El diseñador y pintor cubano Umberto Peña falleció hoy en Salamanca, España. Tenía 85 años.
En los años 50 estudió en la Academia de San Alejandro, donde conoció a artistas jóvenes como Antonia Eiriz y Ángel Acosta León. En 1959 entró a formar parte de la Asociación de Grabadores de Cuba. Al año siguiente obtuvo una beca en México para estudiar en el Instituto Superior Politécnico.
En 1961 entró a trabajar en el Departamento de Propaganda del Consejo Nacional de Cultura. Tres años años después, en 1964, montó su primera expo personal en la Asociación de Grabadores.
Su obra como grabador estuvo ligada al Taller Experimental de La Habana. Desde ahí obtuvo el Premio de Litografía en la Exposición de La Habana, un hecho que marcaría, a la vez, el inicio de una relación de larga data con la Casa de las Américas, en la cual llevaría a cabo una verdadera revolución en la revista y los libros de la institución.
En los años 70 su obra pictórica sufrió las consecuencias del llamado Quinquenio gris y resultó marginada, como la de otros compañeros de su generación. Entonces se dedicó casi por completo al diseño gráfico.
A principios de los 90 impartió cursos en la Universidad de Xochimilco. De ahí pasó a Estados Unidos, donde residió alrededor de doce años trabajando como diseñador.
En 2006 decidió mudarse a Salamanca, España. Allí realizó su primera exposición personal desde 1988: Acerca de Salamanca.
Su trabajo gráfico evidencia una gran apelación a la tipografia, con colores crudos y mensaje directo. Tiene una extensa lista de exposiciones en todo el mundo, que incluyen la Bienal de São Paulo, el Museo Nacional de La Habana, el Centro Cultural Caja Duero, España, International Print Biennial en Tokyo.
Sus obras figuran en varias instituciones, museos y colecciones privadas en Cuba, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Italia, Suecia, Inglaterra, España, Venezuela, México, entre otros países.
En 2011, el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana presentó la exposición Dos impulsos eróticos, compuesta por obras suyas y de Santiago Armada.
Lleguen a familiares, colegas y amigos suyos nuestras más sinceras condolencias ante la partida de un verdadero clásico de la plástica y el diseño cubanos del siglo XX.