Cuba instalará un telescopio ruso de gran alcance para “realizar una amplia gama de observaciones hacia el espacio” y fortalecer el sistema de vigilancia astronómica de la Isla.
El equipo automatizado será montado por profesionales cubanos en colaboración con Rusia y “contribuirá a las observaciones posicionales, fotométricas y espectroscópicas de una amplia gama de objetos astronómicos”, informan medios de prensa oficiales, que, sin embargo, no precisan el lugar en que será instalado.
Rudy Montero, director del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) de Cuba, declaró a Sputnik News que este observatorio astronómico “es parte de la colaboración entre ambas naciones, con un telescopio de mayor alcance y precisión para el monitoreo de la llamada basura espacial, el clima y objetos cercanos a la atmósfera”.
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La información asegura que “esta transferencia tecnológica constituye el antecedente de otras herramientas que llegarán desde el país europeo para la recolección, análisis y uso de la información en tiempo real y el intercambio y enlace con otras estaciones a nivel internacional”.
Los equipos instalados en Cuba con el respaldo ruso “permitirán también prever riesgos como la caída de meteoritos u otros cuerpos celestes”.
“Somos los responsables del monitoreo, la vigilancia y la alerta en el país, y con el apoyo de Rusia perfeccionaremos los dispositivos para alcanzar más efectividad”, comentó al respecto Montero.
Explosión sobre el oriente cubano no fue por un meteorito, según expertos
Cuba ha reportado en los últimos años la caída de meteoritos —como el estallado sobre Pinar del Río en febrero de 2019— y otros fenómenos astronómicos. Hace solo unos meses, en marzo pasado, una explosión reportada sobre el oriente cubano fue considerada inicialmente consecuencia de un meteorito, aunque luego los expertos descartaron esta teoría.
Tras analizar detenidamente el hecho, especialistas del IGA determinaron que “el suceso acontecido fue provocado por el encuentro de nuestro planeta con un pequeño grupo o enjambre de ‘meteoroides’, que se desintegraron a gran altura”.
Además, concluyeron que “las explosiones escuchadas en las provincias orientales están relacionadas primero con la detonación en la alta atmósfera y luego con el ruido producido por la descompresión de la onda expansiva provocada por la destrucción de este, que junto a otros similares fueron interceptados y capturados por la gravedad de nuestro planeta, entre la noche del 19 y del día 20 de marzo, lo cual dio lugar a ésta y a otras explosiones similares confirmadas, ocurridas con poca diferencia de horas en varias regiones y localidades de la Tierra”.