La primera bioeléctrica cubana, aledaña al central azucarero Ciro Redondo, en la provincia de Ciego de Ávila, está “lista” para realizar pruebas de sincronización con dicho central, de acuerdo con fuentes oficiales.
Las pruebas se realizarán en “los venideros días”, según reporta la Agencia Cubana de Noticias (ACN), que no precisa la fecha de las mismas, pero adelanta que el Ciro Redondo comenzará la molienda de caña “en el actual mes”.
Carmen Taboada, vicepresidenta de la Empresa mixta Biopower S.A, a cargo de la bioeléctrica, dijo al medio ques su compañía trabajó de conjunto con un grupo de especialistas chinos “para mejorar la alimentación de bagazo a las calderas y así lograr una estabilidad de la planta”.
La directiva detalló que durante la zafra azucarera —en marcha en el país desde fines de noviembre con apenas una veintena de centrales— está previsto que la bioeléctrica consuma una mezcla de marabú y bagazo de caña, este último entregado por el central Ciro Redondo.
El propio ingenio también le aportará agua condensada para recibir electricidad y energía térmica necesarias en su proceso industrial, explica el reporte, según el cual ya se cuenta con unas 34 000 toneladas de marabú almacenadas para la generación de energía.
La bioeléctrica avileña es la primera planta de este tipo en Cuba en la modalidad de inversión extranjera y también la pionera en el empleo de marabú como combustible, recuerda la ACN.
De lograrse su sincronización con el Ciro Redondo, volvería a generar electricidad, algo que ha hecho de manera intermitente desde su terminación. La planta, de tecnología china, entró en funcionamiento en 2020, pero desde entonces no ha podido mantener un aporte sistemático de energía.
Primera central bioeléctrica de Cuba sincroniza al sistema electroenergético nacional
Dificultades con las máquinas cosechadoras y otras para acceder a la materia prima necesaria para producir energía la han paralizado “en reiteradas ocasiones”, tal como en marzo pasado reconoció un reportaje publicado en la prensa oficial.
Lo anterior ha imposibilitado que la planta cumpla con los resultados previstos cuando se inició su construcción en 2017. Con un valor de más de 140 millones de dólares, se esparaba que la misma alcanzara una potencia de unos 60 MW y ahorrara a Cuba unos 100.000 barriles de petróleo al año.
Si bien en las últimas jornadas el déficit de generación ha disminuido —para este sábado no se apagones cortes durante el día y la afectación será de 150 MW en el horario pico nocturno—, la isla ha venido atravesando una compleja situación electroenergértica, con reiteradas averías en las plantas generadoras y dificultades con el acceso al combustible, que han provocado largos cortes eléctricos en los últimos meses y protestas y críticas de la población.
Ante este escenario el gobierno cubano lleva adelante un plan de mantenimiento y reparación de las termoeléctricas, y la incorporación de nuevos motores y plantas flotantes alquiladas, mientras a largo plazo planea cambiar la matriz energética apostando por las fuentes renovables.