La Corte Constitucional de Perú aprobó hoy jueves la excarcelación del expresidente Alberto Fujimori, quien cumple una condena de 25 años por cargos de asesinato y corrupción.
La decisión restauró un indulto humanitario otorgado a Fujimori en la víspera de la Navidad de 2017 por el entonces presidente Pablo Kuczynski. La Corte Suprema peruana anuló el indulto médico en 2018 y ordenó que Fujimori volviera a la cárcel para cumplir su sentencia por abusos a los derechos humanos. Se suponía estuviera preso hasta el 10 de febrero de 2032.
Kuczynski había dicho que perdonó a Fujimori porque sufría una afección cardíaca que empeoró por las condiciones de la prisión, aunque la medida fue vista como un intento de evitar un juicio político al buscar el favor de los aliados de Fujimori en el Congreso. Kuczynski renunció tres meses después del indulto.
Seguidores de Fujimori se reunieron fuera de la prisión con la esperanza de verlo salir, aunque las autoridades no dieron indicios de que su liberación fuera inminente. Su abogado, César Nakazaki, dijo que no se esperaba que saliera de prisión hasta el lunes o martes, después de que se completen algunos procedimientos legales.
El presidente Pedro Castillo tuiteó el jueves que “los órganos de justicia internacional a los que está adscrito el Perú deben velar por el ejercicio efectivo de la justicia para el pueblo”.
El primer ministro Aníbal Torres dijo que el fallo perjudica al país, pero que se cumplirá. Le dijo a una estación de radio local que la Corte estaba siendo “una campeona de la impunidad para los grandes criminales”.
La Corte Constitucional normalmente transmite en vivo sus decisiones, pero no lo hizo en este caso. Tampoco dio una explicación de su fallo.
Fujimori, que gobernó entre 1990 y 2000, sigue siendo una figura muy controversial en el país. Algunos lo elogian por derrotar al movimiento guerrillero maoísta Sendero Luminoso, mientras otros lo rechazan por las violaciones de derechos humanos cometidas durante su gobierno.
Después de clausurar el Congreso y presentarse a un tercer mandato, Fujimori huyó del país en 2000 al filtrarse cintas de video que mostraban a su jefe de espionaje, Vladimiro Montesinos, sobornando a los legisladores. Fujimori fue a Japón, la patria de sus padres, y envió su renuncia por fax.
Cinco años más tarde dejó lelos a seguidores y enemigos cuando voló a Chile, donde fue arrestado y extraditado a Perú. Su objetivo era volver a postularse para la presidencia en 2006, pero en cambio fue llevado a juicio.
Su hija, Keiko Fujimori, fue candidata presidencial el año pasado y prometió liberarlo si resultaba elegida. Pero Castillo la derrotó en una segunda vuelta electoral.
Todos los ex presidentes peruanos que gobernaron desde 1985 se han visto envueltos en denuncias de corrupción, algunos han sido encarcelados o arrestados en sus mansiones. Uno murió por suicidio antes de que la policía pudiera detenerlo.
Fujimori también enfrentó cargos derivados de su papel en un programa gubernamental de la década de los 90 en el que muchas mujeres indígenas de comunidades pobres dijeron haber sido esterilizadas a la fuerza. Y también por el asesinato de seis agricultores por un escuadrón militar de la muerte durante su administración.
Associated Press/OnCuba.