A pesar de acusaciones, críticas y suspicacias a ambos lados del estrecho de la Florida, un grupo de empresarios privados de Cuba logró por estos días algo impensable tan solo meses atrás: viajar a Miami a reunirse con colegas, expertos legales y autoridades estadounidenses.
Fueron más de 70 hombres y mujeres de casi todo el país, no solo dedicados a la importación de productos, la actividad más visible y, a la vez, más cuestionada dentro del sector emergente, principalmente por sus precios de venta. Hubo también productores de alimentos, constructores, fabricantes de ropa, creadores de arte, dueños de salones de belleza, diseñadores de interiores, promotores de la energía solar, ingenieros de software y otros productos informáticos, y mucho más.
Todo ello lo hacen enfrentando dificultades que resultan de la severa crisis económica, y las estrecheces y contradicciones del marco legal en que deben desenvolverse; las fluctuaciones y desamparos del mercado cambiario en la isla; la pérdida sistemática de fuerza laboral por la sostenida oleada migratoria; recelos de autoridades y parte de sus clientes potenciales; y el impacto de las sanciones de Estados Unidos, entre otros obstáculos.
En Miami fueron recibidos por empresarios estadounidenses y cubanoamericanos que llevan años haciendo negocios en Cuba, y otros que desean sumarse y ven en el sector privado cubano una oportunidad promisoria. Algunos, más allá del interés comercial, reconocen en los emprendedores privados un factor de cambio y desarrollo para el país en el que nacieron, y de beneficio para su comunidad.
Varios de estos últimos no son precisamente partidarios del Gobierno cubano —y así lo dejaron claro en sus intercambios—, pero, a diferencia de quienes en la Florida se niegan a cualquier diálogo esgrimiendo sospechas y generalizaciones, ellos prefieren ver el vaso medio lleno y ofrecer su apoyo y su consejo a coterráneos que, según evocaron algunos, les recuerdan sus comienzos en el mundo empresarial.
El crecimiento económico de los negocios privados y de Cuba en general, la forja de nuevas alianzas empresariales, el empuje a los gobiernos de ambos países para que flexibilicen y amplíen las normas vigentes en aras de estos crecimientos y alianzas, la búsqueda y aprovechamiento de espacios comunes, y la posibilidad de cerrar ciclos productivos, fueron los propósitos más reiterados en los días del encuentro.
Expedición de empresarios privados cubanos en Miami: caminos que se abren
Pisando el terreno
Si durante los primeros días el intercambio se concentró en paneles, presentaciones y charlas, en los siguientes los empresarios privados de la isla de visita en Miami salieron a recorrer el terreno y conocer de primera mano a posibles proveedores y socios comerciales en sus propias sedes.
La primera parada de la comitiva cubana fue en Port Everglades, en Fort Lauderdale, donde visitó las instalaciones de la compañía Crowley, una naviera con más de veinte años de presencia en Cuba, que ha abierto también la puerta al sector privado de la isla.
Además de un recorrido guiado en ómnibus, en el que pudieron observar las dinámicas laborales del establecimiento, los emprendedores cubanos recibieron información detallada sobre las operaciones de la compañía por parte de Jay S. Brickman, al frente de los negocios relacionados con Cuba, y otros directivos.
Conocieron además sobre las especificidades y autorizaciones necesarias para concretar importaciones y exportaciones desde y hacia Estados Unidos, y otros servicios que pueden contratar en función de expandir sus negocios.
Algo similar ocurrió en almacenes de Atlantic Grocery Supply, empresa con sede en Pompano Beach que distribuye una amplia gama de productos, fundamentalmente alimenticios, y que realiza operaciones hacia Cuba. Su presidente, Christopher Miller, y su vicepresidente, Amaury Portela, mostraron su variado catálogo y explicaron a los empresarios privados cubanos sus dinámicas operativas y facilidades comerciales.
