En días recientes, ha trascendido una noticia en el ámbito de las remesas, con la instauración de un canal específico por parte de la empresa RevoluGROUP con base en Canadá, para el envío de transferencias formales a Cuba enmarcadas en las condiciones establecidas por parte de las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos (Cuban Asset Control Regulations, CACR) de la OFAC.
Las remesas constituyen una de las más importantes fuentes de ingresos de Cuba, equivalentes, desde 2015, a más del 20% de los ingresos por exportaciones, y han llegado a alcanzar un monto estimado superior a los 3 400 millones de USD en 2018.1 A su vez, han contribuido de manera contundente al financiamiento de la expansión del sector privado doméstico, hacia el cual podrían haberse dirigido alrededor de un 50% de los fondos remesados para ser utilizados como capital inicial o de trabajo.2
En el período inmediato a la pandemia se percibía una desaceleración de los flujos de remesa, presumiblemente asociada al estancamiento de la reforma económica en Cuba y sus impactos sobre el sector privado. Ya con la crisis en pleno desarrollo, las restricciones al envío de remesas establecidas por la administración Trump, la salida de Cuba de la Western Union, y la disminución de los viajes (vehículos de remesas en cash) durante 2020 y 2021 a niveles ínfimos, propiciaron una contracción de los montos remesados que se ha calculado en torno al 24 % en el 2020 respecto al 2018.1
En este contexto, resulta de interés para remisores, receptores de remesas (consumidores finales, o emprendimientos), el gobierno cubano y varios de sus actores institucionales, e incluso otras iniciativas activas en el negocio de los envíos de dinero, la existencia de este canal de transferencias, y el contenido de los mensajes anunciados por RevoluGROUP.
La web de la compañía ofreció una nota, con fecha del 28 de febrero de 2022, indicando que RevoluSEND habría comenzado con el envío de remesas hacia Cuba (y a Marruecos, con lo que el alcance de sus operaciones abarcaría 116 países), asegurándose previamente de que el mecanismo excepcional diseñado para garantizar las transferencias cumpliría con las regulaciones del Tesoro de los Estados Unidos: tendría una orientación “directa al beneficiario” y “(…) eludiría los escenarios de recepción centralizados del gobierno cubano, incluidas las entidades de la lista restringida (…)”.3 A su vez, asegura que las remesas podrían enviarse desde los Estados Unidos, y que los procesos de envío de remesas serían coordinados por RevoluGROUP USA Inc., filial establecida en Miami.
Según la información el mecanismo de envío involucraría la plataforma de remesas RevoluSEND y la aplicación de pagos RevoluPAY. En la web del grupo indican la necesidad de descarga de la aplicación de pagos donde previamente el usuario debe crear una cuenta, y la existencia de una tarjeta Visa o Mastercard vinculada que podría solicitarse y utilizarse para retirar los fondos recibidos en cajeros automáticos o pagar en comercios que acepten tarjetas Visa. Un breve tutorial para el envío de transferencias a Cuba en la web de RevoluSEND indica que estas se realizarían en euros, y los depósitos serían direccionados a cuentas en MLC de los beneficiarios ubicadas en Banco Metropolitano, Banco Popular de Ahorro o Banco de Crédito y Comercio.
En conferencia de prensa, Emilio Morales, vicepresidente de RevoluGROUP, trató otros aspectos de interés. El ejecutivo fue muy enfático en asegurar la inexistencia de ningún contrato o vínculo formal entre la compañía y el gobierno cubano o sus instituciones, declaró su apoyo a las restricciones vigentes al envío de remesas (las cuales considera necesarias), desestimó mecanismos de transferencias previos por considerar que ponían recursos en manos del gobierno cubano y empresas bajo control de las Fuerzas Armadas, y legitimó las virtudes de su propuesta mediante la cual “por primera vez llegan a Cuba remesas limpias que no pasan por manos de los militares”. Enfatizó en que dadas las restricciones vigentes, RevoluGROUP ofrecía un mecanismo excepcional para el envío de remesas formales desde los Estados Unidos. A su vez, detalló parte de los pasos que deberían seguir los usuarios, ratificando que se podrían solicitar tarjetas VISA que serían operativas en Cuba y el resto del mundo y que además del wallet de RevoluPAY y las cuentas MLC, podrían ser receptoras de los fondos remesados.
