El inicio de una nueva temporada de Grandes Ligas ha retumbado como hacía mucho tiempo no sucedía. El pasado 7 de abril cayeron las cortinas y dio inicio el mejor béisbol del mundo, un show que en tan solo una semana nos ha dejado hechos para la historia y un sinfín de notas polémicas y curiosas.
Pero el camino hasta este amanecer fue tortuoso. Durante demasiado tiempo estuvimos sin hablar de béisbol puro. En los últimos meses se emplearon demasiadas horas en debatir sobre ultimatums, posibles acuerdos, paros laborales o huelgas, términos que nos separaron peligrosamente de los habituales viajes mágicos directo a la grama de los diamantes.
Por ello, una vez iniciada la temporada, desde OnCuba queremos despejar los demonios que han rondado al juego en los últimos meses, y para ello nos instalaremos en el inning de la suerte del béisbol. El séptimo día de la semana les presentaremos los siete hechos más destacados de las Mayores, siguiendo con lupa el accionar de la armada cubana.
Desde ya los invitamos a acomodarse para este largo viaje de siete meses que promete ser vertiginoso.
Cuba y un récord de 74 años
Cuando Yulieski Gurriel y Yordan Álvarez saltaron a la grama del Angels Stadium el pasado 7 de abril, extendieron por un año más uno de los récord más añejos de Cuba en Grandes Ligas. Ya son 74 años consecutivos con presencia de peloteros de la Isla en el Opening Day de MLB, la racha activa más larga para cualquier país extranjero con presencia en el mejor béisbol del mundo.
La cadena cubana comenzó en el lejano 1948, cuando el lanzador Ramón García tuvo una aparición perfecta frente a dos bateadores en el duelo entre los Washington Senators y los New York Yankees. De ahí en adelante, siempre hemos tenido al menos un exponente en los partidos de apertura de temporada, tendencia que debe mantenerse durante los próximos años.
El dato más relevante del asunto es que la racha de Cuba supera a las de otras potencias caribeñas como Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y México. Por ejemplo, los venezolanos llevan 72 años consecutivos con presencia en el Opening Day (desde 1950), escoltados por los boricuas (68 campañas desde 1954), los quisqueyanos (51 desde desde 1961) y los aztecas (30 desde 1992).
Un día (im)perfecto para Clayton Kershaw
En la historia de las Grandes Ligas se han celebrado más de 233 mil partidos, de lo cuales 23 han sido juegos perfectos. Si no se han situado en una correcta perspectiva, eso significa que alrededor del 0,0001% de los choques en MLB han terminado con un lanzador dominando a cada uno de los rivales sin que nadie le entre en circulación. ¡Pura exclusividad!
Este podría ser un dato aislado, testimonial, si no fuera porque a mediados de la presente semana Clayton Kershaw, el mejor serpentinero de la última década, se quedó a seis outs de completar el vigesimocuarto juego perfecto en las Mayores. El zurdo de los Dodgers retiró a 21 bateadores de los Minnesota Twins durante siete entradas, pero no salió a trabajar en el octavo capítulo.
En ese momento, todas las miradas inquisidoras se dirigieron al manager Dave Roberts, el único hombre en la historia –al menos desde 1900 hasta la fecha– que ha retirado a un lanzador después que ha completado siete innings perfectos. El detalle abrumador es que Roberts no solo lo hizo esta vez, sino que ya había incurrido en este “pecado” en el pasado.
En el 2016, frente a los Marlins, el también zurdo Rich Hill estaba dando juego perfecto luego de siete entradas, cuando Roberts decidió sacarlo por precaución. El pitcher llevaba cinco semanas lidiando con ampollas y la postemporada estaba a la vuelta de la esquina, por lo que el mentor prefirió no arriegar y pensar en el bien del equipo antes que en el logro personal.
Hill, aunque manifestó su deseo de seguir y buscar la gesta, entendió la posición de su mentor y así lo reconoció frente a los medios. Roberts salvado de la hoguera…
Algo similar ha ocurrido ahora con Kershaw. “It was time” o “ya era el momento” fueron las palabras del zurdo cuando le preguntaron sobre la decisión de Roberts, quien nuevamente quedó exonerado y con razón.
