En el oriente del oriente, en la punta de la Isla, en Guantánamo, nació Roberto Peláez. Casi al expirar diciembre, en 1961. Durante veintiséis años, semana tras semana, su firma apareció en el periódico Venceremos. Entrevistó a consagrados y a promesas. Hurgó, predijo, criticó. No se podrá hablar del deporte guantanamero —cuna de tantos olímpicos—, sin acudir a sus reportes.
Parecía un alambre vivo, con su bicicleta, rodando por los cuatro puntos cardinales. Un alambre vivo, buscando historias por una ciudad de “calles rectas y parquedad catalana”, tal como la pintase Regino E. Boti.
Roberto Peláez Romero anda por este mundo con buena memoria. Es de los que se empeña en demostrar que Guantánamo es mucho más que la Base Naval norteamericana que ocupa 117,6 kilómetros de tierra y agua de su bahía.
En Las Vegas, donde reside desde 2009, trabaja en el semanario El Mundo. Cuando se nace para periodista, no hay nada que hacer. Cuando la rosa de los vientos marca esa pasión, solo queda tender velas…
El Periodismo
Me han dicho que tuviste una niñez difícil.
“Sí, ser el hijo mayor de una madre soltera con tres muchachos, no es fácil. Pero esa etapa no estuvo exenta de alegría y de juegos sanos. Conocí amigos que lo siguen siendo hasta hoy. La mayor parte de mi infancia la pasé lejos de la casa, becado en Guantánamo y en la vecina Santiago de Cuba.
“Mi mamá soñaba con que, pese a las carencias, uno de sus hijos fuera a la Universidad. Yo lo veía como algo lejano y prefería leer o ir al cine gratis los domingos por la mañana, o garabatear libretas con anotaciones de béisbol, dar —en mi imaginación—, el batazo decisivo en el noveno. ¡Oh¡, yo decidí muchos juegos.
“De mi madre, Dolores Romero, heredé el amor por la lectura. Devoraba libros: La expedición de la Kon Tiki, El Último de los Mohicanos, Moby Dick, Las aventuras de Tom Sawyer o Huckleberry Finn… Y conocí temprano a clásicos como Emilé Zola, Honoré de Balzac, Ernest Hemingway, Mark Twain, Horacio Quiroga, y por supuesto, a Martí… Después, cuando aprendí a montar bicicleta, descubrí un mundo maravilloso”.
José Martí, al acercarse a la labor de un periodista, apuntaba: “lo costoso del desinterés, la energía, la tenacidad, la prudencia, la fuerza de carácter”. ¿Cuánto dejaste de todo eso durante tus años de labor en el periódico Venceremos?
“Llegué a Venceremos en 1978, como corrector. Quienes estábamos allí, sabíamos cuándo se comenzaba una edición diaria pero no cómo y cuándo terminaría. Se imprimía en una máquina rotativa de 1911: parecía un elefante con asma cuando la echaban a andar. De Venceremos partí al Ejército en La Habana (dos años), regresé a Guantánamo, hice las deportivas en la emisora CMKS, y de ahí, de vuelta a Venceremos.
“Aprendí de los que estaban: Pablo Soroa, Agustín Pérez, Ariel Soler, Víctor H. Purón, Nicolás Trujillo, José A. Ocaña, Miguel Mckenzie, Reunel Gómez, María L. Pileta. Hice la carrera de Periodismo por un curso dirigido en la Universidad de Oriente, estudiando y trabajando. Lo mío era trabajar, adentrarme en diferentes géneros periodísticos, caminar hasta sitios distantes en busca de una noticia, estrechar vínculos con las fuentes.
“Aunque el período especial nos golpeó mucho y enfrentamos carencias de todo tipo, puedo decir que no cambié mi pluma por cosas materiales. Cuando Venceremos pasó a formato tabloide, con salida semanal, creo que fui más flemático, aprendí a esperar que ‘la marea bajara’, a no dejarme llevar por las primeras impresiones, a no perder la sensibilidad. En Venceremos dejé gran parte de mi juventud, muchos de mis sueños”.
El Deporte
Tu pasión por el deporte ha sido el norte de tu carrera profesional. ¿El periodismo deportivo fue una sanación al no poder lograr destaque en el mundo del músculo, o acaso, una vocación conciente? ¿Cuáles son los recuerdos y personalidades que inevitablemente te asaltan cuando te hablan de esa parte de tu vida?
“En mí, se unieron la vocación y lo de deportista frustrado; más exactamente, de ciclista frustrado. Por suerte, con el tiempo, escribí infinidad de cuartillas sobre este hermoso deporte. Tal vez eso me llevó —considero—, a escribir de una manera diferente al tratamiento deportivo que leía en otras publicaciones. Me incliné más por el aspecto humano de los deportistas, por las interioridades de algunas disciplinas. Fueron muchos años.
