Las predicciones de Ifá para Cuba y el mundo fueron dadas a conocer justo al inicio del nuevo año, tal cual demanda una de las más añejadas y respetadas tradiciones de la Isla. De conjunto, la Asociación Cultural Yoruba y la Comisión Organizadora Miguel Febles Padrón realizaron la Ceremonia de Apertura del 2020 y develaron la muy esperada Letra del Año.
De acuerdo con lo descifrado, Oshún, la reina de las aguas dulces, la fertilidad, la feminidad, el amor y gran protectora de la familia, será la divinidad que gobierne, con Obbatalá como deidad acompañante que refrenda la paz y la tranquilidad.
Por otra parte, Ogunda Biode será el signo regente y la bandera del año tomó el color amarillo con ribetes blancos, mientras la profecía de la adivinación de la santería para el 2020 se refiere a la “negativa de contrariedad o tragedia repentina causada por las acciones negativas de nuestro entorno social o enemigos”.
Uno de los puntos más esperados de la Letra del Año es el referente a los padecimientos de cuidado para los venideros 12 meses. En esta ocasión resaltan las enfermedades del sistema reproductor, las de transmisión sexual y las derivadas del consumo de alcohol.
También se alerta de la impotencia a temprana edad, como consecuencia de problemas de próstata en los hombres y el abuso de fármacos y preparados para aumentar la virilidad y potencia masculina.
Entre las prohibiciones y tabúes que rigen el nuevo año están “no comer Okra (quimbombó) para evitar la humillación y la decepción”, y “no comer Akra (pastel de frijoles) para evitar la mala suerte”.
Se alerta también de no decir mentiras, no robar ni apropiarse de algo indebidamente, y no engañar a nuestro cónyuge, para evitar la mala fortuna, la ira de los Orishas y la vergüenza, por ese orden.
Otras de las recomendaciones se basan en no pagar el bien con el mal “para evitar el desastre lento que calaría en nuestras vidas dolorosamente”. Además, se sugiere no usar vestidos de color rojo ni nada que tenga pintado o dibujado un mono de cualquier especie.
Por último, se habla de la “destrucción humana por la carne de cerdo”, y de ahí el consejo de disminuir su ingesta. Igualmente, se sugiere enterrar a los muertos, pues es el “momento de establecer nuevos patrones, tanto de conducta como de actuación, es el momento de desterrar de nuestras vidas todo aquello que es caduco”.
La Letra del Año es una de las más recurrentes tradiciones de la Isla. De acuerdo con Sandra Abd’Allah-Alvarez, psicóloga, periodista, activista y editora de la bitácora Negra cubana tenía que ser, sus inicios se ubican en el siglo XIX, y funciona “como una especie de guía de buen comportamiento”.
Son particularmente importantes para los devotos (y los no tanto) los refranes, oraciones y sacrificios correspondientes a cada Letra, así como los Orishas que gobiernan y los signos y ritos asociados a estos.
Durante años, se sucedieron discusiones entre los creyentes a raíz de la convivencia de dos lecturas adivinatorias paralelas: una de la Asociación Cultural de Cuba y otra la Comisión Miguel Febles Padrón, una de las casas religiosas más prestigiosas del país.
Finalmente, en junio del 2015 se acordó la fusión de las Letras y para el año 2016 se lanzó por primera vez la Letra del Año unificada, arreglo que permitió eliminar confusiones y conflictos.
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Muy interesante esta página