Marisa Fernández trabaja desde el 2003 como coordinadora de producción de MEDIAPRO, una de las empresas de comunicación y productoras audiovisuales más importantes del viejo continente. Graduada de Filología Hispánica y de Comunicación Audiovisual, ha desarrollado su carrera profesional como coordinadora, lectora de guiones y productora para diversas compañías y festivales de cine. Sobre el proceso de producción en el cine, desde la concepción de la idea hasta la proyección del filme en las salas ha impartido varias conferencias en cursos y talleres a distintos niveles. OnCuba conversó con la reconocida productora en su reciente viaje a la Habana donde impartió un taller a los nuevos realizadores participantes de la Muestra Joven ICAIC, evento que concluyó este domingo.
¿Cómo surgió la idea de venir a compartir sus experiencias con los jóvenes cineastas cubanos?
Conocí a Yumey Besú, productor de la Muestra Joven hace tres años en un festival de cine latinoamericano en Norteamérica en el que ambos éramos jurados. Nunca más perdimos el vínculo y recientemente me invita a dar un taller para impartir mis conocimientos y experiencia los jóvenes realizadores cubanos. Me gustó la idea porque se trata de aconsejar a jóvenes que comienzan su carrera profesional que necesitan información sobre cómo se están haciendo las cosas ahora mismo en el mundo. Sentí que era útil ayudarles a dar un salto cualitativo y que no se piensen sus proyectos cubanamente sino globalmente. Quise mostrarles las posibilidades de conseguir financiamiento para sus proyectos hoy día y cómo funcionan los fondos a los que pueden acceder. Es importante para todos los que empiezan, tener en cuenta cada vez más las distintas herramientas que se brindan en el entorno cinematográfico.
¿Qué fue lo más interesante que enseñó en su taller?
Traté de transmitir mis experiencias sobre contar una historia y vender el proyecto. Lo esencial ha sido situarlos en el mundo, hacerles ver que ellos producen en Cuba pero quieren que su película se vea en el resto del planeta. Para eso tiene que saber cómo funciona y se mueve el mundo en materia cinematográfica y tener las herramientas para en un momento determinado saber conciliar con todas las partes, como vender y como negociar. El día de mañana cuando hagan su primer largometraje tienen que saber que en el Festival de Miami y en el de San Sebastián, por ejemplo, hay un fondo que te ayuda a finalizar tu película, que se encarga de la postproducción. Si el cubano que no tiene mucho acceso a internet ni a la información, no se entera, entonces no lo sabe y no puede ni siquiera optar por esta posibilidad. El premio Cine en Construcción de San Sebastián te paga la postproducción de la película, la subtitulan, consigue una distribución en España y te colocan en los festivales más importantes de Europa. En el festival de Berlín existen unas residencias al desarrollo. Unas estancias que pagan por escribir el guion. Herramientas, guiños, pistas que les tienen que servir para que empiecen a pensar globalmente. Es verdad que ha sido un taller ambicioso en que intenté cubrir todo, desde el inicio del desarrollo del proyecto hasta la comercialización y distribución del mismo. En todos estos procesos es primordial el control creativo y de producción de la cinta, eso fue lo más interesante que compartí con mis alumnos que no deben olvidar que historias bien contadas es igual a proyectos vendidos.
Su productora MEDIAPRO ha colaborado en proyectos cinematográficos latinoamericanos. ¿Qué opinión le merece el actual cine de este continente?
En los últimos años estoy viajando mucho por Latinoamérica, mi productora está trabajando con talento internacional y talento español como hemos colaborado puntualmente con proyectos latinoamericanos como es el caso de Patricio Guzmán el chileno, con el que tenemos nuevos proyectos. A mí me apasionan Latinoamérica y su cine de igual manera. He estado en Brasil, México, Chile, Colombia, entre otros países de la región y esta es mi primera vez en Cuba de la que me siento muy complacida. Me oxigena estar en esos sitios como este porque conozco personas distintas, formadas y con inquietudes artísticas muy sólidas. En este continente existe un talento increíble. Los profesionales europeos tenemos mucho respeto por el cine latinoamericano. Apreciamos sus cualidades de cine de autor, cine efervescente con mucha competitividad. Los cineastas de este lado del mundo consiguen hacer magníficas películas con poco presupuesto y están viviendo momentos muy dinámicos y creativos que tienen que ver, en algunos casos, con momentos de crecimiento económico, y en otros, con la preparación. Los cineastas latinos están mejor formados que en años anteriores, existen las escuelas de cine, han viajado y se han nutrido de disimiles experiencias y culturas. No me gusta hablar de Latinoamérica como si fuera un bloque compacto. Me gusta segmentarlo porque nada tiene que ver la realidad de México con la realidad de Argentina o la de Cuba. México tiene un talento que se sabe mover a caballo entre Estados Unidos y Latinoamérica como por ejemplo el cine de Carlos Cuarón. Me gusta individualizar las naciones porque agruparlas en un grave error que cometemos los europeos, meter en un mismo saco la realidad de este continente que es muy vasta y rica.
