El Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) informó que el fallecimiento de dos niños tras recibir tratamiento con Ampicillín el pasado 7 de abril, en el hospital guantanamero “Dr. Agostinho Neto”, estuvo “asociado a un cuadro infeccioso sobreagudo” y no a problemas con la calidad del fármaco utilizado, aunque se “identificaron violaciones durante el proceso de preparación del medicamento”.
En una nota difundida este viernes, las autoridades explicaron que el cuadro clínico presentado por seis niños a los que se les administró el producto “no tuvo relación con sustancias tóxicas contaminantes ni con problemas de calidad del medicamento utilizado”, según los estudios del Laboratorio de Toxicología y el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED).
De acuerdo con la Comisión Nacional creada por el Minsap para investigar las causas del hecho, la conducta terapéutica seguida con los seis niños estuvo justificada, “al ser neonatos pretérminos bajo peso, con enfermedades asociadas”.
No obstante, se identificaron violaciones durante la preparación del medicamento y al personal involucrado directamente en este proceso se le aplicaron las medidas de “separación del Sector de la Salud y la inhabilitación en el ejercicio de la profesión”, mientras el órgano del Ministerio del Interior competente inició una investigación para determinar responsabilidad penal de los implicados.
Como se informó, el pasado 7 de abril ocurrió un suceso en el hospital provincial de #Guantanamo. El #MINSAP conformó una Comisión Nacional para investigar las causas y tras realizar el proceso se emitieron las conclusiones que hacemos públicas hoy
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De igual forma, a los cuadros y funcionarios con responsabilidad en el control de los procedimientos donde fueron identificadas deficiencias, se les impusieron medidas administrativas, según explica la nota de las autoridades sanitarias cubanas, que informaron de todos estos detalles a los familiares de los niños antes de hacer públicos los resultados de la investigación.
De los seis niños que recibieron el tratamiento con el mencionado bulbo de Ampicillín el Hospital General Docente “Dr. Agostinho Neto”, de la oriental provincia de Guantánamo, dos fallecieron, dos no presentaron síntomas y otros dos llegaron a estar críticos a raíz de diversas complicaciones, pero evolucionan satisfactoriamente al momento de difundirse la nota del Minsap.
Esta no es la primera vez que en los últimos años el Minsap notifica la muerte de un niño cubano luego de que se le administrase un medicamento. En octubre de 2019, una niña de un año de edad murió y otros menores sufrieron afectaciones tras ser inyectados en un policlínico de La Habana con la vacuna contra la paperas, la rubéola y el sarampión.
Tras el hecho, que alcanzó notoriedad en las redes sociales y conmocionó a la opinión pública cubana, el Minsap creó una comisión investigadora que arrojó resultados muy similares a los del reciente suceso en Guantánamo. En aquel momento, concluyeron que lo sucedido no estuvo vinculado a las propiedades intrínsecas y de calidad de la vacuna y se debió a se debió a “negligencias durante el proceso de conservación, preparación, manipulación y exposición del bulbo utilizado”.
Las medidas aplicadas en aquella ocasión también son idénticas a las de Guantánamo: la enfermera “involucrada directamente” en el hecho fue separada definitivamente del Sistema Nacional de Salud, inhabilitada del ejercicio de su profesión y sometida a un proceso de instrucción penal, mientras que “a otros cuadros y funcionarios con responsabilidad en el control de las deficiencias identificadas, se le aplicaron medidas administrativas”, precisó el informe emitido entonces.
Es una pena que estas cosas ocurran y que siempre sean nuestros enfermeros los q carguen las culpas , con un ejercicio tan sacrificado y poco agradecido