Desde la 1:00 a.m. de este domingo 5 de noviembre Cuba vuelve al horario normal, por lo que se deberá atrasar una hora a los relojes, de acuerdo con la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía (ONURE).
Este cambio, habitual en muchos países del hemisferio norte, hará que se aproveche en menor medida la luz natural, lo que provocará un incremento del uso de electricidad en el horario de máxima demanda, refiere la oficina adjunta al Ministerio de Energía y Minas.
Sobre esa línea, la Onure pidió en una nota fomentar el ahorro, tanto en el sector residencial como en los centros de trabajo, en momentos en que el país sufre una crisis por los constantes déficits de capacidad para cubrir la demanda de energía eléctrica.
Así, se pondría fin al llamado horario de verano, que generalmente comienza a aplicarse desde el segundo domingo de marzo y hasta el primer domingo de noviembre
Según la Unión Eléctrica (Une), los apagones en la isla volvieron a agudizarse en septiembre y durante las primeras semanas de octubre como consecuencia de la escasez de combustible para la llamada generación distribuida a partir de motores diesel, generando afectaciones que llegaron a superar un déficit de 900 megawatts (MW).
La situación se ha vuelto más compleja por las constantes roturas de las centrales térmicas, con más de tres décadas de explotación y sin posibilidades de recibir los mantenimientos necesarios para extender su vida útil.
Pronóstico de apagones en noviembre
Comenzando este mes, la Unión Eléctrica anunció mantenimientos programados para dos importantes centrales termoeléctricas cubanas pudieran generar afectaciones al servicio de generación de energía eléctrica.
Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la Unión Eléctrica (UNE), explicó al sitio web Cubadebate que la CTE Antonio Guiteras, la más eficiente de todas, salió del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) el 1 de noviembre para recibir mantenimiento durante 72 horas, y que posteriormente se realizará el mismo proceso en la CTE de Felton, pero durante diez jornadas.
El directivo destacó que gracias a las labores ejecutadas en el SEN durante las últimas semanas de octubre, no ocurrieron afectaciones por déficit en capacidad de generación, generalmente el motivo de los apagones.
Pese a que la aplicación del horario normal busca la eficiencia y un mayor uso de la luz natural, los cambios de horario han despertado tanto la polémica como detractores.
Los argumentos en contra van desde los cuestionamientos a la oportunidad de ahorro de combustible que representa, hasta alegados efectos que estos cambios pueden provocar para la salud, los ciclos de sueño y la alimentación de las personas.
De acuerdo con la Onure, la iniciativa en cuestión comenzó su aplicación a escala mundial desde 1974 y permite una reducción significativa de la máxima demanda energética de la llamada hora pico, al no coincidir en gran medida la elaboración de alimentos con la iluminación.