Sin dudas, el Duke Snyder fue un gran pelotero con tremenda mala suerte, tanta que en Siguaraya City nadie asocia su nombre al béisbol, sino al… dominó.
Ningún folio despolillado por sus exégetas ha arrojado evidencias de que alguna vez el olvidado astro de los Dodgers se abandonara al más sublime aporte de los monjes dominicos, y aun así, su nombre es invocado, religiosamente, en cada circunstancia de la data en que emerja un “2”, por uno o ambos extremos de la serpiente moteada…
Quizás usted lleve años jugando dominó e ignoraba esta terminología, pero se le perdona, porque entonces usted no es un verdadero jugador de dominó. No se sulfure, ahora le explico…
El verdadero jugador de dominó, tal como lo entendemos en nuestros fueros, no es ese aspirante a Bobby Fischer que lo ultra-analiza todo, baraja variantes, se adelanta jugadas, cuenta las fichas, intuye lo que tiene su pareja y juega en función suya, o descubre la data de sus rivales y la va matando sistemáticamente, apretando al infeliz a su diestra, haciendo suyo el código ético de jamás agacharse, pasarse con ficha o meter forro, ahuyentando sapos y repitiendo con severidad aquella infamia de “el dominó lo inventó un mudo”…
Ódienme, puristas, pero no puede haber diversión con tanta severidad. Si lo vamos a considerar un juego, es preciso asumirlo como tal y relajarnos. A no ser, claro está, que se esté jugando por dinero, pues todo puede pasar entrada la madrugada, con cuatro pares de muslos sosteniendo una tabla bajo un poste iluminado, poniéndole sesos a esta suerte de póker tropical…
El dominó sabroso, el más autóctono y extendido, lo juega ese ejército de botagordas quinceañeros, agachaos y desentendidos, que cuelan como al azar un “5” por un “7”, que clavan el doble-blanco y sueltan el doble-cinco, que agarran las fichas con guapería y cruzan las piernas, con la rufa de esos guagüeros que almidonaban el cuello de sus camisas y le prendían un pañuelo con un clip… Los verdaderos jugadores de dominó no tienen idea de nada, pero hacen como si se las supieran todas. Hay que sentirlo y decirlo urbi et orbi: no hay aguaje como el pegue con capicúa, el tranque al seguro, el pase anunciado, el repite y pon…
Aquí el dominó lleva alarde, gesticulación, blofeo… Uno vacila un triunfo echándose para atrás en la silla y mandando a “dar agua” a los perdedores. Quizás al pegarte te pusiste de pie con dramatismo para luego estampar estrepitosamente la ficha contra la mesa, haciendo saltar las demás y dejando un reguero como de caídos en combates, para ordenarle a tus víctimas que digan como Voltus V: “Vamos a… ¡Unirnos!”.
Hay algo sádico en el goce de una pollona, como existe un atisbo de misericordia en el culillo, y mucha frustración cuando cogiste tremenda data de ocho y no logras poner uno, o te obligan a matarlos, porque el infeliz de tu pareja no cogió ni al culpable, o te están apretando con una puya infame…
No más recoger tus 10 fichas, ya puedes hacerte una idea de cómo será la partida: o tienes un “piano-bar” o estás “encuero a la pelota”, lo cual significa en castellano que, o tienes muchas gordas o estás bajito. En otras palabras, o estás enyerbao o en la playa…
Es que el dominó tiene su propio idioma, sus denominaciones especiales, algunas de raíz geográfica, otras de etimología bolitera, pero todas poseedoras de cierta poética, de una potencia y una visualidad tan grande, que han trascendido la mesa de juego y se nos cuelan en la cotidianeidad. Quizás las ha escuchado y no las comprende, porque si usted no es un verdadero jugador de dominó, no tiene por qué saber que “quedarse ahí” o “echarse un laguer”, significa que va a doblarse.
