Suceden cotidianamente en Cuba puestas en escena de obras de teatro, espectáculos musicales, performances, exposiciones de artes visuales, exhibiciones de películas… eventos más y menos concurridos, más y menos polémicos, en espacios privados y estatales.
¿Qué diferencia estos medios de expresión con otro: la convocatoria a una manifestación? ¿Es que unas representan un medio de libertad de expresión y las otras no? ¿Es la participación de miles de personas lo que les confiere a unas un sesgo peligroso? ¿Del sentido y de las normas con que puede operar cada una? ¿De su significado y efectos sobre la paz social de la Cuba actual? ¿Para qué sirven unas y otras?
Imaginemos que el proyecto de ley sobre manifestaciones en Cuba ya está en borrador ahora mismo, como Decreto-ley. Y que se fundamenta no solo en el Artículo 56 de la Constitución, sino en la libertad de expresión, el derecho ciudadano para reclamarles a las instituciones del Estado y la sociedad, el perfeccionamiento de la democracia socialista, el aseguramiento de la justicia social, etc.
En sus secciones y apartados, el proyecto detalla los requisitos para solicitar y conceder autorización de una manifestación; conducirse dentro de lo establecido por los códigos vigentes; delimitar el contenido, características y recorrido de la marcha; identificar la jurisdicción correspondiente; el número de participantes; la duración; las responsabilidades incurridas en caso de daños y perjuicios a la propiedad; irrespeto a la autoridad, agresión contra personas o cosas, u otra violación de las estipulaciones de la Ley o de lo que fije la autorización.
Si ya tuviéramos una ley, entonces el problema parece muy sencillo: basta con aplicarla. En sus partes complementarias, las leyes suelen dejar claro a qué instituciones les toca, cuáles son sus atribuciones, y demás detalles técnicos. Así que, jurídicamente hablando, el problema ha quedado despejado. Las instituciones hacen lo que dice la ley, y ya está. ¿No es verdad?
Antes de seguir por esa pendiente tan “sencilla”, detengámonos a considerar algunas de las preguntas anteriores. Si se respondiera que una manifestación pública, por su naturaleza, es un medio de expresión muy distinto a una representación artística, pero también muy diferente a otro recurso legal cualquiera, como el que se utiliza para reclamar una solución justa a un problema, ¿cuál es su índole específica? ¿Qué la distingue? ¿Para qué?
En efecto, una obra de arte o del pensamiento, un simple acto de libertad de expresión, una intervención cultural sobre un público determinado, un medio portador de un mensaje —una clase, un artículo, un post en las redes—, o el pleno ejercicio de un derecho individual y soberano, no equivalen a una gran masa de personas atravesando por su cuenta un entorno público altamente regulado —como suelen serlo en todas partes.
Aunque una manifestación tenga (o afirma que tiene) una intención estrictamente pacífica, sigue siendo un acto consciente y deliberado que reclama, a nombre de esas libertades, un espacio público, que como tal no le corresponde utilizar por su cuenta a nadie en particular, no importa el número de personas que lo reivindiquen.
En otras palabras, ninguna libertad de expresión, orden o principio constitucional, derecho humano, etc., explican la naturaleza de una manifestación pública ni agotan su sentido y efectos como fenómeno político. De manera que discutirlo jurídicamente contribuye a plantearlo, pero deja intacto ese sentido político. Para hacerlo, se requiere colocarlo en el contexto específico de la situación aquí y ahora.
Cuando en Cuba se dice “político“, casi siempre se entiende “ideológico“. También se interpreta que “obedece a una conspiración en curso“, venida del Norte o de la Plaza, según el gusto. De esos dos axiomas se deriva que hay una condición “moral“ involucrada, que caracteriza automáticamente a los sujetos. De manera que el campo de actores políticos se alinea, como las limallas de hierro entre dos polos magnéticos, en tendencias ideológicas, intereses, personalidades. “Dogmáticos“ y “centristas“, los que “responden al Partido-Estado“ y al “imperialismo y sus secuaces“, los que “han vendido sus conciencias“ y los que “todo lo hacen para preservar sus privilegios“.