Tanto el anuncio como la conferencia de prensa, destacan por enfatizar en la desconexión contractual con el gobierno cubano y sus instituciones, algunos mensajes inexactos, y algunas novedades que potencialmente podrían ofrecer beneficios y abrir oportunidades a diversos actores. Habría que analizar la determinación de tasas involucradas en la recarga del wallet RevoluPAY y las transferencias posteriores, su comparación con las que ofrece la competencia, determinación de montos límites a enviar/recibir, y una comprobación total de la funcionalidad de cada pieza del engranaje diseñado, por ahora podemos analizar los siguientes aspectos:
Desconexión con instituciones del gobierno cubano: El énfasis intenta ratificar el cumplimiento por parte de la compañía con las restricciones de la OFAC, y garantizar la atracción de cuotas del mercado de remesas procedentes de Estados Unidos. La compañía intentaría validar su “legitimidad” ante un grupo de estos remisores, que querrían cumplir con las regulaciones vigentes, y a su vez interesados en mecanismos que garanticen el arribo de fondos en “moneda dura” y el mayor control posible de estos por parte del destinatario final. Los remisores que resuenan con el discurso de pillaje de remesas por parte del gobierno cubano, podrían considerar la validez de una “alternativa” lanzada con una fuerte carga de mercadeo que intenta desmarcarla de la institucionalidad en Cuba.
Excepcionalidad de los pagos desde los Estados Unidos: Durante los dos últimos años, han existido plataformas y aplicaciones ubicadas en otros países, que han permitido la ejecución de transacciones procedentes de los Estados Unidos con Cuba como destino posible. Es el caso, por ejemplo, de Topipay. Lo que no parece existir en este momento, más allá de la propuesta de RevoluGROUP, son compañías, ubicadas o con filiales en Estados Unidos, procesando transacciones formales hacia Cuba.
Excepcionalidad de los mecanismos de recepción de fondos: En este caso, RevoluGROUP no sería el primero en ofrecer wallets para la recepción de fondos, la posibilidad de transacciones entre wallets internas, y la extracción hacia cuentas MLC. Al menos, Qvapay y Tropipay han ofrecido servicios similares. A su vez, fuentes consultadas utilizaron a inicios de 2020 los servicios de RevoluPAY para el cobro de tarjetas virtuales emitidas por Expedia a favor de arrendadores cubanos, y una de las opciones para recibir los fondos era en cuenta bancaria MLC en Cuba. O sea, la transferencia a cuentas MLC es un mecanismo funcional y explorado con anterioridad por instancias de RevoluGROUP y su competencia activa. Algo que podría convertirse en una novedad singular, sería la masificación de la emisión y uso de tarjetas de débito Visa funcionales en Cuba y el extranjero. Otras compañías han ofrecido en el pasado opciones de tarjeta física, más estas no han sobrevivido en el tiempo, o por diversas causas, su uso no se ha popularizado. Definitivamente, no por ausencia de necesidad por parte de emprendedores y consumidores en Cuba.
Mecanismos de recarga: En este aspecto, además del uso de tarjetas de débito, crédito o transferencias bancarias, trasciende una opción brevemente mencionada en la conferencia de prensa, la posibilidad de recargar el wallet con criptomonedas y la posterior “monetización” de estas hacia cuentas MLC o la tarjeta Visa. Aunque otras compañías han explorado el camino de la monetización formal de criptos a MLC, no muchas parecen permanecer activas, y de manera general los procesos incluyen montos límite y altas comisiones.
Más allá del discurso promocional que presenta a RevoluGROUP como alternativa pionera y con carácter liberador total del receptor final de los flujos de remesa, si la operativa del mecanismo propuesto resulta funcional, será un servicio que probablemente genere una importante demanda, y tal vez influya en la disminución de las tasas que cobran otros oferentes e induzca nuevas innovaciones en el mercado de remesas. Entre los aspectos más relevantes de la presente propuesta, se encontrarían:
- La disposición de una tarjeta física Visa que podría utilizarse en Cuba y el mundo. Ello le daría la posibilidad al receptor de los fondos de realizar pagos en establecimientos físicos en Cuba y durante viajes al extranjero, así como acceder de manera individual al comercio online. Sería una opción válida para el receptor en tanto consumidor final, y también como mecanismo de recepción de pagos por la venta de bienes y servicios para emprendedores cubanos. Implicaría para los cubanos una democratización de los mecanismos de pago tradicionales habituales en la mayor parte del mundo. No obstante, el mecanismo de obtención de dicha tarjeta física se mantiene difuso, no fue suficientemente abordado, es decir, no se ha esclarecido cómo llegaría a su destinatario.
- Que se incorpore la transferencia a cuentas bancarias MLC como destino final de los fondos. Ello garantiza a los receptores de remesas (y de transferencias en general) el acceso a bienes, algunos de ellos esenciales, solo disponibles en Cuba en las tiendas MLC. A su vez, con estos fondos el sector privado podría financiar operaciones de comercio exterior mediante las empresas intermediarias locales designadas, que cobran en divisas bancarizadas por prestar sus servicios.
