La Empresa de Gas Manufacturado de La Habana ratificó que en la plantas productoras de la capital no han existido escapes de ese producto, respondiendo así a las preocupaciones de sus clientes, informan medios oficiales en la Isla.
Nadiezhda González Durruthy, directora técnica de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Producción en esa entidad, confirmó al diario Granma que en el caso de que se hubiese producido alguna fuga, «no tiene que sentirse en la ciudad. El nivel de odorizante que se maneja no llega a crear una nube de olor».
De esa forma la experta respondía a la inquietud creciente de la población habanera, que hizo a la empresa reforzara la atención a los reportes de posibles escapes de gas, hasta completar 15 brigadas con los medios y equipos necesarios para atender la demanda, refiere el medio.
Por su parte Daina Álvarez Álvarez, directora de la mencionada unidad empresarial, aclaró al diario que «nuestro producto no es de petróleo y carbón, como se ha afirmado, sino una mezcla de gas natural con aire de la atmósfera, a porcentajes determinados, para obtener la energía necesaria para cocinar. Esta tecnología se llama aire metanado».
«A raíz del aumento de los reportes de olor a gas, el proceso fue revisado minuciosamente en cada punto por especialistas nuestros. Constatamos que no se había hecho ninguna operación anormal: no se adicionó nada, no se tocó ninguna válvula, no hubo sobrepresión. Hicimos las mediciones correspondientes y todo estaba correcto», añadió la especialista, citada por Granma.
En cuanto a la posibilidad que el el proceso de odorización haya generado la alerta entre la población, González Durruthy descartó este supuesto y le dijo al medio que se trata de un procedimiento rutinario la adición del etilmercaptano para que el gas tome el olor adecuado y el cliente pueda identificarlo. “Todo el tiempo la odorización ha mostrado los parámetros establecidos”, acotó.
Mientras, Argelia Reytor Suñer, directora general de la empresa, apuntó que antes de la lamentable explosión ocurrida en el Hotel Saratoga el pasado 6 de mayo, se reportaba diariamente un promedio de 30 posibles fugas caseras o en las redes externas. Luego del suceso, se han recibido hasta 140 llamadas por día, precisa la publicación.
Cuba: escape de gas en vivienda de la Habana Vieja produce una explosión
En ese sentido, González Durruthy resaltó que antes del accidente en el Saratoga las personas olían gas por alguna fuga y no lo reportaban, pero ahora sí lo hacen. “Las personas están más previsoras y cautelosas” dijo a Granma, y remarcó que en otros momentos, cuando se cambia el tipo de gas, los reportes también aumentan porque cambia el olor.
«Para nosotros todas las personas que han llamado lo han hecho con la mejor intención; aunque hay llamadas de pánico, que son lógicas», señaló la Directora Técnica, quien narró a al diario cómo, al responder ante algunas alertas, se trató de sitios donde no tienen cocina ni tubería de gas.
«De igual forma, se va al lugar y se le da tranquilidad al ciudadano. Pero hemos tenido un porciento alto de reportes en los cuales no existen fugas», acotó.
La directiva subrayó que cuando se origina un reporte de ese tipo, el Centro Integral de Atención a Urgencias, que funciona 24 horas, lo recibe, y los carros de guardia van a hacer la inspección. Ratificó que el sistema de vigilancia y respuesta ha sido reforzado en la capital.
Según Granma, la Empresa de Gas Manufacturado señala que todos los reportes seguirán siendo atendidos y revisados, pues siempre existe la posibilidad de que pueda haber fugas domésticas o estatales en el interior de las instalaciones o en las redes soterradas.
Sobre la posibilidad de que estos generen alguna explosión, la directora general de la empresa argumentó que «en dependencia de donde sea, los espacios confinados son más peligrosos», refiere el medio.
Nadiezhda González señaló al medio que entre las causas que pudieran generar una explosión de este tipo estarían las demoras en encender el fósforo, o que el aire o el agua al hervir apaguen el fuego.
“En ese tiempo que tardas en darte cuenta del problema, ocurre una fuga, y si la cocina no está ventilada, puede crearse una atmósfera explosiva. A eso nos referimos como negligencias», dijo.
Recalcó la funcionaria que se puede hablar de una negligencia del cliente cuando los fogones tienen mal estado, llaves viejas o las mangueras no son las adecuadas, porque hay clientes que hacen instalaciones por su cuenta y no con la empresa, y la calidad técnica de esos trabajos no se puede garantizar.
Sobre la reciente explosión ocurrida en una vivienda de La Habana Vieja, González Durruthy explicó al diario que en ese caso ni siquiera existió un reporte. «La cocina no posee ninguna ventilación, y esa casa no tiene condiciones técnicas para tener gas. El fogón se quedó abierto por accidente y como es tan chiquito el local, en un rato se acumuló el gas y sucedió la explosión. Lo sabemos porque los bomberos cerraron la llave del gas al llegar», argumentó.
La especialista confirmó, además, que habitualmente ocurren uno o dos hechos de este tipo, pero que durante el pasado año no sucedió ninguno.