Aunque “hay de todo en la viña del Señor“, me voy a limitar aquí a caracterizar esta manifestación imaginada, en términos de sus implicaciones y costos, como una acción política concreta, al margen de sus intenciones declaradas y protagonistas.
La marcha no es una acción espontánea e improvisada como lo fueron la sentada del 27N y las protestas del 11J. No había entonces un mando cohesionado, y mucho menos un máximo líder. El 27N se hizo y se rehizo sobre la marcha, hasta que el grupo originario se deshizo, y solo quedó un nombre que poco tiene que ver con su sentido inicial. En cuanto al 11J, ni siquiera tuvo una agenda, sino que fue una reacción en cadena marcada por la anomia, la escasez de alimentos y luz, la carestía, el repunte de la COVID-19. No es probable que las circunstancias de ambos eventos vuelvan a conjugarse. Aunque otros reclamos de diálogo y otras protestas espontáneas puedan ocurrir, el gobierno debe haber aprendido la lección, y tratará de prevenirlas por todos los medios.
En contraste, la marcha convocada recientemente constituye una acción política estructurada y consciente desde el momento de su enunciación. Está construida con la progresión dramática que caracteriza a la acción política calculada. Si se le comparara con una puesta en escena, esa progresión ya está presente en todo lo que precede a su hipotético “estreno” el 15N. Como la sinopsis que los espectadores reciben de antemano, su plan y manejo ha contenido todos los detalles necesarios para imaginarla: asunto, protagonistas, acompañamiento, lugar donde transcurre la acción, planteo del conflicto, puntos de viraje, secuencia temporal, suspense, desenlace previsible.
Dice CNN que el gobierno le teme a la manifestación. Yo siempre digo que “el gobierno” es mucha gente. Pero si el Artículo 56 se redactó, se incluyó y se aprobó en la nueva Constitución; y si se puso en el plan legislativo de 2020, es porque en “el gobierno” prevalecieron los que tenían la intención de crear la posibilidad de realizarlas. No sé si el presidente de la República estuvo entre ellos; lo que importa es que la legitimidad de las marchas estaba dentro de la lógica que se consideró necesaria en este reordenamiento del sistema, más allá de coyunturas y personalidades.
Si alguna vez la idea de la marcha fue viable en términos de negociación, la publicación unilateral de su convocatoria, y la voluntad expresa de realizarla de cualquier manera, le daba a la solicitud de autorización un carácter perentorio. Congruente con ese fait accompli, o “coyunda“ como se dice en cubano, estaban las operaciones políticas que la han acompañado en paralelo desde el principio: campañas de promoción, nuevas consignas, gestos de apoyo y simpatía, así como cualquier cantidad de debates en las redes, y juegos de cintura en camino a su propósito declarado. Por último, no menos importante, está la entrada de las organizaciones de la contrarrevolución establecida, como UNPACU, desde muy temprano, en este proyecto de marcha pacífica, la marcaba con una particular ambivalencia.
El significado político “real” de la marcha, expresada en esta ambivalencia, se puede medir en la brecha existente entre lo que se plantea como intención y lo que ha producido en su anticipación virtual: un proyecto político que proclama el diálogo y la reconciliación y que todo el tiempo ha agudizado la polarización. Su efecto sobre una Cuba golpeada por la crisis y la pandemia, especialmente la de aquellos grupos sociales más expuestos, no les trae una bocanada de esperanza y alivio de tensiones. Tampoco le facilita a un país que ha vivido 20 meses de cuarentena la recuperación de sus vasos comunicantes y relaciones exteriores, vitales para el bienestar de la mayoría, y la continuidad de las reformas.
A pesar de desplegar las banderas del pluralismo, el discurso de la marcha y sus acompañantes contribuyen poco al entendimiento; al contrario, se caracteriza por el tono combativo, que resuena en muchos seguidores como un llamado al puntillazo del régimen. Típicamente, esta escalada ha repercutido en el endurecimiento de las tendencias más radicales. De manera que la reacción política del otro lado es la previsible. Después de permanecer en silencio durante varias semanas, las autoridades anunciaron la prohibición. De cierta manera, esta crónica de una muerte anunciada formaba parte de las premisas y el despliegue del proyecto desde su inicio.