- La potencial popularización del wallet de RevoluPAY como mecanismo ágil para la realización de cobros y pagos de personas naturales y negocios privados. También, mediante la utilización de otras herramientas sugeridas, para el cobro directo de tarjetas de débito y crédito. Tendrían que comprobarse los mecanismos, pero parecen prometedores y podrían ocupar crecientes espacios en términos de medio de pago y reserva de valor.
- La posibilidad de monetizar formalmente criptomonedas. Para un creciente número de cubanos, estas se han convertido en un vehículo popular de remesas, canal de cobro por venta de bienes y servicios, y fuente de ingresos procedentes de participación en exchanges y otras plataformas online. La transferencia a cuenta MLC supone un mecanismo que permitiría sortear los riesgos asociados a la monetización en los mercados informales.
En cuanto a las autoridades cubanas, en nota de interés emitida el 4 de marzo por el Banco Central de Cuba4 la entidad bancaria informó que “ninguna institución financiera cubana, o de otro tipo, tiene contrato o relación formal con RevoluGROUP, por lo que se desconoce la formalidad y seguridad de dichas transacciones”. La nota adquiere valor desde la perspectiva de allanar el camino a una entidad foránea dedicada a enviar remesas en un contexto en que una relación contractual podría dificultar el cumplimiento de las restricciones impuestas por el gobierno norteamericano, o al menos, no darle buena promoción de cara a una parte de los emisores en Estados Unidos. En cualquier caso, las partes pueden prescindir de la relación contractual, será suficiente si las transferencias llegan a cuentas en MLC en los bancos comerciales cubanos: los receptores dispondrán de sus saldos para comprar en las tiendas MLC o realizar operaciones de comercio exterior, y el país asegurará divisas frescas con destino final acotado y no extraíbles a cash. En cuanto a la referencia a la formalidad y seguridad de dichas transacciones, quizás fue innecesaria la aclaración: si el mecanismo no funciona, la iniciativa duraría bien poco en el mercado de intermediación de transferencias.
El canal de remesas/transferencias propuesto por RevoluGROUP se inserta y amolda en el contexto configurado por las ilegítimas sanciones que mantiene el gobierno de Estados Unidos. Estas han restringido la llegada de fondos a Cuba, y limitado el financiamiento no solo del gobierno cubano, sino de los consumidores y el sector privado. A su vez, la lógica de privar de fondos al gobierno de Cuba, ignora el hecho de que el aparato estatal es responsable del 70% del empleo, provee salud y educación gratuita, protección social básica como lo es la distribución racionada de alimentos, con lo que cualquier limitación de financiamiento a la estructura estatal, termina golpeando a quienes viven en Cuba, no importa el ámbito en que se desempeñen.
Más allá del discurso político y de mercadotecnia, cualquier iniciativa que canalice divisas hacia Cuba deberá ser bienvenida, y sería muy provechoso que los cubanos accedan a nuevos canales de remesas, ingresos, instrumentos de cobro y pago internacionales, y se empoderen, y puedan continuar desarrollando emprendimientos privados. Y que los participantes en la industria del envío de transferencias y remesas crezcan, y que las dinámicas de competencia continúen propiciando innovaciones y alternativas.
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Notas:
1 Vidal, P. (2022). El impacto económico de las sanciones estadounidense a Cuba, 1994-2020. Real Instituto Elcano.
2 Rodríguez, J. L. (7 de Enero de 2015). Cuba: desempeño económico en 2014 y proyecciones para 2015 (I).
3 RevoluGROUP. (28 de Febrero de 2022). RevoluGROUP Canada Inc. RevoluSEND Remittances Adds Cuba and Morocco Topping 116 Countries.
4 BCC. (2022). Nota de interés sobre RevoluGROUP.
5 Morales, E. (2020). COVID-19 puede hacer declinar las remesas a Cuba entre un 30 y 40% en el 2020. Business Report, Nº 2, THCG.
Soy usuario de Revolupay hace 2 años. Vivo en Cuba. La obtención de la tarjeta VISA se paga la comisión y ellos la envían por DHL. Así la recibí yo. Aún cuando no habían MLC, ya ellos enviaban a las de CUC, así q no son nuevos en esto
He tratado por todos los medios de enviar dinero a Cuba ,primero por revolusend y me envían para revolupay ,ahí se termina todo , no hay una manera más facil
RevoluPay…,,,no sirve la aplicación y no funciona bien el app.
vivo en estados unidos y bajé el app de revolupay y no me envían el código de 6 dígito para poder enviar dinero a Cuba