Otras dos paradas de la visita fueron el museo de arte De la Cruz Collection, de Miami, donde fueron recibidos por su propietario, el empresario y coleccionista Carlos Manuel de la Cruz, y por el excongresista republicano Carlos Curbelo; y las oficinas de la exitosa constructora Century Homebuilders Group, en Coral Gables. En esta última el anfitrión fue Sergio Pino, presidente de la compañía, quien motivó a los visitantes a perseverar como hombres de negocios, y a fortalecerse como comunidad empresarial en beneficio de Cuba.
En Katapulk
Un momento importante de estas jornadas de recorrido fue la visita a la oficina de la compañía Fuego Enterprises, que lidera el empresario Hugo Cancio, y a la que pertenece Katapulk, plataforma de venta online dirigida a Cuba. Próximo a cumplir tres años, el marketplace ha ido expandiendo sus ofertas y posicionándose con éxito a lo largo de la isla, una labor en la que desde sus inicios ha establecido alianzas con el sector privado.
“Llevamos mucho tiempo esperando que la ideología y los problemas políticos no nos detengan y luchando para que encuentros como este puedan ocurrir, y cuando nos vemos sentados hoy frente a un grupo de empresarios privados de Cuba como ustedes, no podemos sentir otra cosa que no sea orgullo, porque significa que ese trabajo que hemos venido haciendo desde hace muchos años empieza a florecer“, aseguró Cancio a los visitantes al recibirlos en la oficina.
En su bienvenida, el presidente de Fuego confirmó a los emprendedores cubanos el respaldo e interés de negociar con ellos por parte de la comunidad empresarial estadounidense y resumió en sus palabras un mensaje reiterado por los anfitriones cubanoamericanos durante los días del encuentro.
“Ahora tienen una gran oportunidad al estar aquí y no la pueden perder. Y tienen también la responsabilidad, por la posibilidad de tener contacto con autoridades de Estados Unidos y también de Cuba, de ser agentes de cambio, cambios positivos, cambios que conlleven a una Cuba mejor, que hagan avanzar sus intereses, sus proyectos, los de sus familias, pero también los de sus comunidades, su gente, su país“, dijo.
En la visita, los empresarios pudieron intercambiar además con otros directivos y ejecutivos de Katapulk, en función de consolidar vínculos comerciales o establecer nuevas conexiones.
Además, conocieron sobre el desarrollo de la plataforma y funcionalidades en las que se trabaja, como una wallet que permitirá a los clientes guardar dinero para que sus familiares en Cuba compren por sí mismos, según sus intereses, en lugar de hacer las compras por ellos.
Una oficina de coordinación
Otro de los momentos significativos del evento, que cerró las actividades de los empresarios privados cubanos de manera colectiva en Miami, fue la apertura de una oficina de apoyo y coordinación para facilitar las relaciones entre los sectores privados de Cuba y Estados Unidos.
Se trata, por ahora, de un espacio compartido con una agencia de viajes, en Miami Dade, que asume el proyecto como una nueva línea de trabajo dirigida al empresariado de ambos países. La intención, explicó Alfonso Larrea, de la mipyme cubana Evexcon, es facilitar la interacción empresarial y brindar un grupo de servicios en este sentido, como coordinaciones de viaje, organización de reuniones y secretaría.
Y la intención, señaló Larrea, es crecer, siempre en función de resultados concretos. La idea, dijo, es fomentar no solo las importaciones desde Estados Unidos a Cuba, sino además las exportaciones y los servicios hacia el territorio norteamericano, así como las asociaciones de trabajo.
“Lo que nos interesa son los resultados: que haya empresas que puedan concretar resultados positivos, tanto de allá para acá, como de aquí para allá“, apuntó.
Añadió que, con este objetivo, también funcionará una oficina en La Habana, gestionada por Evexcom, empresa privada de la isla que tuvo a su cargo la organización del encuentro en Miami, junto al excongresista Joe García y la firma de abogados Akerman LLP.
