A pesar de difícil, se puede decir que era una victoria previsible. El gobernador de California, Gavin Newsom, logró imponerse ante un referendo revocatorio de sus funciones frente a una fuerte oposición republicana que orbitó alrededor de la pandemia de la COVID-19.
Y era previsible porque si bien el estado ha tenido gobernadores republicanos como Ronald Reagan y Arnold Schwarzenegger, ambos actores, en el fondo California es un terreno fértil para los demócratas.
El electorado reafirmó su opción por Newsom, con cerca del 64% de los votos, un hecho que habló más sobre el poder que ejercen los votantes liberales en California. Ningún republicano ha ocupado en ese territorio un cargo estatal durante los últimos diez años.
Pero el resultado también reflejó el progreso reciente del estado contra la pandemia de coronavirus, que hasta ahora ha dejado más de 67 000 muertes. California tiene una de las tasas de vacunación más altas del país y una de las tasas más bajas de casos de virus nuevos, algo que el gobernador recordó incansablemente a los electores, atribuyendo el éxito a la obligatoriedad del uso de máscaras y a la alta vacunación.
Newsom tuvo como retador al locutor radical republicano Larry Elder, quien no logró más de 36.1% de los votos a su favor.
Aunque los críticos de Newsom lanzaron la idea del revocatorio porque se oponían a sus posturas sobre la pena de muerte y la inmigración, realmente fue la politización de la pandemia lo que impulsó el proceso cuando los californianos se impacientaron con el cierre de negocios y de las clases. Las encuestas reflejaron claramente que para el electorado no había, o no hay, ningún problema más urgente que la pandemia de la COVID-19.
“Como trabajador de la salud, era importante para mí tener un gobernador que siguiera la ciencia”, dijo Marc Martino, de 26 años, a The New York Times.
La victoria de Newsom fue tan evidente que todavía no había pasado una hora del cierre de urnas cuando la agencia Associated Press lo proclamó vencedor.
“Parece que estamos disfrutando de un voto abrumadoramente ‘no’ esta noche aquí en el estado de California, pero ‘no’ no es lo único que se expresó esta noche”, dijo Newsom a los periodistas el martes por la noche. También “dijimos que sí a la ciencia. Dijimos que sí a las vacunas. Dijimos que sí a poner fin a esta pandemia. Dijimos que sí al derecho de las personas a votar sin temor a fraudes y supresión de votantes. Dijimos sí al derecho constitucional fundamental de la mujer a decidir por sí misma lo que hace con su cuerpo, su destino, su futuro. Dijimos que sí a la diversidad”.
Frente a los números electorales, los republicanos acogieron la derrota con cierta parsimonia. En un salón de baile abarrotado de simpatizantes, Elder la admitió sin tapujos. “Seamos amables con la derrota. Es posible que hayamos perdido la batalla, pero vamos a ganar la guerra”, dijo el locutor radical que recibió un fuerte apoyo del ex presidente Donald Trump.
Este resultado representa un enorme alivio para los demócratas, que miraban el referendo como una especie de anticipo de las elecciones legislativas del año entrante. Aunque los números finales mostraron que alrededor del 60% de los votantes se opuso a la salida del gobernador, las encuestas hechas durante el verano sugirieron que los electores no estaban muy entusiasmados con Newsom. Sin embargo, a medida que se acercó la fecha límite su base se movilizó.
El presidente Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y las senadoras Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Amy Klobuchar, de Minnesota, viajaron a California para hacer campaña por Newsom, mientras el senador Bernie Sanders de Vermont y el ex presidente Barack Obama aparecieron en sus anuncios de campaña. Unos 70 millones de dólares en contribuciones a su campaña provinieron de donantes demócratas, grupos de americanos nativos, empresarios y sindicatos.
El gobernador denunció que la extrema derecha y los partidarios del ex presidente Donald Trump estaban intentando una toma de posesión hostil en un estado donde nunca podrían esperar obtener el apoyo de la mayoría en una elección regular.
También contrastó las bajas tasas de infección por coronavirus de California con la gran cantidad de muertes y hospitalizaciones en estados administrados por republicanos como Florida y Texas.
Las matemáticas electorales hicieron el resto: los demócratas superan en número a los republicanos dos a uno en California, y las reglas de votación diseñadas teniendo en cuenta la pandemia alentaron una alta participación, permitiendo que las boletas se enviaran por correo a cada uno de los 22 millones de electores activos registrados del estado con franqueo prepago. Más del 40% por ciento de esos californianos votaron antes del día de las elecciones este martes.