El diplomático nombrado como embajador de Estados Unidos en China, Nick Burns, tranquilizó al Congreso este miércoles sobre el futuro de las relaciones entre los dos países, que no atraviesan sus mejores momentos por los vuelos militares chinos sobre Taiwán.
“Deben tener confianza en nuestra fuerza” [diplomática], dijo el experimentado funcionario. China “es una nación que Estados Unidos y sus aliados podrán manejar”.
Burns testificó ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado en un momento en que la administración Biden está tratando de cambiar el enfoque de Estados Unidos en el extranjero para gestionar la competencia comercial y económica que plantea China. El puesto de embajador en ese país se considera, informalmente, uno de los más importantes para la política exterior de Estados Unidos.
La asertividad de China, en lo militar militar, diplomática y económicamente en la región oriental, bajo la conducción de su presidente, Xi Jinping, ha dado lugar al temor del surgimiento de una nueva Guerra Fría partiendo del discurso agresivo sobre una carrera armamentista en la que China amenaza con superar a Estados Unidos incluso en influencia mundial.
China “no es una potencia olímpica”, dijo Burns, sino una “fuerza extraordinaria”, también tiene “debilidades y desafíos “sustanciales en lo político, económico y demográfico”. Por ello, advirtió Burns, “debemos tener confianza en nuestra fuerza, las fortalezas estadounidenses, la confianza en nuestra comunidad empresarial, en nuestra comunidad de innovación, en nuestras universidades, en nuestra capacidad para atraer a los mejores estudiantes de todo el mundo, confianza en nuestro ejército incomparable. Y también en nuestro Servicio Exterior y Servicio Civil de primer nivel, sin olvidar la confianza en nuestros valores que se encuentran en brillante oposición al régimen autoritario de China”.
“Tendremos éxito si construimos esta fuerza estadounidense en torno a nuestra diplomacia”, enfatizó.
Burns se refirió a otro tema central en las relaciones con la región asiática al hacer hincapié en la construcción de alianzas en el Indo-Pacífico como un aspecto esencial a la hora de contrarrestar a China, algo que el ex presidente Donald Trump prácticamente echó a perder. En este terreno, “la alianza de defensa que el presidente Biden anunció el mes pasado con Australia y el Reino Unido es potencialmente transformadora”.
El nuevo embajador nominado se hizo eco de la posición de la administración Biden de cooperar con China siempre que sea posible, pero condenó muchas de sus acciones y calificó el tratamiento de China de su minoría uigur, mayoritariamente musulmana, como “genocidio” y a sus prácticas comerciales como inaceptables. Se alineó con el apoyo de Estados Unidos a Taiwán y Hong Kong frente a las acciones militares y políticas de China y a la represión política en este último territorio.
Como tercer funcionario del Departamento de Estado de la administración Bush Jr.,, Burns lideró las negociaciones para controlar el programa nuclear de Irán y cerrar un acuerdo nuclear con India. Algunos lo han criticado por debilitar la política de larga data sobre la no proliferación nuclear.
Es probable que el trabajo pasado de Burns para administraciones republicanas y demócratas le dé un amplio apoyo para su elección en una votación del pleno del Senado.
Sin embargo, dos senadores republicanos, Ted Cruz, de Texas y Josh Hawley, de Missouri, se han comprometido a bloquear a los nominados de Biden por disputas no relacionadas, creando lo que la administración considera un déficit crítico en la representación diplomática de Estados Unidos en el exterior.