A la oficina de apoyo y coordinación podrán acceder tanto los empresarios estadounidenses que busquen hacer negocios con el sector privado de Cuba, como los emprendendores cubanos que no estuvieron ahora en Miami y deseen conocer cómo conectarse con posibles contrapartes en Estados Unidos.
Los cambios no serán “de un día para otro“
Un mensaje que varios de los anfitriones quisieron transmitir a los visitantes cubanos es que los cambios en el escenario de las relaciones económicas —no ya políticas— entre Cuba y Estados Unidos no ocurrirán “de un día para otro“, aun cuando los gobiernos de ambos países dieran nuevos pasos para ello. Por ese motivo, la constancia, el trabajo y la transparencia son la clave.
El empresario Ariel Pereda, presidente de Pearl Merchandising & Distribution, quien lleva años haciendo negocios con Cuba y mantiene creciente vínculo con el sector privado de la isla, alentó a los visitantes a aprovechar las oportunidades que vayan abriéndose y a no desistir en caso de que posibles cambios en las regulaciones —como la supuesta próxima posibilidad de abrir cuentas en bancos estadounidenses— no se traduzca en una inmediata implementación por las entidades de su país.
“A los bancos van a tener que ir probablemente muchas veces, a mostrarles quiénes son, qué hacen, cuáles son sus intenciones, a convencerlos de que no hay ningún problema con que les permitan abrir una cuenta, y hacerlo con transparencia, con las cuentas claras, con un negocio sólido que los respalde. Y donde se vayan abriendo puertas, aprovecharlas“, les aconsejó.
“Los cambios llevan tiempo, no son de un día para otro, pero de este lado hay personas, empresarios, abogados, que tenemos la disposición de apoyarlos, hacer negocios con ustedes y brindarles la posibilidad de crecer“, confirmó.
Por su parte, Alfonso Larrea consideró que el enfoque en el crecimiento empresarial es la vía para seguir creando oportunidades. Solo así es posible cerrar el círculo abierto ahora en Miami y salir adelante a pesar de los obstáculos.
“En la medida en que nos organicemos, en que consolidemos nuestro trabajo y tengamos más resultados, vamos a recibir más facilidades de aquí y de allá“, opinó durante la apertura de la oficina de coordinación en Miami.
Sobre uno de los temas más subrayados a propósito de este evento inédito, Larrea aclaró que “contrario a lo que piensan muchos en Estados Unidos, de que nosotros somos unos enviados del Gobierno cubano, no es así, ni los que aquí vinimos fuimos seleccionados por una convocatoria del Estado“.
“Los empresarios cubanos que viajaron a Miami son los que confiaron desde un inicio en nosotros, en Evexcon, como empresa privada que ha organizado eventos como este en República Dominicana, en Isla Margarita. Ellos respondieron a nuestra convocatoria desde el comienzo, cuando otros tuvieron recelos y desconfiaza, y por eso ellos han tenido la prioridad, lo que no significa que no estemos en disposición de trabajar con el resto del sector privado y de que más empresarios de Cuba no puedan sumarse a próximos encuentros“, precisó.
Hablan los empresarios
Luego de una intensa semana de intercambios y recorridos —no exenta de reacciones y controversias externas, pero transcurrida hacia lo interno en un clima de cordialidad, de respeto, de diálogo, de colaboración— varios de los protagonistas por la parte cubana compartieron con OnCuba apreciaciones y expectativas a partir de esta experiencia.
Los empresarios de la isla celebran, en primer lugar, la organización y la manera en que transcurrió el encuentro, y coinciden en la relevancia de este para su desenvolvimiento empresarial y las posibilidades que podría abrir, aun cuando no sea a corto plazo, para el sector privado cubano, la maltrecha economía del país, y el clima de las relaciones bilaterales.
Para Yadián Férnandez, director técnico y socio fundador de la empresa de productos y servicios informáticos Dofleini, el encuentro en Miami ha servido para cambiar la perspectiva de al menos una parte el sector empresarial estadounidense sobre los negocios privados en Cuba.
