El hasta ahora indetenible crecimiento de las muertes por la Covid-19 en Estados Unidos mantiene en jaque al presidente Donald Trump, quien ha tenido que variar las proyecciones varias veces e intenta encontrar una perspectiva positiva que respalde su gestión ante la pandemia.
El mandatario dijo este viernes que espera que la cifra total de fallecimientos por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus en su país sea inferior a las 100.000. Aunque reconoció que incluso ese es “un número terrible”.
Los pronósticos de Trump de la cifra de muertes en Estados Unidos han cambiado con el tiempo, y en varias ocasiones ha utilizado los estimados más altos para afirmar que las acciones de su gobierno, sobre todo su decisión de restringir los viajes procedentes de China, han salvado vidas.
Sus acciones han sido disputadas por funcionarios de salud pública estatales y locales, quienes se han quejado sobre la escasez de suministros para realizar pruebas y de equipo de protección para personal médico y de enfermería.
El 19 de marzo, la doctora Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca, reveló modelos que proyectaban entre 100.000 y 200.000 muertes de estadounidenses, asumiendo que se mantengan las medidas de distanciamiento social.
Al mismo tiempo, dijo que los modelos epidemiológicos inicialmente tenían un escenario con entre 1,5 millones y 2,2 millones de muertes en el país, sin la implementación de medidas de mitigación, como el distanciamiento social, lavado de manos y permanecer en casa lo más posible.
Poco después, Trump comenzó a especular que la cifra de 100.000 era el límite de un rango. Posteriormente, se inclinó hacia una proyección de 60.000, pero esa cantidad se ha visto eclipsada por la cantidad actual de muertes que ya supera las 64.000.
El lunes, el mandatario estaba pensando en de 60.000 o 70.000. Pero la realidad ha hecho que vuelva a variar el estimado. Aún así, durante un evento en la Casa Blanca el viernes, Trump dijo que “quizás millones de vidas” se han salvado al parar la economía.
También este viernes se supo que una residencia de ancianos de la ciudad de Nueva York reportó el deceso de 98 inquilinos supuestamente por coronavirus, un dato que conmocionó a las autoridades.
“Es absolutamente horrible”, dijo el alcalde, Bill de Blasio. “Es una pérdida inestimable, y es simplemente imposible imaginar tantas vidas perdidas en un lugar”.
Es difícil determinar si la ola de fallecimientos en el Centro Geriátrico Isabella de Manhattan es el peor brote en una residencia de ancianos de los Estados Unidos porque, incluso dentro de una misma ciudad, estos centros informan de los los decesos de forma diferente. Un conteo estatal de fallecidos en centros de mayores publicado el viernes reflejó solo 13 en ese.
Pero responsables de la residencia, con capacidad para 705 personas, confirmaron que desde el miércoles 46 residentes que dieron positivo a la Covid-19 habían muerto, además de otros 52 “posibles” casos. Algunos murieron en el centro y otros luego de ser atendidos en hospitales.
La cantidad de cuerpos era tan abrumador que la residencia ordenó un camión refrigerador para almacenarlos porque las funerarias tardan días en hacerse cargo de los cadáveres.
EEUU: Muertes por coronavirus comenzaron antes de lo pensado hasta ahora
“Inicialmente, Isabella, como todas las demás residencias de ancianos de la ciudad de Nueva York, tenía acceso limitado a pruebas internas generalizadas y consistentes para diagnosticar rápidamente a nuestros residentes y personal”, dijo Audrey Waters, vocera del centro, en un correo electrónico. “Esto obstaculizó nuestra capacidad para identificar a quienes estaban contagiados o asintomáticos, a pesar de nuestros esfuerzos por separar rápidamente a cualquiera que presentase síntomas”.
Isabella también tuvo problemas de escasez de personal, por lo que tuvo que contratar a agencias externas, y para proporcionar equipos de protección a sus empleados. El centro “tiene más acceso a las pruebas” ahora, dijo Waters.
Los decesos en el centro geriátricos fueron reportados por primera vez por la cadena local de noticias por cable NY1.
Desde el inicio del brote, las residencias de ancianos han sido un foco de problemas en el país norteamericano. Según un conteo de The Associated Press, hasta el jueves las más afectadas eran, de lejos, las de Nueva York, con al menos 3.065 muertes.
AP / OnCuba