“El periodismo deportivo fue hacer realidad una aspiración largamente acariciada. Ser el responsable de una página dedicada a deportes en una provincia con tantas medallas y campeones, lo disfruté. Esa es la palabra: lo disfruté mucho.
“Aprendí a valorar —desde muy cerca—, el trabajo, el sacrificio de los entrenadores y deportistas, lejos de la capital, con muy pocas condiciones. Sus resultados, de cierta forma, los sobredimensionaban; como mismo resalto hoy —pese a la distancia—, los triunfos del deporte cubano. Y me toca decir que contribuí, en algunos casos, a que se atendiera mejor a los deportistas.
“Conocí a muchos atletas, a muchos técnicos; pero nunca olvido la humildad de Eugenio George, su sapiencia y el amor con que hablaba de las muchachas, entre las que estaba mi vecina Lucila Urgellés y la también guantanamera Norka Latamblet. Conversé varias veces con el boxeador Félix Savón, el basquetbolista Tomás Herrera, la jabalinista María Caridad Colón, la judoca Driulis González, los peloteros Giorgi Díaz o Braudilio Vinent…. Alberto Juantorena, me llamó “Amigo del atletismo”. La lista es larga.
“Viví muchos momentos que me marcaron: los recibimientos a los deportistas guantanameros al regreso de Juegos Olímpicos, el inicio en Guantánamo del recorrido del Fuego Panamericano en 1991, la Copa Cuba de baloncesto, el Campeonato Mundial de Dominó, las Vueltas Ciclísticas a Cuba…
Desde 2009, trabajas como periodista y corrector en el semanario El Mundo de Las Vegas. ¿Cuánto se parece ese trabajo a tus sueños?
“Lo que ante fue un desierto, es una ciudad de película, gracias al trabajo de miles de personas, entre ellas, por supuesto, muchos hispanos. Cuenta con enormes hoteles y casinos, a los que vienen entre 38 y 43 millones de personas cada año. Atender a todas esas personas en aeropuertos, taxis, hoteles, tiendas…, exige trabajo y más trabajo.
“Soy de los cubanos que ejerce aquí su profesión: no sé cuántos pudieran decir lo mismo. Corrijo el semanario, escribo de fútbol, boxeo, béisbol… En ocasiones atiendo eventos de carácter político. En noviembre del 2014, estuve a pocos metros de Barack Obama, cuando vino a Las Vegas para dar a conocer su acción ejecutiva destinada a favorecer a millones de personas indocumentadas.
“Ser periodista en los Estados Unidos, en un periódico en que varias personas cada día aprenden más de Cuba, se refieren a la isla con objetividad, es la prolongación de aquel sueño que empecé a acariciar cuando llegué a Venceremos en 1978. Es bueno laborar al lado de personas que cada vez creen menos en el periodismo enlatado, que preguntan y se empeñan en conocer más de Cuba, de la que tanto se habla y desinforma.
“Volviendo a la ciudad de Las Vegas: tiene parques, lugares hermosos como los jardines del hotel Bellagio y el show de las aguas en ese mismo lugar. Hay muchas instalaciones deportivas, incluso en las escuelas, que ni soñarlas en Guantánamo, en Cuba… pero por encima de todo, sigo siendo un hombre amante de su casa y su familia”.
Hermoso reportaje, Cedeno. Lo mas valioso de todo lo bueno que estas haciendo, en mi opinion, es el rescate de las historias de personas que , por alguna razon, tuvieron que abandonar su pais natal en algun momento y rehacer sus vidas lejos de el, lo que presupone un esfuerzo extraordinario de toda indole. Roberto Peláez ha tenido mucha suerte en desempenarse en el comprometido oficio de periodista, dando continuidad a lo que habia hecho siempre, eso es bien dificil de lograr. Si en “la ciudad del placer”, como se le conoce a Las Vegas, en la prensa local, el logra un analisis objetivo de la realidad cubana que ayude a entenderla a tantas personas, bienvenida sea su labor periodistica…eso es lo que necesitamos, porque no es lo que abunda. Hay mucho dinero por medio para que la distorsionen cada vez que puedan…que es muy a menudo…felicitaciones a los dos.
Muchas gracias cedeno por está entrevista, eres un magnífico profesiona. Una verdadera lástima que le quitarán algunas partes, sobre todo del final… son los gajes del oficio, de este oficio que se torna ingrato, sin dejar de enamorarnos cada dia. Un abrazo.
Aunque no lo conozco Sr. Cedeno. Ha sido ud. Bendecido por Dios, al tener la oportunidad de entrevistar a una persona tan humilde y sobre todo tan cubano, o mejor dicho tan guantanamero, conocido por Roberto Pelaez, el que con tanto orgullo defiende el Deporte de su tierra:Guantanamo.
Pelaez, como le decimos todo en los medios de prensa guantanameros. Lo conocí en sus últimos años en Venceremos, excelente profesional y mejor compañero. Compartí con él el amor al deporte, especialmente al béisbol. Tiene una familia maravillosa, una hija talentosa.
