El legislador demócrata Elijah E. Cummings, hijo de un agricultor pobre que llegó a presidir una poderosa comisión legislativa que investigó al presidente Donald Trump, murió este jueves por la madrugada de complicaciones de antiguos trastornos de salud, informó su oficina. Tenía 68 años.
Cummings era un elocuente orador que abogaba por los pobres en su distrito en el estado de Maryland, que abarca una gran parte de la ciudad de Baltimore, así como suburbios de alto nivel económico.
Como presidente de la Comisión de Supervisión y Reforma de la cámara baja, encabezó numerosas investigaciones sobre el presidente y otras relacionadas con sus familiares que cumplen tareas en la Casa Blanca.
Trump en ese entonces respondió con críticas al distrito del legislador, que calificó de “muladar infestado de roedores” donde “ningún ser humano querría vivir”. Semanas antes el presidente había dicho que varias legisladoras demócratas de color debían abandonar el país “ahora mismo” y regresar a sus “países quebrados e infestados de criminales”.
Cummings replicó que los funcionarios de gobierno debían desistir de “odiosas declaraciones incendiarias” que solo sirven para dividir a la nación y distraerla de sus problemas reales, como las matanzas y la supremacía blanca.
Breaking News: Representative Elijah Cummings of Maryland, a key figure in the impeachment procedures against President Trump, died. He was 68. https://t.co/LbwG0kXxla
— The New York Times (@nytimes) October 17, 2019
“Los que ocupan los niveles más altos del gobierno deben dejar de invocar el miedo, emplear lenguaje racista y alentar las conductas censurables”, dijo Cummings en un discurso en el Club Nacional de la Prensa.
En su larga carrera política, Cummings fue legislador estatal en Maryland hasta que obtuvo su banca en el Congreso federal en una elección especial para suceder al representante Kweisi Mfume, quien renunció a su banca para presidir la organización promotora de los derechos civiles de los afroestadounidenses NAACP.
Cummings fue uno de los primeros en apoyar la campaña presidencial de Barack Obama en 2008. En 2016 era el demócrata de mayor jerarquía en el Comité Bengasi de la cámara, que según él solo era “una campaña con fondos de los contribuyentes para perjudicar la campaña de Hillary Clinton”.
Durante toda su carrera, Cummings utilizó su fogosa oratoria para destacar los problemas y necesidades de los barrios pobres. Promovió planes polémicos para ayudar a los pobres y los adictos, como los programas de intercambio de agujas hipodérmicas para reducir la transmisión del sida.
En julio, Trump comenzó una serie de tuits y comentarios de una semana de duración atacando al congresista, su ciudad natal de Baltimore y su distrito del Congreso. Lo calificó de “infestado de ratas y roedores”. Cummings decidió no responder directamente, pero en un discurso del National Press Club aludió al ” lenguaje racista “utilizado por los líderes de la nación y los instó a” trabajar juntos por el bien común “.
Figura clave en la investigación que podría conducir a un juicio político a Trump, Cummings esperaba regresar a la actividad luego de un tratamiento médico que, dijo, lo mantendría alejado durante una semana. No dio detalles del tratamiento. Anteriormente había sufrido problemas cardíacos y en las rodillas.
Cummings nació el 18 de enero de 1951. Abogado y político, fue uno de los oradores más elocuentes y el primer presidente negro de la cámara de Maryland.
En la Cámara de Representantes nacional, presidió el Bloque de Legisladores Negros en 2003 y 2004.
La viuda de Cummings, Maya Rockeymoore Cummings, dijo en un comunicado que su esposo era “un hombre honorable que sirvió con orgullo a su distrito y a la nación con dignidad, integridad, compasión y humildad”.
“Ha sido un honor marchar a su lado en esta trayectoria increíble. Lo amé profundamente y lo extrañaré entrañablemente”, añadió.
El legislador demócrata James E. Clyburn dijo que “la Comisión de Supervisión echará de menos la mano serena y firme (de Cummings) al continuar su difícil tarea”.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que Cummings fue un “funcionario público abnegado”. Y el senador demócrata Ben Cardin dijo que fue “un símbolo de las alturas a las que se puede llegar si uno no presta atención a los obstáculos, los escépticos y el odio”.
El alcalde de Baltimore, Jack Young, dijo que Cummings no temía enfrentar a “dictadores brutales empeñados en oprimir, empresarios inescrupulosos que se aprovechaban de clientes confiados o incluso un presidente de Estados Unidos. Era, en pocas palabras, un hombre de Dios que jamás olvidó su deber de luchar por los derechos y la dignidad de los marginados y olvidados”.
RIP!