Imaginemos que, a pesar de no haber una ley que la regule y defina sus límites, el gobierno hubiera aceptado esta acción política de contenido opositor, y le hubiera cedido un espacio público totalmente abierto y muy céntrico, en el corazón de La Habana. En manos del grupo gestor del 27N estaba mantener la paz, y evitar que provocadores desconocidos introdujeran acciones violentas, entre un pequeño grupo sentado pacíficamente en una calle de El Vedado. Es algo muy distinto gobernar una multitud de 5 mil personas o más, en el cruce de caminos entre el Parque Central y el Capitolio, cuatro meses después del 11J.
Hacer resonar las banderas de la libertad de expresión, el respeto al debido proceso judicial incluso de aquellos cuyas ideas no se comparten, hacer prevalecer el diálogo y el debate de ideas sobre la unilateralidad y la coacción, pudo suscitar un grado de consenso. Planear una marcha simultánea en varias ciudades de la Isla y en el corazón del exilio, dirigida a ponerle una presión crítica al gobierno, y demandarle un pluralismo que abarque a los sectores más recalcitrantes de esa oposición, abiertamente aliados a potencias extranjeras y causas anticomunistas, deja fuera a muchos de los mismos que abogan por el diálogo, la diversidad y el debate de ideas, y que se oponen a la coacción.
Autorizar la marcha, y facilitar una contramarcha de esos y otros descontentos, ese mismo día y a esa misma hora, ¿contribuiría al clima de entendimiento, reconciliación, paz, estabilidad? ¿Enriquecería el debate de ideas y fortalecería una cultura del diálogo, por oposición al conflicto y el odio? ¿O nos encamina en una escalada indefinida de marchas y contramarchas?
Digamos, finalmente: ¿nos acerca la marcha a una Ley de manifestaciones? ¿Facilita el camino a una Ley de asociaciones programada para fines del año que viene? Esta sería hora de pensarlo duro, pues de otra manera, el espíritu de las reformas se nos puede echar a perder en una serie de acciones combativas que todo lo enturbien y retarden. Ahora que tanta falta hace, como nunca en las últimas décadas, lucidez y ecuanimidad, de esas que estrategas y pensadores políticos sabios recomiendan.
Me gustaría haber intercambiado todas estas interrogantes y problemas con uno de esos sabios. Si de entender a Cuba se trata, haber aprovechado la luz larga de alguien como Juan Valdés Paz, ha sido una fortuna durante más de 50 años. Ahora que él acaba de irse, como se van los grandes viejos que nos enseñaron a pensar, lo que más vale es no perder su orientación. Y para hacerlo, al fin y al cabo, también sirve un diálogo imaginario. Pienso que no por haberse ido dejará de escucharme.
Como la dictadura habanera no tiene nada que ofrecerle a la Nación cubana, tiene que reprimirla para mantenerse en el poder. Hay que enfrentarla, No hay de otra. Los mejores hijos de la Patria en estos días están presos, desterrados o amenazados y vigilados constantemente. Ese es el precio que siempre a lo largo de nuestra historia hemos pagado por la libertad. Pero sería muy conveniente que los esbirros que hoy participan o piensan participar en el acoso de la manifestación de 15N tuvieran en cuenta de que en el avión en que se van a ir de Cuba Mariela y Tony Castro ellos no caben. Más vale que se reconcilien con sus auténticos compatriotas. Patria y Vida.
Presos quedaran, y con llave perdida tal como merecen.
Los “desterrados”.. se “desterraron” ellos mismos, esperemos q por siempre.
Esos vigilados, mientras trabajaen para quines reciben fondos destinados por potencia extranjera enemiga y otros acolitos expresamente dedicados para agredir y subvertir en nuestro pais, y/o se les pague des esos fondos, bien van que no se les aplica la ley en toda su extension y se unen a los del primer punto.
Minetras nuestro pais este bajo ataque, mientras esos cabrones sean apoyados , amaprados, financiados por quines no han atacado por decadas, con esos no hay ni dialogo ni permision.