En el glosario de voces dominoseras sobresalen los apodos. Por ejemplo, los dobles tienen su propia denominación: Blanquizal de Jaruco (doble blanco), la Caja e’ Muerto (doble seis), y la Puerca, la Lechona o La que menos pesa (doble nueve). Otro tanto pasa con las fichas individuales. Aquí les muestro algunos que he escuchado, por orden, y si usted conoce otros, le invito a compartirlos en los comentarios:
1 – La Puya, La que Hinca, el Unicornio Azul.
2 – El Duque Snyder, el Duque Hernández, Dulcinea del Toboso, el Dulce pa’ los Diabéticos, el Duque Duraluminio…
3 – Tribilín Cantore, Tristeza me Dan tus Penas, Tristá entre San Pedro y Toscazo (para los que, como yo, somos de Santa Clara)
4 – Cuarteles que son escuelas, Cuatro mil y más murieron, el Cuartico está igualito, Cuarentiña.
5 – Cinco-mer no se pué vivir, la Monja, Cinco mil y más murieron
6 – SeHizo el Loco, Sixto Batista, Seis mil y más… (como ven, esta fórmula se repite)
7 – Septiembre el Mes de la Calabaza, el Culo, la M…da
8 – Ochoa y Mendieta, General de generales, Octavio Sánchez Guzmán (el Tavo)
9 – Nuevecito e paquete, November Rain, Nueve mil y más…
0 – Serapio Holanda, Blanquita Becerra, Blanquizal de Jaruco, Te pinto de Blanco
Como ya decía, esto no es algo cerrado, como el latín o el esperanto: el idioma del dominó es vivo, se regenera y se nutre de nuevos referentes, porque es toda una cultura que aquí nos tomamos muy a pecho. Tanto que hasta hemos organizado campeonatos mundiales de dominó, y los hemos ganado con su variante oriental, de seis fichas…
Visto así, nuestras autoridades deportivas deberían dejar de desgastarse reclamando el regreso del béisbol al programa olímpico, y hacer lobby al duro para incluir en su lugar al dominó. Sería una buena idea, pero no sería la primera. Cuántas no habrán sido propuestas, y por respuesta solo obtienen par de golpes secos en una mesa y una palabra lapidaria: “Paso…”
Doble Seis= La caja’el muerto, Doble Nueve= La caja’e lague,
Charly, tus crónicas rebosan de cubanía. Me he reído como un bobo con las cosas que se te ocurren.
El dominó es la viva estampa de la vida del cubano. Por demás creo que tengo algunas adiciones que hacerle a lo de las fichas:
1- La que saca al buey del fanco; el lunar de Lola; el único en su clase
2- Dulzay; el Pato; la Dupla.
3- Tripas corazón; Teresita Segarra.
4- Cuatrero; la Cuarta Dimensión.
5- La Quinta de los Molinos; Volverán (huelgan las explicaciones de cuán lejos puede llegar el “chucho” cubano)
6- Safe; Camilo Sexto; Ceiba
7- La séptima puerta
8- Oshín (la novela japonesa nos dejó profundas huellas)
9- Nuevitas;
0- Serapio; el White.
