El partido de ultraderecha Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) logró este domingo una histórica victoria en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia.
Tal como preveían las encuestas, la formación ultraderechista que lidera Marine Le Pen fue la fuerza más votada, con poco más del 33 % del respaldo en unas elecciones con una participación popular cercana al 67 %.
Por detrás se ubicaron el Nuevo Frente Popular, que agrupó a los principales partidos de izquierda, con aproximadamente el 28 %, en tanto la coalición centrista del presidente Emmanuel Macron, Ensemble, obtuvo sobre el 20 % y Los Republicanos, el 6,5 %.
Este resultado deja a la ultraderecha a las puertas del Gobierno francés, pues de confirmarse su éxito en la segunda vuelta, de sus filas saldría el nuevo primer ministro, quien compartiría una incómoda dupla en el poder junto a Macron.
Según apuntan desde Francia, ese puesto iría a las mano de Jordan Bardella, candidato de RN, quien celebró la victoria “inapelable” de su formación en la primera vuelta y llamó a sus seguidores a movilizarse para lograr la mayoría parlamentaria absoluta en la segunda vuelta.
Por su parte, Le Pen, la líder del partido, celebró los resultados. “La democracia ha hablado y los franceses han puesto a RN y a sus aliados en la cima”, sostuvo, al tiempo que resaltó que el bloque macronista haya sido “prácticamente aniquilado”.
Segunda vuelta decisiva
A pesar del éxito de la ultraderecha este domingo, la jornada decisiva será el próximo 7 de julio. Solo tras esa votación se sabrá quienes ocuparán finalmente los 577 escaños de la Asamblea Nacional, la gran mayoría de los cuales no se definieron ayer.
Ello se debe a que para ganar en primera vuelta un candidato debe lograr más del 50 % de los votos, algo muy difícil con un espectro político bastante dividido. Entonces, en una segunda vuelta deben lidiar los dos candidatos más votados, a los que se unen todos los que hayan sacado al menos un 12,5 %.
Según EFE, hasta el momento solo resultaron elegidos 37 diputados de RN, 32 del NFP, dos del bloque macronista y tres para LR y sus aliados.
Además, el RN lidera las votaciones en casi 300 circunscripciones, por 157 del NFP y 69 de la coalición del presidente, quien ya ha dicho que la derrota de su partido no catalizará su renuncia y se mantendrá en el puesto hasta que finalice oficialmente su mandato en 2027.
De acuerdo con las proyecciones, RN podría lograr entre 225 y 295 escaños, y sobrepasar el umbral de la mayoría parlamentaria absoluta, fijada en 289.
Sin embargo, ya se habla de un escenario en el que el el grupo de izquierda y la coalición de Macron retiren a su candidato para favorecer al del otro grupo en su puja contra RN. Y ello podría cambiar la configuración en algunas circunscripciones y reflejarse luego en la Asamblea.
Alianza entre el centro y la izquierda
Tras divulgarse los resultados preliminares, Macron —quien convocó sorpresivamente a estas elecciones luego de los comicios europeos— llamó a crear un frente nacional contra la extrema derecha.
“Hay que votar por candidatos republicanos y democráticos”, señaló, al tiempo que llamó a los franceses a acudir nuevamente a las urnas el próximo domingo, luego de protagonizar ayer la participación electoral más alta en los últimos 40 años.
Por su parte, el actual primer ministro, Gabriel Attal, respaldó el mensaje del mandatario y pidió a los ciudadanos “impedir a RN que tenga una mayoría absoluta” con “su funesto proyecto” y evitar así que “ocurra lo peor”.
“La lección de esta noche es que la extrema derecha está a las puertas del poder”, dijo Attal desde la sede el Gobierno.
En esta misma cuerda se expresó el izquierdista Jean Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, uno de los partidos miembros del Nuevo Frente Popular.
“En todas las circunstancias nuestra consigna es clara: ni un voto de más para el RN, ni un escaño de más para el RN”, afirmó Mélenchon, quien ha sido muy crítico con Macron, pero ahora está dispuesto pasar por alto esas diferencias para evitar el ascenso mayoritario de la ultraderecha.
Con este objetivo, declaró que “en los casos en que quedamos terceros, nos retiraremos de la contienda” para no restarle votos al bloque centrista del presidente y evitar que sea elegido un candidato de la ultraderecha.
Esta misma apunta a ser la estrategia que aplicará la coalición macronista en favor de la izquierda, en los casos en que su candidato sea el tercero más votado.
(Con información de agencias y medios internacionales)