El presidente de EE.UU., el demócrata Joe Biden, pronunció anoche el conocido discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso. Algunos medios estadounidenses lo han calificado de “encendido”, “enérgico” y “electoralista”.
Estos discursos suelen ser sobre asuntos sosegados, con listas predecibles de políticas y propuestas; sin embargo, este no fue el caso y se trataría del “más estridente en años”, según valoraciones de la CNN en español.
"We are also making history by confronting the climate crisis, not denying it." pic.twitter.com/rNj6chofe9
— The White House (@WhiteHouse) March 8, 2024
Uno de los aspectos que destacan es la arremetida contra el “rencor” que fomenta su rival republicano Donald Trump, a quien aludió varias veces Biden sin llegar a mencionarlo.
Una de las primeras frases de Biden, destacadas por The New York Times, fue: “Desde el presidente Lincoln y la Guerra Civil, la libertad y la democracia no habían sido atacadas en casa como lo están hoy”, a lo que remató: “Lo que hace que nuestro momento sea excepcional es la libertad de la democracia, que está siendo atacada tanto en casa como en el extranjero”.
El demócrata propuso “un futuro basado en los valores fundamentales que definen a Estados Unidos: honestidad, decencia, dignidad, igualdad”.
El asunto de la edad
Las dudas sobre la edad de Biden y su aptitud para el cargo se han convertido en uno de los principales telones de fondo de la campaña presidencial.
Según las encuestas, los estadounidenses preferirían a otros candidatos en las presidenciales de noviembre. Biden, de 81 años, y Trump, de 77, les parecen demasiado viejos para el cargo.
Biden lo sabe, apunta un despacho de AFP, que cita una de sus citas al respecto: “Sé que puede que no lo parezca, pero llevo aquí un tiempo”, bromeó. “Cuando llegas a mi edad, algunas cosas se vuelven más claras que nunca”, les dijo.
“Otras personas de mi edad ven una historia diferente: una historia estadounidense de rencor, venganza y revancha”, había dicho.
Puntos de caras a las elecciones
Otro aspecto que destacan del discurso es su aspecto electoralista, al subrayar algunos puntos sobre los que le han atacado los republicados, y, especialmente, Trump, a quien acusó Biden de “inclinarse” ante Vladímir Putin, responsable de invasión de Ucrania en 2022.
“Yo no me inclinaré”, prometió, ante las aclamaciones de sus colegas de partido, que pedía a gritos “¡cuatro años más!”.
Biden alegó que Estados Unidos experimenta bajo su presidencia la mayor “recuperación” económica de su historia, después de la pandemia de COVID-19.
“Heredé una economía que estaba al borde del abismo” pero ahora “es literalmente la envidia del mundo”, dijo, presumiendo de haber creado 15 millones de nuevos empleos en solo tres años, un récord.
“El desempleo está en su nivel más bajo en 50 años”, aseguró.
Por supuesto, se refirió al aluvión de migrantes, alegando: “No demonizaré a los migrantes diciendo que están ‘envenenando la sangre de nuestro país’” y “no separaré a las familias”.
De la misma manera, aseguró que iba a “restaurar” en todo el país la protección del derecho al aborto, dinamitada por la Corte Suprema de tendencia conservadora tras ser reformada por Trump, y gravar más a las multinacionales y a los millonarios.
Otra parte del discurso se lo dedicó a los sindicatos. Según cita de AFP, se mostró orgulloso de haber sido “el primer presidente en un piquete”. De hecho, entre los invitados al Capitolio figuraba un sindicalista.
En cuanto a la guerra en Gaza, habló, más extensamente que nunca hasta ahora, del sufrimiento de los civiles palestinos.
“A los dirigentes de Israel les digo esto: la asistencia humanitaria no puede ser una consideración secundaria ni una moneda de cambio. Proteger y salvar vidas inocentes tiene que ser una prioridad”, dijo, y pidió un “alto el fuego inmediato” durante seis semanas en la Franja de Gaza.
De hecho, los medios acotaban que para llegar al Capitolio, el presidente tuvo que cambiar de itinerario para esquivar a manifestantes que reclamaban un alto el fuego en Gaza.
Por lo visto este jueves, en un artículo para el Times Peter Baker escribía que este no era el viejo Joe, sino Joe el contundente, el enojado y el ruidoso Joe que parece dispuesto a iniciar otro juego.