Apúrese a aprender ortografía, le queda poco tiempo de esbirro.
Rafael Ud también ha sido parte del grupo de intelectuales y académicos que me ha ayudado a pensar. He sido seguidor de sus artículos, alguna que otra comparecencia en la TV y demás, y siempre he elogiado su sabiduría, su sentido de ponderar el consenso y su oposición al dogmatismo, al sectarismo, a las posiciones políticas extremas. He aprendido con ud de historia, de política y muchos temas en general. Por eso, desde el respeto, permítame discrepar un tanto sobre este artículo.
Es cierto que Cuba ha sido fortaleza sitiada y como tal, ha tenido que defenderse. Justificación también para el extremismo y políticas de sobrevivencia. Pero todo esto ha servido para borrar cualquier manifestación disidente del pensamiento oficial. No solo los de derecha y socialdemócratas, entre otras ideologías, han sufrido el ostracismo, también grandes intelectuales como Juan Valdés Paz han padecido las consecuencias de ser auténticos y de discrepar, criticar y señalar, aún desde un pensamiento muy comprometido y desde la izquierda.
El punto sería: ¿Es o no un derecho el manifestarse pacíficamente? ¿Cuando en otra geografía, como Estados Unidos, ocurre una manifestación pidiendo cambios del sistema, acaso nosotros no alabamos y legitimamos eso? ¿Será que allá sí es válido y acá no? ¿Acaso peor que la marcha en sí, no es promover el uso de la violencia por cubanos para que repriman con palos, cual hordas fascistoides? ¿Acaso no se está amedrentando a los organizadores e hipotéticos participantes?
Por lo visto, ningún reclamo que sea diferente, que no acate y asiente lo establecido, tiene el derecho a la manifestación pacífica. Y claro que existen muchos intereses, bien funestos para nuestro país. Entreguistas, neoplattistas, colaboradores de una potencia extranjera, pero esa será la justificación eterna. Yo creo que nuestro gobierno, que es cada vez menos revolucionario y socialista, debe rendir cuentas: por su mala gestión económica, por medidas y reformas aplazadas sin justificación, por la existencia de corrupción, de familias privilegiadas cual oligarquías, con prebendas y privilegios de ricos, por la falta de transparencia en la actividad económica por parte de los militares, por el bloqueo interno que nos sigue condenando, más incluso que el criminal e injustificable bloqueo americano. Otro gran intelectual cubano que respeto muchísimo, Julio Antonio Fernández Estrada, decía a raíz del 11 de julio, usando una palabra que pudiera interpretarse como soez, que el pueblo estaba cansado del descaro, al referirse a esa clase burocrática y militar dirigente. Y justamente creo que por ello nuestro gobierno tiene que rendir cuentas, ser verdaderamente marxista, adaptarse a los tiempos y cambiar. Espero por el futuro de mi país, como dijo Perrugoria, que ese cambio se realice en respeto de las instituciones y no en el caos.
que cree usted que pasaria si algunos con contactos y financiaminto directo o indirecto , digamos que de agencias rusas, decidieran hacer una manifestacion antigubernamental frente a la casa blanca
digamos que se les conoce que mantinene contactos con “ex” integrantes de al-quaeda y se intruyen con el ayatola de turno, ademas se pasean por cursitos y becas pagados por el gob chino sobre como subvertir la sociedad, instituciones y gobierno en usa.
que cree que pasaria.?
me parece que el FBI les tocaria laspuertas de con bastante tiempo de antemano y cuidado no terminen en un tour por las intalaciones de X-Ray Camp
Camarada:
No me gustan las comparaciones. Estados Unidos no es el paladín de la democracia y los derechos humanos. En los 60s aún se luchaba por darle derechos básicos a sus propios ciudadanos afroamericanos, cuyos líderes fueron asesinados, encarcelados y reprimidos, cuando en Cuba el apartheid había sido abolido tras el triunfo de la Revolución.
