La última ronda de conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia, llevada a cabo este martes en Estambul, la capital de Turquía, terminó sin grandes resultados. Lo importante fue que Kiev colocó sobre la mesa no pertenecer a ningún bloque militar multinacional, sino mantenerse aparte con la garantía de su seguridad nacional avalada por el mundo occidental y la aceptación de Moscú.
Lo único que sucedió en este inicio del segundo mes de guerra fue la declaración rusa de retirar algunas tropas del cerco de Kiev, disminuir el impacto de la ofensiva ucraniana que, aparentemente, ha logrado impedir el avance del adversario alrededor de la capital.
Con la captura de Iripul, una ciudad en los alrededores de Kiev, las tropas ucranianas han logrado crear un tapón que impide el avance ruso. Moscú afirma que pretende reagruparse y concentrar sus esfuerzos en el sur del país. Para ello ha vuelto a bombardear Marioupol, el puerto en las costas del Mar Negro que ha sido prácticamente arrasado, y sigue cercando por mar a Odessa.
Según el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, su país “decidió, básicamente, detener las actividades bélicas en la dirección de Kiev y Chernihiv, de modo a crear un clima de confianza y las negociaciones futuras”. La próxima ronda de conversaciones en Estambul está prevista para este miércoles.
El ministro no explicó de inmediato el significado preciso de sus declaraciones, pero fueron recibidas con escepticismo por parte de Estados Unidos. “Tengo que ver lo que sucede, porque no está claro”, comentó el presidente estadounidense Joe Biden, según la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo que no se puede confiar en Rusia. Aunque las señales de las conversaciones son “positivas”, “no pueden silenciar las explosiones de proyectiles rusos”, dijo. El líder ucraniano se refería a las continuas explosiones que se escucharon durante toda la madrugada del martes, confirmadas por periodistas extranjeros in situ.
El secretario de Estado Antony Blinken sugirió que las indicaciones rusas de un retroceso podrían ser un intento de Moscú de “engañar a la gente y desviar la atención”.
En la tensa preparación para la invasión, el ejército ruso anunció que algunas unidades estaban cargando equipos en vagones de tren y alistándose para regresar a sus bases después de completar unos ejercicios. En ese momento, Putin parecía mostrar cierto interés en la diplomacia. Pero diez días después Rusia lanzó su invasión.
Funcionarios occidentales, según la cadena CNN, afirman que Moscú ahora está reforzando las tropas en la región separatista del Donbas en un intento por rodear a las fuerzas de Ucrania. Y el asedio de Rusia en el sur continúa, con civiles atrapados en las ruinas de Mariupol y otras ciudades bombardeadas.
“Está lo que dice Rusia y lo que hace Rusia, y estamos enfocados en lo último”, dijo Blinken. “Lo que Rusia está haciendo es continuar brutalizando a Ucrania”.