En el 2021, Kershaw realizó la segunda menor cantidad de aperturas (22) de su carrera en campañas de 162 juegos y se perdió toda la postemporada por problemas en el antebrazo izquierdo, los cuales lo obligaron a modificar su habitual rutina de entrenamientos durante el invierno, al punto de que no pudo lanzar pelotas hasta enero.
Por si fuera poco, la entrada a los campamentos de primavera se dilató debido al paro laboral, por lo que Kershaw tampoco tuvo demasiadas oportunidades de entrar en calor en la pretemporada. De hecho, tuvo que estar en juegos simulados antes de su primera apertura en el 2022 para aumentar su conteo de lanzamientos.
Entonces, Dave Roberts tenía los argumentos en la mano para remover a Kershaw, incluso en un día que estaba lanzando juego perfecto. Reconozco que me hubiera gustado que siguiera, pero después de analizar todos los elementos, entiendo la postura del manager y del staff de los Dodgers, que no quieren correr excesivos riesgos con una de sus estrellas.
¡Alyssa! ¡Alyssa! ¡Alyssa!
Quedan todavía siete meses para escribir historias que marcarán el legado de la temporada del 2022 en Grandes Ligas, aunque en honor a la verdad esta contienda podrá ser recordada eternamente por algo que sucedió en la primera semana de competencias.
El pasado 13 de abril, en el Oracle Park de San Francisco, Alyssa Nakken se convirtió en la primera mujer coach que sale al campo en un partido de temporada regular, luego de que tuviera que ocupar el puesto en la inicial para los Giants por la expulsión de Antoan Richardson.
Nakken, de 31 años, fue anunciada por la amplificación local como reemplazo y recibió una cerrada ovación de los más de 27 mil fanáticos presentes en el estadio durante el duelo entre San Francisco y San Diego. Nada más llegar a su posición como coach de primera, recibió una felicitación de Eric Hosmer, inicialista de los Padres.
“Sientes una sensación de orgullo por estar ahí. Personalmente, es el mejor lugar para ver un partido, eso es seguro”, dijo Nakken, quien forma parte del staff de los Giants desde la temporada del 2020 como coach asistente del manager Gabe Kapler.
“Creo que todos somos inspiraciones por lo que hacemos en el día a día, y creo que sí, esto tiene un poco más de peso debido a la visibilidad. Obviamente tiene una naturaleza histórica, pero de nuevo, es mi trabajo”, añadió la entrenadora en declaraciones que recogió The New York Times.
El ascenso de Nakken forma parte de la inserción progresiva de la mujer en un universo beisbolero, tradicional y profundamente machista. Ella no desanda sola este camino para derribar barreras, pues hace solo unos meses los Yankees designaron a Rachel Balkovec como manager en una de sus sucursales, mientras Kelsie Whitmore, lanzadora de 23 años, firmó hace solo una semana un contrato en la Atlantic League.
El contraste de Vladimir Guerrero Jr.
No debe existir un ejercicio de tan alto riesgo como predecir en el béisbol, uno de los deportes con mayor cantidad de factores determinantes en el desenlace de un juego. Por ejemplo, si hoy un pelotero conecta tres jonrones en un mismo duelo contra uno de los mejores lanzadores del planeta, no se nos ocurriría vaticinar que en el siguiente partido se va a tomar cuatro ponches. Sin embargo, esto puede suceder y, de hecho, pasó hace solo unos días.
Vladimir Guerrero Jr., uno de los mejores talentos del béisbol en la actualidad, le pegó tres batazos de vuelta completa en Nueva York el 13 de abril, y en la jornada siguiente fue retirado cuatro veces por la vía de los strikes. Esto es tan inusual que en la última década no había sucedido ni una sola vez.
Pero veamos los detalles.