Es cierto que la disidencia históricamente se ha caracterizado por el entreguismo y la cooperación con el poder extranjero. Lo que sucede es que ahí se coloca cualquier pensamiento que difiera de lo establecido oficialmente. No existe espacio y lugar para el disenso en Cuba. La manifestación pacífica es considerada un derecho humano (teniendo en cuenta límites éticos y prácticos). Puede constituir un mecanismo de denuncia, de presión, de exteriorización del descontento de un sector de la población, mayoritario o no y una forma para reclamar demandas populares, etc. ¿Acaso porque la protesta pacífica sea reprimida con saña, por ejemplo, en otros países de nuestro hemisferio, es legítimo que así se proceda acá?
Si Yunior es pagado, fruto de la preparación del enemigo, pues déjeme decirle que aún así expresa muchas verdades. Lo curioso es que si yo, que no soy financiado ni por mi familia del norte, constituyera un grupo y pidiera permiso para realizar una marcha pacífica para exigir la eliminación de las tiendas en MLC (que sería buena idea, por cierto), sería tildado de mercenario, vende patria, cooperador con el enemigo.
Y sabe, ahora pensando, nosotros aquí apoyamos muchísimo las marchas (incluso, hasta las que no son tan pacíficas) de los pueblos, las publicitamos, las respaldamos y legitimamos. A mí me parece, por lo mínimo, que eso es hipócrita.
sin ponerse molesto,creo debe revisar sus lecturas y reflexionar acerca de lo que ha sacado en limpio de ellas.Seguro que os EEUU son,han sido el paladin de los derechosy libertades,lo que usted esta acondicionado por una mentaidad que lo lleva a pensar que el Estado,el Iluminado,,etc,etc le dara derecho e igualdad a todos y n es asi…..sentar las bases para que cada cual luche por sus derechos es la cuestion.No es facil conquistar derechos e igualdades sociales,es una lucha,pero cuando el Estado y el Iluminado lucha contra los que reclaman esos derchos,es aun mucho peor.Si usted no ve la grandeza de los EEUU es porque no quiere verla.Y el unico obstaculo que ha tenido el gobierno totalitario en cuba,el unico freno,ha sido la politica de los EEUU.Si los EEUU fuera aliado o comlice del gobierno cubano,estariamos,con cadenas en los pies …..
Sin molestia alguna le puedo decir que no comparto el criterio: el iluminado y el estado cubano no son el punto. Yo no necesito comparar países y realidades tan diferentes para sacar conclusiones. Estados Unidos posee la grandeza de una gran nación erigida a partir del poder colonial, pero encierra muchas contradicciones e injusticias históricas. También ha sido una potencia imperialista y guerrerista. En lo interno el verdadero poder lo tiene el dinero. Mas la crítica a un país o sistema no legitima y alaba a otro automáticamente. Del nuestro se puede decir mucho, de lo que fue y se ha ido convirtiendo. Aunque el resultado sea gris, siempre hay luces y sombras que señalar.
Profesor,de mas esta decir que usted y el fallecido Juan Valdez,seguro estarian de acuerdo en que garantizar “la paz social” y defender el “legado de la Revolucio” es lo mas importante y,dentro de su elitismo izquierdista,estan en contra de los gritos,bandersa ,carteles ,presiones,etc,etc siempre que vayan contra “el gobierno del PCC “….si fuera en chile,si le gustaria,en cuba,no !!Pero sucede que el tiempo se va pasando y al gobierno totalitario que condiciona y reprime las manifestaciones de derechos eementales a su parece que hay dudas acerca de: que es ,como actua y adonde va la dictadura totalitaria que ejerce el poder desde hace sesenta y pico anos en cuba !!! Creer que la dctadura totalitaria sera respetuosa de otra cosa que no sea compatible con ejercer ese Poder Total,es cree que la Tierra es plana.Los totalitarios cubanos,optaron por el socialismo real,no porque creyeran que esa opcion traeria la felicidad y el desarrollo al pueblo cubano.Solo vieron un sistema que,desde el punto de vista de la izquierda eltista y decadente mundial,ofrecia caminos “intelectuales” a un Proyecto que implicaba como “normal y deseable “un Poder Totalitario,en nombre de los desposeidos y como alternativa al “capitalismo liberal” y a su Maximo propulsor y defensor “el imperialismo Yanky”. Sonaba muy lindo a la izquierda ver un “David comunista ” frente a un “goliat imperialista ” y teniendo victoria,tras victoria.En fin,como resultado y como polllo del arroz con pollo : un satelite de La URSS, un pais totalitario,con un pueblo esclavo y todo esto,con apoyo de la izquierda y los extremistas del mundo.Una pesadilla que no es deseable para nadie.En esa pesadilla,solo hay una certeza y una esperanza,gustele a quien le guste y a pesar de todo ”
Certeza : el apoyo de los EEUU al pueblo cubano
Esperanza : una implosion del Sistema.
