacerse de él por completo podría tener efectos desconocidos”, dice Vincent Racaniello, un virólogo de la Universidad de Columbia que no participó en el trabajo.
Por el momento, ante la incertidumbre, los investigadores creen que lo mejor es buscar un medicamento que impida que la proteína humana y los virus interactúen. Otra variante sería encontrar una droga que destruya la proteína humana solo cuando interactúa con los virales. Pero es todavía un deseo lejano.