El slugger del Toronto Blue Jays abrió impetuoso y en el mismo primer episodio le desapareció la pelota al as de los Yankees, Gerrit Cole, quien tampoco no pudo frenar al joven en la tercera entrada, cuando le volvió a conectar cuadrangular. El tercer bambinazo llegó en el octavo frente al relevista nicaraguense Jonathan Loaisiga.
Sus batazos recorrieron una impresionante distancia de 1 286 pies, y cada uno fue más largo que el anterior: 416 pies-427-443. Todos se rindieron ante el poder de Vladdy Jr., elogiado hasta el cansancio por media plantilla de los Yankees, que seguramente no imaginó lo que sucedería al día siguiente.
Luis Severino y Clay Holmes, dos lanzadores de la novena neoyorkina, poncharon cuatro veces a Guerrero, quien nunca había sido retirado tantas veces en un partido por la vía de los strikes.
Novatos al poder
Con el nuevo Acuerdo Laboral entre MLB y la Asociación de Jugadores, es mucho más probable que veamos desde el inicio de la temporada a los mejores prospectos del béisbol. Así ha sucedido en el 2022 con el ascenso a las Grandes Ligas de Bobby Witt Jr., Julio Rodríguez, Spencer Torkelson y C.J. Abrams, cuatro de los diez mayores talentos según el ranking de MLB Pipeline, quienes ya han mostrado destellos de su potencial y se han presentado formalmente como candidatos a convertirse en los rostros del deporte durante la próxima década.
C.J. Abrams, por ejemplo, se ganó el puesto en San Diego durante los entrenamiento de primavera y abrió la temporada como torpedero titular por la ausencia de Fernando Tatis Jr., lesionado. Desde debut, impresionó a la fanaticada con un cuadrangular en su primer turno.
El joven paracortos entró en la historia como el primer jugador de los Padres que conecta jonrón en su turno inicial de la temporada en el Petco Park. Con 21 años y mucho camino por delante, este momento marcará su carrera por siempre.
Pero si vamos a hablar de hechos notables entre los novatos, no podemos obviar el jonrón para decidir que logró Seth Beer en el Opening Day. El bateador designado de Arizona llegó al plato en una situación límite: novena entrada, dos corredores en circulación y su equipo perdiendo 2-1 frente a San Diego, lo cual aprovechó para ponerse la capa de superhéroe.
El toletero zurdo despachó un largo batazo de 386 pies que decretó la victoria de los Diamondbacks y, de paso, se metió en un listado exclusivo de su franquicia, en la cual solo tres bateadores habían pegado conexiones para decidir (walk off) en un partido de Opening Day.
El primero en lograrlo fue Raúl Mondesí en 1999 con un jonrón, y después le siguieron Brad Hawpe (2006) y Chris Owings (2017), pero con jugada de selección y sencillo, respectivamente. Lo llamativo en el caso de Seth Beer es que se convierte en el primer novato en definir un Opening Day con vuelacercas. Nada mal para empezar su carrera…
Todos somos el 42 gracias a… ¡¿Ken Griffey Jr.?!
El número 42 de Jackie Robinson fue retirado oficialmente de MLB el 15 de abril de 1997, cuando se cumplía el 50 aniversario de su debut con los Dodgers. A partir de esa fecha, por decisión del comisionado Bud Selig y en honor a la memoria del hombre que rompió la barrera racial en el béisbol de Grandes Ligas, solo podían usar ese dorsal aquellos jugadores que ya lo tuvieran asignado en cada franquicia.
A pesar de esta determinación, justamente en abril de 1997, Ken Griffey Jr. pidió que se cambiara el número de su camiseta del 24 al 42 para rendir tributo a Robinson. Si retrocedemos en la historia, este es el primer antecedente de lo que sucede en la actualidad cada 15 de abril, cuando todos los jugadores de las Mayores llevan el dorsal 42.
No es casualidad entonces que Griffey Jr. sea el principal responsable de esta tradición, pero no por lo que hizo en 1997, sino por una idea que tuvo diez años después. En abril del 2007, el estelar bateador de Cincinnati quería usar nuevamente el 42 para rendir homenaje al 60 aniversario del debut de Robinson, pero como el dorsal había sido retirado de Grandes Ligas, tenía que pedir permiso.
