Cuando el pasado mes de enero el coronavirus llegó a los Estados Unidos, los científicos comenzaron a murmurar una aparente diferencia respecto a su hermano, el virus que causó el SARS: las personas infectadas con este podrían infectar fácilmente a otros, incluso si no tenían síntomas.
Los primeros informes parecían cuestionables: muchos expertos en enfermedades infecciosas no los creyeron. Dos meses después, el virus ha invadido los Estados Unidos y obligado a decenas de millones a autoaislarse. Ahora algunos expertos creen que la transmisión asintomática –la transmisión de un virus de una persona infectada que se siente bien a los demás– está en el centro de la pandemia.
Las preocupaciones sobre personas asintomáticas fueron parte de la razón por la cual los funcionarios de la salud de un condado en California, incluida la mayor parte del Área de la Bahía, comenzaron a recomendar a todos sus residentes cubrirse la boca y la nariz, estuvieran enfermos o no.
Un giro brusco: las autoridades de salud pública federales y estatales habían dicho que los nasobucos no prevenían la propagación de la enfermedad y que por tanto no debían usarse.
Muchos expertos en enfermedades infecciosas, incluyendo algunos que previamente rechazaban los nasobucos, han cambiado sus puntos de vista.
“Estoy cambiando mi punto de vista y mis acciones, ya que cualquiera podría tenerlo [el coronavirus], incluyéndome a mí”, dijo el doctor Warner Greene, investigador principal de los Institutos Gladstone. “Solo estuve en el mercado una vez, desde que me refugié en mi casa, y usé un nasobuco. Me estoy protegiendo en caso de que alguien más esté infectado, pero también los estoy protegiendo a ellos en caso de ser asintomático”.
Los virus que causan enfermedades respiratorias generalmente se propagan cuando las personas están enfermas de manera activa, sobre todo cuando tosen o estornudan y liberan gotitas cargadas de virus en el aire a su alrededor. Las personas infectadas que aún no se sienten enfermas, o que nunca experimentarán síntomas, generalmente tienen menos probabilidades de transmitir el virus a otros.
Ese fue en gran medida el caso del SARS, el síndrome respiratorio también causado por un coronavirus que infectó a unas 8 000 personas en todo el mundo (2004). Se sabía que era altamente infeccioso, sobre todo cuando las personas estaban enfermas o muy enfermas y tenían mucha tos y fiebre. Ello hizo que fuera relativamente fácil contener la propagación del SARS, porque las personas podían ser puestas en cuarentena tan pronto como presentaran síntomas.
Pero con el nuevo coronavirus los científicos creen que del 20% al 50% de los contaminados no han tenido síntomas.
De ahí que controlarlo sea un desafío mucho más difícil, y esa es parte de la razón por la cual ha estallado más explosivamente en todo el mundo que el SARS. Ahora está infectando a más de un millón de personas. “La parte asintomática es lo que está causando que esto continúe”, dijo el doctor Jay Levy, un experto en enfermedades infecciosas de la UCSF. “Cuando las personas están enfermas lo saben, van a estar en cuarentena”. Pero los asintomáticos tienen muchos virus y están sanos, por lo que no lo saben”.
Los científicos aún están descubriendo cómo se propaga el coronavirus de persona a persona. Claramente se transmite mediante gotas provenientes de la nariz y la boca. Se cree que hay dos formas mediante las cuales la mayoría de las personas se infectan: al pararse demasiado cerca de una persona infectada y respirar sus gotas o al tocar una superficie contaminada y luego pasarse la mano por la boca o la nariz.
El nuevo coronavirus parece prosperar en la nariz y la boca, incluso en personas saludables que lo transmiten hablando o cantando, o incluso simplemente respirando con dificultad, dijo el Robert Siegel, un experto en enfermedades infecciosas de Stanford.
“Lo que estamos aprendiendo es que las cosas que impulsan activamente las gotas (cantar, toser) son eficaces para transmitir la enfermedad. Cualquier cosa que lo expulse activamente al espacio aéreo”, dijo Siegel.
Los primeros informes de transmisión asintomática surgieron a mediados de enero, pero muchos científicos los descartaron como anecdóticos y, por lo tanto, posiblemente parciales. O asumieron que tales casos eran raros. El SARS también podría ser transmitido por una persona sin síntomas, pero no con frecuencia.
A medida que más países fueron invadidos por brotes y se recopilaron más datos, se hizo evidente que un porcentaje significativo de las personas infectadas con el virus nunca se enfermaron.
“Todavía no tenemos idea de cuántas personas en total están infectadas. No me sorprendería ver que del 20% al 30% de los Estados Unidos están infectados”, dijo Greene. “Así que tenemos un número increíble de personas asintomáticas que están diseminando el virus. El distanciamiento social extremo, refugiarse en el lugar, es la solución porque nos mantiene alejados de estas personas asintomáticas”.
Este virus juega con el sistema inmunológico , el como tal no mata el provoca un suicidio biológico de la persona por una sobre reacción del organismo.
Tiene que existir un método de análisis de orina o fecal que lo detecté , TODO INQUILINO GENERÁ BASURA DE ALGUN MODO.