Por lo demas,es algo cierto y comprobado que el sistea totalitario no admite disidencia.Por lo demas,esto no ha sido ,ni es excusa para cuamplir con el deber las personas que sientan ese llamado.. van quedando pcas voces ta “comprensivas” como la de usted .Tener derechos no tiene nada que ver con el socialismo no con el capitalismo.Todos debemos tener derechos y a todos tendrian que respetarnos……
El poder opinar,votar y manifestarse,no debe requerir un ejercicio de intelectualidad,es un derecho y punto.
asi que “apoyo de los EEUU al pueblo cubano”, no se si reir o llorar. si apoyo es agredir podr decadas de todas las maneras habidas y por haber, poniendo el pueblo los muertos incluso, no quisiera saber que serian el no tener apoyo o ser de veras agredidos.
su “esperanza” se la comen los chivos
No le quepa la menor duda de que el mejor aliado que ha tenido el pueblo de Cuba a lo largo de su historia ha sido EEUU. Si quiere llorar apúrese, le queda poco tiempo.
Por cierto se escribe “por décadas” no “podr decadas”.
El pecado original es haber aprobado aspectos esenciales del Estado de derecho socialista en la Constitución y no darle la prioridad que tiene en la aprobación de leyes que la respladen, tal es el caso del reclamo sobre Ley de manifestaciones, o la necesida de una defensoria del pueblo ante los actos anticosntitucioanles de la burocracia a todos los niveles,, el caso de La ley de la empresa estatal para impulsar el marco institucional de la que hemos dicho en documentos que es el actor fundamentla, pero en la relaidad hay serias distancias
Sin embargo, nuestra burocracia es muy inteligente pues nos concentro la atención en el debate de la Ley de las familias, el bienestar animal, y otrso asuntos todos importantes pero de menor significación que los aspectos anteriores
Pero el autor señala que “Cuando en Cuba se dice “político“, casi siempre se entiende “ideológico“. También se interpreta que “obedece a una conspiración en curso“, venida del Norte o de la Plaza, según el gusto.” esto no es un problema de los cubanos , es el resultado de más de 60 años de guerra con la potencia más grande, desde un país
No creo que bajo esta situación se compare a Cuba y las vías demcoraticas del poder y su
defensa con el resto de los países bajao la necesidad de los derechos naturales de la sociedad civil ante las intituciones de gobierno. Hay que poner como condición que mientras estemos bajo la guerra por todas las vías con EU, no es posible aprobar ningun tipo de manifestación que cuente con apoyo, fiannciamiento, propaganda, de sus intituciones o de los emigrantes cubanos para cambiar el sistema que se ha aprobado democraticamente.
Si ceo que ha sido muy pobre el aporte de los artistas y personal de la cultura a nivel nacional para apoyar la Revolución Cubana contra los ataques de los “artistas disidentes”, en especial los jovenes. Tal parece que desean que a través de esto movimientos , se le incluya sus demandas no satisfechas en el tiempo, por muy justas que sean. Estan muy lejos de la actitud de los mèdicos, maestros y otros sectores que son jovenes tambien y apoyan a la Revolución, con todos su defectos
aunque mi comentario parece que lo editaron, pues son dos en uno,no quedo del todo mal: dice lo que quise decir.Gracias…
A proposito de “la plaza sitiada” y del ” Bloqueo Yanky”…Profesor: cuando el gbierno comunista ha emplazado al gobierno de los USA a discutir acerca de su “diferendo”…cuando lo ha hecho por las vias normales,no en un “acto revolucionario? Y cuando el gobierno totalitario ha dado oportunidad a su oposicion a conversar acerca de la situacion del Pais ??