España ha sido históricamente el mayor coproductor europeo del cine latinoamericano. Además de la crisis económica ¿qué otros factores considera han influido en que cada vez existan menos coproducciones entre ambas cinematografías?
España hasta hace unos años era el vehículo natural y el socio perfecto a la hora de trabajar de esta forma. Mi país articulaba a modo de coproducción muchos filmes al año realizados con Argentina, México y la misma Cuba. Es lo natural, pues compartimos una misma lengua. De un tiempo a esta parte creo que esa vinculación ha sido desplazada y países como Francia están ganando ese terreno porque tienen unos mecanismos de ayuda muy potentes a este lado del mundo que ahora España no puede subvencionar por falta de fondos y la maldita crisis. Pero más allá de la crisis creo que España de cierta manera ha mirado para otro lado, no ha mirado mucho para Latinoamérica en los últimos años y este continente se ha abierto a otros mercados y ha ampliado su espectro. Hay que evitar las posturas paternalistas pero creo que debemos seguir siendo socio natural del cine latinoamericano, amén del lenguaje, compartimos la cultura y tenemos muchas más cosas en común. No debemos olvidar la realidad y es que Francia tiene una política cinematográfica muy fuerte con Latinoamérica y este cine que producen lo aclaman todos sus festivales y gran parte de su público.
Ha trabajado con importantes directores de diversas nacionalidades como Roman Polanski y Woody Allen, entre otros. ¿Cuánto le han aportado profesionalmente?
MEDIAPRO produjo Conocerás al hombre de tus sueños, Vicky, Cristina, Barcelona, Midnigh in Paris y también hizo la distribución en España de A Roma con amor, por solo citar unos ejemplos. Te voy a hablar de Allen a quien admiro mucho. ¿Qué es lo que más he aprendido del y de su equipo de trabajo? Ante todo la claridad con que ejecutan su proyecto. Cuando estrenas y produces una película por año debes tener las coas muy claras porque si no no llegas a lo trazado. Allen es una marca en sí mismo y no es solo que sea sota, caballo y rey pero tiene una claridad absoluta en los proyectos que te hace comprenderlo todo mejor. Su capacidad de previsión y de organización tanto en la preparación como en la dinámica del rodaje como en la campaña de promoción y publicidad la cinta es ejemplar. Es admirable su capacidad para aprobar cada paso siendo él la persona creativa del asunto que está supervisando hasta el más mínimo detalle de la creación, por eso creo que le sale todo tan bien porque no deja nada al libre albedrío. Para eso necesita un equipo de trabajo tan eficaz y con gran capacidad como el que tiene. Me enseñó a organizar, a prever y a tenerlo todo trazado para evitar errores evitables.
¿Es cierto que el cine español atraviesa por un mal momento?
No estamos viviendo nuestros mejores años, lógicamente, al igual que el resto de los sectores, no es que estemos peor que otros pero igual de mal. La crisis nos ha atacado y como somos un sector que necesitamos el apoyo que a la cultura ofrece el estado nos hemos visto muy afectados. Los presupuestos se han reducido en algunos casos drásticamente. Se han quitado gran parte de las ayudas y fomentos a los nuevos realizadores. El momento es delicado porque se están viviendo varias crisis, por un lado la crisis económica y por otro la crisis que supone la transición tecnológica. España es un país con una alta tasa de piratería contra la que tenemos que luchar. Debemos reaccionar a eso pero cada vez es más difícil. Es necesario propiciar que nuestras películas estén en todas las plataformas digitales aunque creo que hemos llegado tarde, como otras cinematografías, a comercializar el cine de esa forma, de abrirnos al comercio electrónico para de este modo evadir la piratería. El momento que vivimos ahora está caracterizado por la aguda brecha que existe entre las financiaciones de un filme y otro. Existen películas de un alto presupuesto como es el caso de Lo imposible y tenemos algunas con presupuesto ínfimo como sobrados ejemplos. No hay apenas producciones intermedias. También es verdad que de la crisis surgen oportunidades y estamos viendo a una saga de nuevos directores que se están autofinanciando sus primeras películas y que están teniendo mecanismos muy novedosos a la hora de distribuirlas, si sus películas no pueden apreciarse en una sala de cine, la ofrecen en plataformas digitales, la envían a festivales pequeños alternativos, aunque esto no genera ni industria ni un modelo de negocios. La situación es dura porque también hemos perdido el apoyo del propio público y debemos rescatarlo., hacernos un examen de conciencia para saber qué hacer para recuperarlo sabiendo que hay una crisis que la gente tienen que decidir en que invierte su dinero y su tiempo porque el cine no es el único entretenimiento ni mecanismo de ocio que existe, tiene que competir con el videojuego, con la televisión, con las redes sociales, etc. Tenemos que dar un plus para diferenciarnos, sino los modelos tradicionales desaparecerán. En España cada vez tenemos menos salas de proyección, en las ciudades pequeñas la mayoría de los filmes no llegan. Las personas deben esperar a tres meses después del estreno a que salga el DVD para apreciar la película. Es complicado. Hay que hacer algo o el cine desaparecerá tal y como lo conocemos.