“Creo que algunos tenían la idea de que somos pequeños negociantes o que andamos con una carretilla vendiendo mangos por la calle, y se han encontrado con algo muy diferente: con empresarios preparados, con negocios que están funcionando y creciendo. Ese cambio de percepción puede ayudar a abrir nuevos caminos en las relaciones entre empresarios de aquí y de allá“, opina.
Además, resalta que “sí se han creado lazos, se han creado conexiones en estos días entre gente de ambos países que se pueden empezar a explotar, que pueden funcionar de una u otra forma en beneficio de sus empresas, y también las personas que son sus clientes en Cuba“.
Fernández confirma a OnCuba el significado que tendría para Dofleini introducirse en el mercado estadounidense y lograr exportar hacia allí sus servicios profesionales. Pero apunta la existencia de impedimentos derivados de la política estadounidense hacia Cuba que colocan a las empresas cubanas del sector “en desventaja competitiva a nivel internacional“.
Entre ellos menciona la imposibilidad de acceso abierto a servicios como la nube, así como a determinadas certificaciones y capacitaciones que, si bien no tenerlas no les impide realizar su labor, sí representarían un aval de peso de cara a sus clientes. No obstante, Fernández confía en que, como se ha venido comentando en las últimas semanas, la Administración Biden derogue estas restricciones.
Administración Biden podría anunciar medidas para dar “mayor apoyo financiero” a las pymes en Cuba
Por su parte, Lázaro Valdés, propietario de una finca de frutales y la mipyme Well Valdés, que comercializa la marca de conservas El Roble, espera que el Gobierno de Estados Unidos les permita a los empresarios privados de Cuba abrir cuentas en bancos norteamericanos. Ello, considera, les facilitaría el pago de las materias primas, los insumos y las maquinarias que necesitan.
Para el productor agropecuario de San José de las Lajas, Mayabeque, esa medida podría ayudarlo a aumentar la capacidad de procesamiento de su minindustria y a diversificar sus líneas de producción, entre otras ventajas.
Sobre el evento destaca la creación de “nuevas posibilidades para desarrollar negocios, como la oficina de coordinación que acaba de abrirse ahora en Miami, que nos debe ayudar no solo a tener un mayor intercambio con empresarios de Estados Unidos e importar productos a Cuba, sino también a exportar producciones nuestras hacia acá“.
“Todo esto nos permitirá ayudar al país, contribuir con la economía, y explorar un mercado más cercano a Cuba en un momento en que estamos buscando materias primas e insumos para aumentar los volúmenes de producción y que pueda haber más comida en el país“, refiere.
Aprendizajes y experiencias
Junto a las posibilidades de negocio y las conexiones con contrapartes estadounidenses, los empresarios privados cubanos celebran el aprendizaje y las vivencias que se llevan de este encuentro en la llamada Ciudad del Sol.
Para Yudel Montero, quien lidera la mipyme Constructora Yale, que radica en el poblado holguinero de Tacajó y se ocupa de construcción, reparación, restauración, junto a otras actividades productivas y comerciales, esta experiencia en Miami ha sido “impresionante“.
“Hemos podido ver el desarrollo de empresas de Estados Unidos, su logística, su organización, cómo trabajan la comercialización, y esos son aprendizajes muy importantes para empresarios como yo“, señala.
En cuanto a las posibilidades que se abren con el evento, Montero dice estar consciente de que “este es un camino largo, y estamos solo en el principio“.
“Ahora hay que empezar a caminar para llegar a donde queremos, y estamos claros que no va a ser algo de ahora para ahorita. Tenemos que seguir trabajando, tenemos que fortalecer relaciones, y también es muy importante que ambos gobiernos tomen medidas y trabajen para un entendimiento mutuo que nos incluya a nosotros y nuestro trabajo“ , añade.
