El periodista Dimitri Muratov, coganador del Premio Nobel de la Paz de 2021 y editor de uno de los últimos periódicos independientes de Rusia, subastó su medalla del Nobel por una cifra récord de 103,5 millones de dólares para ayudar a los niños desplazados por la guerra en Ucrania.
Todas las ganancias de la subasta, que coincidió con el Día Mundial del Refugiado, beneficiarán la respuesta humanitaria de la UNICEF a los niños desplazados de Ucrania, dijo en un comunicado Heritage Auctions, la entidad que realizó la venta en Nueva York.
El periódico Novaya Gazeta, de Muratov, un crítico del presidente Vladimir Putin y su gobierno, suspendió sus operaciones en Rusia el pasado mes de marzo después de las advertencias del Estado sobre su cobertura de la guerra en Ucrania.
La presión contra los medios de comunicación rusos ha sido permanente bajo Putin, pero aumentó después de que Moscú enviara sus tropas a Ucrania el pasado 24 de febrero.
Los principales medios de comunicación de Rusia y las organizaciones controladas por el Estado siguen de cerca el lenguaje utilizado por el Kremlin para describir el conflicto con Ucrania. Moscú lo llama una “operación militar especial” para garantizar la seguridad rusa y “desnazificar” a su vecino. Kiev y sus aliados occidentales dicen que todo el conflicto no pasa de ser una guerra de agresión no provocada.
Según medios estadounidenses, la subasta del premio de Muratov rompió el récord de cualquier medalla Nobel que se haya subastado. Informes varios aseguran que la venta más alta anterior fue por poco menos de cinco millones.
“Este premio es diferente a cualquier otra oferta de subasta que se presente”, dijo Heritage Auctions en un comunicado antes de la venta.
“El Sr. Muratov, con todo el apoyo de su personal en Novaya Gazeta, nos permite subastar su medalla no como un objeto de colección sino como un evento que espera impacte positivamente en la vida de millones de refugiados ucranianos”, agrega la nota.
Muratov, quien cofundó Novaya Gazeta en 1991, ganó el Premio Nobel de la Paz 2021 con María Ressa, de Filipinas, por lo que el comité del Premio Nobel dijo que eran “sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera”.
El periodista ruso, que se comprometió a donar unos 500 000 dólares del dinero del premio a organizaciones benéficas como la UNICEF, dedicó su Nobel a los seis periodistas de Novaya Gazeta que han sido asesinados desde 2000.
Esa lista incluía a la periodista Anna Politkovskaya, crítica de la guerra de Rusia en Chechenia, asesinada en 2006 en el ascensor de su edificio de apartamentos en Moscú.