Casi en coincidencia con la anunciada reapertura aeroportuaria en Cuba, el gobierno de Estados Unidos acaba de anunciar nuevas reglas para todos los pasajeros que ingresen al país independientemente de donde vengan, mostrando una política sanitaria aperturista en tiempos de la COVID-19, según el departamento de Estado.
Se trata de una política actualizada que establece un sistema de viajes internacionales más riguroso y homogéneo en todo el mundo, y está orientado por criterios de salud pública.
Así, “a partir del 8 de noviembre, los ciudadanos extranjeros que no sean inmigrantes y que viajen por vía aérea a Estados Unidos deberán tener las vacunas completas y presentar constancia de haber sido vacunados contra la COVID-19 antes de abordar un avión para viajar”, indica la nota oficial.
Las pautas actualizadas sobre los viajes incluyen también nuevos protocolos relacionados con las pruebas de detección, en las que se precisa que los viajeros no vacunados — ya sean ciudadanos estadounidenses, residentes legales permanentes (RLP) o el número reducido de ciudadanos extranjeros no vacunados que están exceptuados— ahora deberán someterse a una prueba el día previo a la fecha de salida.
El anuncio de estas pautas persigue brindar tiempo a las aerolíneas y a los viajeros internacionales de prepararse para esta nueva política antes de la fecha de implementación.
Por su parte, los ciudadanos extranjeros que tengan esquema de vacunación completa también podrán viajar a Estados Unidos a través de las fronteras terrestres norte y sudoccidental por motivos no esenciales, como turismo, a partir del 8 de noviembre. En los próximos días las autoridades darán a conocer más detalles sobre los cambios en las restricciones relativas a fronteras terrestres.
Los viajeros podrán encontrar más precisiones sobre el anuncio relativo a viajes aéreos en los sitios web de los CDC y del Departamento de Estado.
Vacunas aceptadas
Los CDC han determinado que, a efectos de viajar a Estados Unidos, las vacunas aceptadas incluirán aquellas aprobadas o autorizadas por la FDA y las vacunas incluidas en la lista de uso de emergencia (EUL) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta última no incluye por el momento las vacunas anticovid de Cuba, aunque ya la Isla ha iniciado los trámites correspondientes para obtener el aval del organismo global.
Se considerará que las personas cuentan con una vacunación completa a partir de las dos semanas de la aplicación de la última dosis contra la COVID-19. Ello es válido tanto para los que han recibido una vacuna de única dosis autorizada por la FDA o aprobada por la OMS, como la de Johnson & Johnson, y para quienes se han administrado cualquier combinación de dos dosis de vacunas autorizadas por la FDA o aprobadas por la OMS, incluyendo una pauta mixta, que combine más de una vacuna.