Cuba no se opondría a flexibilización del bloqueo aunque sea solo para beneficiar al sector privado
“Yo quisiera fabricar todos mis productos en Cuba, pero ahora mismo no puedo; si no tengo la materia prima y tampoco la tecnología, el equipamiento necesario, no puedo hacerlo —afirma Montero. Pero espero que este encuentro y los contactos que se han creado y se puedan seguir creando en otros intercambios, puedan ayudarnos en este sentido, y lograr llevar lo necesario a Cuba para producir allá, que es lo que queremos, para bajar los costos“.
Mientras, Zoraida Pérez, artista textil que lidera la mipyme Zocoser en Santa Clara, resalta que un encuentro como este “era impensable un tiempo atrás” y considera que con su realización se ha “roto un mito“ y se ha dado “un paso importante“ entre las comunidades empresariales de Cuba y Estados Unidos.
“Siempre que haya un respeto a lo que pensemos unos y otros, como lo ha habido en el evento, creo que pueden funcionar las cosas“, dice a OnCuba.
Ella, como Montero, valora lo vivido en Miami “con una óptica de aprendizaje“.
“Me gustó mucho poder escuchar las experiencias y los consejos de esos grandes empresarios que estuvieron en el evento, cubanos que como yo empezaron de la nada, tocando de puerta en puerta, y mira hasta donde han llegado“, explica la fundadora de una pequeña empresa dedicada principalmente a la confección de canastilla y ropa para niños.
“A partir de mi presencia aquí se me han acercado personas de Miami a las que les ha gustado lo que hago, y ojalá que salga algo bueno, no solo para mí, sino para todos los empresarios cubanos que vinimos ahora. Pero si aún si no saliera ningún negocio, ya la experiencia, el aprendizaje, las relaciones que hemos hecho, creo que han valido la pena“, confirma.
No obstante, Zoraida asegura que se siente “esperanzada“ con lo que ha podido apreciar en el encuentro. Aprecia la “positividad“ por parte del Gobierno de Estados Unidos y los empresarios estadounidenses y cubanoamericanos con los que pudo compartir estos días. Ello, espera, podría insuflar nuevos aires a sus negocios y a la comunidad para la que trabajan.
“La mayoría de los que vinimos de Cuba —y digo la mayoría porque no puedo hablar por todos, pero sí por muchos que conozco— somos emprendedores que queremos trabajar y triunfar en nuestro país —asegura—, y no es menos cierto que de una forma u otra necesitamos ayuda para eso“.
“Esta ha sido una oportunidad para que los empresarios de aquí, de Estados Unidos, vean lo que hacemos allá, nos conozcan y sepan quiénes somos, que no es lo que se dice por aquí, y si nos quieren ayudar por el bien de Cuba me parece importante, porque eso es lo que queremos nosotros, que Cuba y los cubanos salgamos adelante“, concluye.
Solo una democracia liberal plena en Cuba traería los cambios imprescindibles para el desarrollo y la inversión. Mientras tanto, todo quedará en buenas intenciones y algún beneficio puntual. Saludos
El temor a que Cuba se desarrolle bajo su sistema social socialista, es algo inaceptable para EEUU, es por eso ese cruel bloqueo que han impuesto durante toda nuestra vida.
Continuacion….prefiero la democracia de Cuba que la llamada democracia ” libre” en EEUU….esperemos que los hombres de negocio en EEUU puedan romper con el bloqueo que también su gobierno les tiene impuesto….
Ese comercio para mí no va a dar ningún resultado al pueblo de a pie, al contrario estos empresarios lo que van es a enriquecerse. Ellos son agentes del gobierno. El tiempo lo dirá .
EMPRESARIOS CUBANOS?? SON EMPLEADOS DEL GOBIERNO CUBANO.HASTA QUE EN CUBA NO SE CAMBIE LA CONSTITUCION DONDE DICE QUE EL UNICO PARTIDO PERMITIDO ES EL PCC Y LA ECONOMIA ES COMUNISTA Y ESTA PROHIBIDA LA PROPIEDAD PRIVADA