Hola Super Charly
Muy buena la pincha, qué pena que la super net (ausente) no me deja leerte más a menudo. Te agrego unas notas. Cuando fiñe, mis amigos me odiaban al jugar porque yo, además de siempre virame bajito, narraba el juego. Una incontinente mezcla rara entre Capablanca de esquina y Bobby Salamanca (por supuesto, respetando todas las distancias). Era una buena manera de distraer a los rivales y soltarles algún forro de cuando en vez. Acá alguno de los epítetos que recuerdo:
1- La que hinca: Uña
2- Duchezne Cuzán, Tubey, Jimaguas…
3- Trío…
7- La Milpa (no tengo la menor idea de por qué, pero se la oí mucho a un viejo en mi cuadra cuando era niño y lo recuerdo cada vez que juego)
Muy bueno, mano. Tu socio, El Viejo (Merlín)
Buenísimo, lo disfrute mucho, acabo de leerlo, estoy trabajando y mientras leía volé más de 90 millas, si, me di un salto al pasado, me fui hasta Alamar ya hace algunos años, en casa de mis padres donde no había reunión familiar que no terminara en dominó, por un rato volví a ver los ojos café de mi madre ya fallecida y su sonrisa a la vez que le decía a mi papá, su eterno compañero en el dominó y en la vida, juega tú que el no lleva, refiriéndose a mi…
Muchos buenos recuerdos me han llegado leyéndote, por eso gracias…
Algunos más…
1- La uña, La que araña
2- Dupla, Dupé
3-Tripa, El Trío Matamoros, Los 3 monitos
4- Cuartel Moncada, Los 4
5- Quinquenio
6- Sexteto Nacional Ignacio Piñeiro, Se hizo el loco
7- El sucio, El que a nadie le gusta dar
8- El General, Ochoa
9- Bahía de Nuevitas, La Novena Sinfonía, La espumadera
0- No hay na, La playa, Espuma, arena blanca y Pilar…
Cuando pones un doble… Me doblo pa no partirme…
Se me olvidó uno que decía mucho: Nuevita, puerto e’ Mar (el 9)
Acordandome del puro, una mezcla de analisador con especulador..
2- duque nuque
5 Sin cascara no hay palo en el monte
Desde que era un fiñe estoy presente en las mesas de domino (solo que para esa epoca -miraba-), Charly el domino es para mi, que el beisbol para ti, en la universidad entre la programacion y el calculo echaba mis daticas… muy buen articulo, lo disfrute muchisimo -entre risas-… en algunos lugares que he jugado le dicen al ‘7’ el caga’o, debe ser en alusion a su significado en la charada…
La blanca (el blanco) es también… la que le gusta al negro
Charlie comparto por completo la devoción por el aguaje litúrgico que lleva un buen dominó cubano; pero te faltó mencionar una ficha indispensable: unos buenos “palos” de ron, aguardiente, “matarratas”, “hueso e´tigre”, azuquín o lo q sea; obvio previo chorrito al suelo “pa´ los santos”, ja ja ja… Aquí te van otros aportes pal glosario apre(he)ndidos en “la suave comarca de pastores y sombreros” (Camagüey). Rara curiosidad: los mexicanos juegan un “dominó cubano” con fichas q llegan hasta el 12 y muy parecido a nuestra “Longana” pero más complicado. Me encantaría saber quién coño le puso el apellido porque no conozco un solo rincón de la Isla donde se juegue esa variante, q por cierto es muy entretenida.
1- “te pincho”, “la q aruña”
2- Dociteo, Adoro (especialmente para virar a dos por las 2 cabezas)
3- “Teresa la cumbanchera”, “tripa e´ pato”; Tri-trá”, “trépate pa q coja un hueco”
4- “Cuarta pal mulo”
5-“Sin curva no hay carretera”, “Quintento de los yompis”, Quinqué, Síncopa o Síncope
6-“Aceite pal cabello”, “Aceituna sin hueso”, “Ceiba del Agua”
7- “El sucio”
8- “Octavio de la Concepción y de la Pedraja”, Oshún
9- “Novena de pelota”, novillo, “nuevecito de paquete”, novatropín, “noviembre sin ti”
0- Maruja, “la pelá”
Al poner un doble: “acostaíto ahí”
PD: Mención aparte merecen frases puntuales como: “Puya por tu siete dobla´o” (cuando pones el 7:1 inmediatamente después de q alguien se dobló en el 7, jajaja… O: “bajo el frío manto de la sabana” (para referirse a uno que se agachó). También me acuerdo de estas frases enarboladas por el q está perdiendo: “Arriba, q se acabaron las goticas por la nariz” y “Escríbele a Goya, mándale un beso al perro y dile q te mató un toro”, jejeje… Son muchas y muy ocurrentes. Valdría la pena hacer una antología.
Este post es un manual! #GrandeCharly