N veces se ha dicho por decadas. quieren discutir? venga, cuando y donde quieran. PERO sin imposiciones, metederas de pie, avasallaminto, infulas de grandeza imperia, ni violacion de la soberania de nuestro pais
si sigue sin saberlo, le recomiendo leer el libro “Backchannel to Cuba”, tendra info abundante del tema
Ud. ha dado muestras de ignorancia supina, propia de los adoctrinados por los dictadores comunistas de la Habana. Solo para ponerle un ejemplo: Bill Clinton le ofreció a Castro I comenzar un proceso de distención. ¿Qué hizo el tirano? Derribo dos aviones con ciudadanos norteamericanos de la Organización Hermanos al Rescate y comenzó una cacería represiva contra los disidentes en lo que se conoce como la Primavera Negra.
Por cierto se escribe “grandeza imperial” no “grandeza imperia”.
“ignorancia supina”, se le agradece el “elogio”
por otra parte, de veras?
bien derribados fueron. quisiera ver el caso que fuera al reves, sobre washinton, sobre las instituciones made in usa, y haciendo lo que hacian aqui. hacerlo varias veces porque da la gana. pero no solo eso, si no que los voladores ademas asociados a un terrorista, uno de los pilotos.
quienes estropean los contactos, a quienes les interesabna , antes y ahora (lo de ahora es una de las acciones para fastidiar cualquier arreglo, para los que viven de agredir a Cuba sigan viviendo de ello, ya se ve desde fines del pasado año, una posibilidad de arreglo? a joder para que no ocurra!!!!)
la “primavers negra” fue casi 7 años despues. y bien que les tocaban las |||||| bastante se vio de que como y por que se movian. quizas no lo vio, por convenincia
Ud no sabe nada de lo que escribe.. El odio se lo come por una pata.
¿Puede darme alguna prueba de su sabiduría? ¿O Ud. es solo consignas como sus amos?
Tan sencillo como que un régimen de partido único es incompatible con las libertades democráticas. Lo primero que hicieron para transitar en Europa del Este fue abolir el artículo 1 de aquellas constituciones estalinistas, referido al carácter socialista del Estado. Mientras persista ese bucle subjetivo, que termina siempre devorando cualquier otra ley menor a voluntad de la interpretación de turno, no habrá solución al problema cubano.
Francamente podría habernos ahorrado tiempo y mareos sofistas con escueto “NO PASARAN” que a fin de cuentas es lo único que se saca en limpio de tantos “imaginemos, obras artísticas, expresiones x o z”, etc. etc
Un comentario cojonudo. Lástima que el sentido común no sea uno de los pocos atributos de la oposición “merengue” que debate a Gene Sharp en reuniones de comité de base.
Al margen del vacio legal que crea la ausencia de leyes complementarias al articulo 56, que el intendente de un municipio “decida” si una manifestación es aceptable o no desde el punto de vista constitucional crea un precedente nefasto.
A diferencia del show de Humbertico esto es un enfoque inteligente y bien diseñado, pero va hacia el mismo lugar. Realmente en Cuba hay que hacer cambios y cualquier voz ha de ser escuchada, respetada y no acusada y desprestigiada.
Este excelente artículo esclarece con exactitud el propósito de la anunciada marcha del 15N, mostrando abiertamente sus componentes, los actores y anticipado su fracaso. Digo fracaso porque ha sido obvio y quedó totalmente expuesto cómo marcha fue estructurada desde Estados Unidos por los más recalcitrantes “líderes” del Miami, políticos y la administración Biden. Tal como apareció en la televisión y la prensa, todo estaba previsto para el golpe final con una insurrección que necesitara la intervención de EE.UU. No pasó porque ayer se volvía abrir Cuba al mundo después de la terrible pandemia y a los turistas que son fuentes de trabajo para los cubanos. Todos en Cuba saben que con los deficiencias de la gobernabilidad, han luchado solos y como el ave Fénix deben resurgir, así sea con la ayuda de China.