Redacción OnCuba
TikTok y su matriz china, ByteDance, presentaron este martes una demanda contra Estados Unidos bajo el argumento de que es inconstitucional la ley que plantea un ultimátum a la popular red social y amenaza con prohibirla en el país norteño el próximo año.
Estados Unidos adoptó a fines de abril una ley que obliga ByteDance a vender TikTok a una compañía estadounidense en un plazo de 12 meses.
Si tal acción no sucede, entonces quedaría prohibida la popular aplicación de intercambio de videos utilizada por 170 millones de clientes, la mitad de la población de Estados Unidos.
ÚLTIMA HORA | Tik Tok presenta una demanda contra el gobierno de EE. UU por posible prohibición pic.twitter.com/XoXQCNTcxv
— negocios tv (@negocios_tv) May 7, 2024
Argumentos de Washington
Los motivos considerados por Washington es que la empresa recaba datos que pueden ser usados por el gobierno de China con fines de espionaje y propaganda, publicó el periódico mexicano La Jornada a partir de un reporte de la agencia francesa AFP.
La red social, numerosas personalidades y ONGs consideran que la ley viola la libertad de expresión de sus usuarios, garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
“Por primera vez en la historia, el Congreso aprobó una ley que prohíbe permanentemente una plataforma de expresión en todo el país y prohíbe a todos los estadunidenses participar en una comunidad en línea con más de mil millones de personas en todo el mundo”, alegaron los abogados de la compañía en la demanda presentada ante un tribunal federal de Washington.
TikTok se defiende
En su defensa, la empresa TikTok ha negado reiteradas veces cualquier vínculo con el gobierno chino y ha asegurado que nunca ha compartido ni compartirá datos privados de los usuarios estadounidenses con Pekín.
En tal sentido, la plataforma ejecutó una inversión de alrededor de 1500 millones de dólares en el llamado Proyecto Texas, para que los datos de los usuarios estadounidenses queden almacenados dentro de Estados Unidos.
Los críticos afirman que la recopilación y el almacenamiento de datos solo son parte del problema y reclaman que el algoritmo, que es el secreto del éxito de TikTok, también quede desvinculado de la firma china ByteDance.
Una empresa creada en un apartamento pekinés
Nacida como Google, Amazon o Dell, en un garaje o un apartamento, y sin prácticamente recursos, ByteDance irrumpió 2012 en Pekín y en un plazo breve escaló hasta convertirse en una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, conocida principalmente por ser la creadora de TikTok.
ByteDance consiguió posicionarse en los últimos años como una de las empresas más valiosas del mundo.
Su capitalización fue valorada en unos 225 mil millones de dólares y, por tanto, situada por encima de empresas punteras estadounidenses como SpaceX u OpenAI, según la firma de inteligencia de mercado CP Insights.
Aplicación seductora
Tiktok, una aplicación lanzada en 2017 por ByteDance como versión internacional de Douyin —que cuenta actualmente con cientos de millones de usuarios—, cautivó al mundo y amasó más de mil millones de usuarios en tan solo cuatro años.
TikTok se conoce en China como Douyin, nombre que significa “sacudir la música”, o también “sonido al agitar”.
Con una interfaz muy manejable y fácil de comprender, TikTok puede disfrutarse sin que el usuario esté obligado a registrarse, acoge todo tipo de contenidos y su algoritmo es super eficiente en la búsqueda y conexión de las preferencias del cliente, entre otras ventajas.
Igualmente, permite con facilidad facturar videos y enviarlos, además de compartir el contenido directamente en plataformas como WhatsApp y descargar el video en el móvil.
“Es la simpleza llevada a su máximo esplendor”, es la opinión consensuada de los expertos.
Gracias al enorme crecimiento de estas redes, ByteDance se aventuró también en el comercio electrónico y las reservas de viajes, y afirma tener más de 150 mil empleados en casi 120 ciudades de todo el mundo.
Según analistas tecnológicos y políticos, en el caso TikTok los motivos de seguridad nacional pueden pesar más ante la Corte Suprema de Estados Unidos que la libertad de expresión.