Así lo relata un reportaje de MLB, en el cual Griffey Jr. comenta que llamó al comisionado Bud Selig para solicitarle una excepción y este le contestó que le parecía bien, pero debía consultarlo primero con Rachel Robinson, la viuda de Jackie.
Solo unas horas después, Selig devolvió la llamada a Griffey Jr. y le autorizo a llevar el dorsal 42 el 15 de abril, fecha en la que todo el que quisiera podía también usar el número. Entonces, en el 2007 un grupo de peloteros, en su mayoría afroamericanos, rindieron tributo a Robinson y dieron inicio a una tradición.
Durante los dos años siguientes, varios jugadores se sumaron a la idea de lucir el 42 un día de la temporada, por lo que en el 2009 la liga tomó la decisión de que todos los peloteros, entrenadores y gerentes usaran un uniforme con el número 42 cada 15 de abril.
El nuevo Barry Bonds
Las cámaras enfocaron a Mike Trout, el portentoso patrullero de los Angels, quien observaba incrédulo desde el jardín central como la dirección de su equipo decidía dar un boleto intencional con bases llenas pese a que estaban debajo en el marcador. Era solo la tercera vez que algo así sucedía en Grandes Ligas en los últimos 70 años, por lo que la reacción de Trout tenía mucho sentido.
La pizarra estaba 3-2 favorable a Texas y al rectángulo ofensivo entraba el torpedero Corey Seager, quien había fallado en sus dos turnos anteriores. Con un out, el primer relevista de Los Ángeles, Austin Warren, recibió la seña desde el dogout, donde su manager, Joe Maddon, dio la orden de transferir a Seager y forzar la cuarta raya de los Rangers.
Aunque Seager entró al partido con una línea ofensiva de .346/.393/.500 y OPS de .900 frente a lanzadores derecho en su carrera, todos quedaron descolocados por la decisión.
“Absolutamente, me sorprendió, pero no le voy a decir a Joe Maddon que no. Confío mucho en Maddon y funcionó”, dijo Warren después del partido. En realidad, la jugada no funcionó tan bien, porque después del boleto, Mitch Garver remolcó otra anotación para Texas con elevado de sacrificio y el propio Warren cometió un balk que dio entrada a la sexta carrera del plantel sureño.
“Pensé que caminar con Seager evitaría el gran golpe. No es algo que hagas normalmente. Pensé que al ir allí y hacer algo así, el equipo podría responder”, dijo Maddon, cuyo plan se cumplió, porque los Angels remontaron más tarde al marcar siete en la segunda mitad del encuentro.
Como ya decíamos, esta es tan solo la tercera vez desde 1950 en la que un bateador es transferido de manera intencional con las bases llenas. La última ocasión que esto ocurrió fue el 17 de agosto del 2008 en un duelo entre Texas y Tampa, también con Joe Maddon como protagonista. El mentor de los Rays decidió dar cuatro malas a Josh Hamilton con ventaja de cuatro en la pizarra, y al final la jugada le salió bien, porque los Rangers no anotaron más y se llevó la victoria.
La otra vez que esto sucedió en los últimos 70 años fue el 28 de mayo de 1998, cuando se dio el recordado caso de Barry Bonds. En un choque entre San Francisco y Arizona, a la altura del noveno capítulo, con dos outs y marcador de 8-6 favorable a los Diamondbacks, decidieron “pasar” a Bonds con los ángulos congestionados y poner el juego 8-7. La jugada salió bien, porque después el relevista Greg Olson retiró a Brent Mayne en línea al derecho para sacar el out 27 del encuentro.
En total, solo ocho veces en la historia de MLB se le ha dado boleto intencional a un hombre con las bases llenas, incluyendo los de Seager, Hamilton y Bonds. Los otros casos fueron en 1881 (Abner Dalrymple), 1901 (Nap Lajoie), 1928 (Del Bissonette), 1929 (Mel Ott) y 1944 (Bill Nicholson).