Estas son las pequeñas cosas que engrandecen el alma, porque no conozco el trabajo del Sr Cedeno pero si he conocido el de mi coterráneo Roberto Pelaez y se lo profesional que fue y seguirá siendo, además de saber que un guantanamero mas sigue triunfando, felicidades hermano a usted y su familia.
Muchas cosas me vienen a la mente, luego de leer el trabajo periodístico. Tuve la dicha de estar bien cerquitica de Cedeño y de Peláez en Venceremos, compartiendo alegrías, tristezas, aventuras, trabajo… Son dos grandes profesionales, de los cuales aprendí mucho y admiro su sapiencia, versatilidad. Felicidades a ambos por llegar a donde han querido, y realizarse, con inteligencia y empeño. Que sigan triunfando!!!!! Cubanos ciento por ciento.
Conoci a Roberto Pelaez hace tantos pero tantos años queno se si el mismo lo recuerda. Era yo una temerosa estudiante de periodismo y ya andaba el de aqui para alla trabajando con una energia envidiable y mucha alegria. Agradezco a Cedeño por traernos de vuelta a un excelente profesional, mi admiracion y respeto para ambos
Excelente entrevista… gracias a ambos, Cedeño y Peláez… salud y suerte .
Conozco un poco la historia de Cuba como la de otros países latinoamericanos. Pero ahora conozco mas de Guantánamo y sobre todo de su gente, el pueblo y los famosos del deporte por la platica de Roberto Pelaez. Tengo la suerte de contar con Roberto en mi equipo de trabajo editorial y los lectores de nuestro semanario El Mundo se benefician con sus reportes. Muy bien por esta entrevista de Reinaldo Cedeño, que toma en cuenta al cubano migrante. Felicidades.
Reynaldo muchas gracias por este homenaje a Pelaez, periodista, amigo y guantanamero hasta el tuétano…el merece el respeto y admiración de todos los que de alguna manera trabajamos cerca …
Buen trabajo, haz tocado la fibra de la nostalgia, yo también soy guantanamero y pienso igual que Guantánamao es mucho más que la base naval que la hace cintillo de noticias, leí algunas cosas de Roberto durante mi estacia guantanamera.
Querido Reynaldo Cedeno: Muchas gracias por esa entrevista tan emotiva a mi hijo. Digo emotiva porque a algunas personas nos ha trasladado hacia anos atras cuando todos conviviamos en el mismo pueblo, nuestro Guantanamo que no olvidamos nunca y por extension a nuestra patria querida. Tu tambien eres muy modesto y un superprofesional de las letras, lo se bien, aunque no soy una autoridad de ese medio para juzgarlo pero si parte del pueblo que es en definitiva quien da los mejores reconocimientos y este premio es para ambos, porque ambos son afines en modestia , cualidad que honra a los hombres y que es tan escasa que sorprende. Muchas Gracias reiteradas Cedeno y que sigas cosechando exitos en tu arte de escribir con tanto talento y maestria y muchas gracias tambien a los que felicitan a mi hijo que es como si me felicitaran a mi por ser algo tan mio, una parte de mi corazon , Gracias a todos.
Gracias mamá, muchas gracias mamá, en nombre de Cedeño y en el mío. Cuánto del amor a las letras, la modestia, la sencillez, la calidad humana que pudiera tener… tengo de ti. Un beso y un abrazo. Sé que mi buen amigo Cedeño también quisiera abrazarte, ni la distancia se lo impide, así de buen periodista y mejor hijo es. Te queremos. Mi agradecimiento reiterado a todos. Bien saben que los quiero y recuerdo. Otro beso mamá.
muchas gracias y felicidades para peláez y cedeño… ambos magníficas personas y periodistas… la entrevista los retrata, tanto al entrevistador como al entrevistado… de peláez tengo la mejor opinión, como profesional y ser humano, en el intercambio de crecimiento que me favoreció, incluso en los momentos más difíciles, compartiendo albergue en los años del período especial.. pautó la cobertura periodística deportiva en el diario y luego el semanario, después de ser un consagrado corrector… soy testigo de sus virtudes como hijo, esposo, padre, amigo… deseo que todo vaya mejor siempre en su vida y para sus seres queridos… igualmente, cedeño muestra una vez más su sensibilidad y aproximación fructífera a los valores de las personas, en el encuentro e intercambio con el colega… felicidades y salud para ambos…
Me enorgullece contarme entre quienes compartimos amistad y largas, larguisimas horas de trabajo en Venceremos con Pelaez, para mi “El Gorila”, por su grandeza y fuerza. Hoy celebro como propio sus triunfos y lo admiro, apegado a sus orígenes “como la plata a las raices de los Andes”.
Cubano, guantanamero puro y hombre tal cual lo definio Marti: sembró arboles, engendró hijos y ahora, al decir deportivo, completó la norma de Gran Maestro, escribio un libro: GENTES.