Estados Unidos mató al general de la Guardia Revolucionaria de Irán, Qassim Suleimani, durante un ataque al Aeropuerto Internacional de Bagdad.
En la acción también murió Abu Mahdi al Muhandis, subcomandante de las Fuerzas de Movilización Popular, grupo apoyado por Irán.
“El general Suleimani y su Fuerza Quds fueron responsables de la muerte de cientos de miembros del servicio de coalición y de estadounidenses, y de las heridas de miles más. Este ataque tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes”, dijo un comunicado del Pentágono. “Estados Unidos continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y a nuestros intereses en cualquier parte del mundo”.
Los ataques siguieron a una advertencia del secretario de Defensa, Mark T. Esper, quien dijo: “Si recibimos noticias de ataques, también tomaremos medidas preventivas para proteger a las fuerzas estadounidenses y proteger vidas estadounidenses. El juego ha cambiado”.
Estas muertes suponen un punto crítico para el Oriente Medio y un cambio drástico en la política de Washington hacia Irán después de meses de tensiones.
Teherán derribó un dron militar estadounidense y detuvo barcos petroleros. Estados Unidos ha acusado a Irán de varias agresiones contra barcos petroleros, así como de un ataque en septiembre contra la industria petrolera de Arabia Saudita que provocó la reducción temporal de su producción a la mitad.
Las tensiones derivan de la decisión de Trump, en mayo de 2018, de retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear que Irán concertó con las potencias mundiales durante el gobierno del presidente Barack Obama.
Un político de alto rango y un funcionario de seguridad de alto nivel de Iraq confirmaron que Soleimani y Al Muhandis figuraban entre los fallecidos en el ataque. Dos jefes leales a Irán también confirmaron esas muertes, entre ellos un miembro de la milicia Kataeb Hezbollah.
Un funcionario iraní que solicitó el anonimato dijo que Al Muhandis había llegado al aeropuerto en una caravana de vehículos para recibir a Soleimani, cuyo avión procedía de Líbano o Siria. El ataque aéreo ocurrió cerca de la zona de carga apenas después de que Soleimani descendiera del aparato.
Varias fuentes dijeron que el cadáver de Soleimani quedó hecho pedazos y que no encontraban el de Al Muhandis. Otra dijo que el cadáver de Soleimani fue identificado por el anillo que llevaba.
El ataque fue el segundo en el aeropuerto en cuestión de horas. Un ataque anterior involucró tres cohetes que no parecen haber causado bajas.
Los ataques se produjeron tres días después de que las fuerzas estadounidenses bombardearan tres puestos de avanzada de Kataib Hezbollah, una milicia apoyada por Irán en Iraq y Siria, en represalia por la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con cohetes la semana pasada cerca de la ciudad iraquí de Kirkuk.
Estados Unidos dijo que la semana pasada Kataib Hezbollah disparó 31 cohetes contra una base en la provincia de Kirkuk, matando a un contratista estadounidense e hiriendo a varios militares estadounidenses e iraquíes.
Los estadounidenses respondieron bombardeando tres sitios de la milicia Khataib Hezbollah cerca de Qaim, en el oeste de Iraq, y dos en Siria.
Khataib Hezbollah negó estar involucrado en el ataque en Kirkuk.