Tras concluir los ensayos clínicos requeridos, la vacuna cubana contra los neumococos Quimi-Vio cuenta desde este viernes con el registro sanitario que otorga la entidad reguladora en el país, reportan medios estatales.
El Centro para el control de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos registró el fármaco luego de demostrar “suficientes evidencias de calidad, seguridad y eficacia”, señala Prensa Latina.
Dagmar García, directora de Investigaciones del Instituto Finlay de Vacunas, detalló en su cuenta de Facebook que estamos en presencia de “una vacuna heptavalente”, lo que significa “que tiene 7 antígenos en su composición”. De este modo, logra “despertar una respuesta inmune efectiva en niños pequeños”.
La especialista agregó que el desarrollo clínico implicó ocho ensayos que alcanzaron a unos 37 mil niños y que duraron de 2012 a 2023. Por eso Quimi-Vio, al decir de García, es “la más compleja de todas las que hemos hecho en Cuba”.
Quimi-Vio es un candidato vacunal conjugado heptavalente que en su proceso de obtención, ha enfrentado una elevada complejidad científica, química, analítica y tecnológica.
Quimi-Vio, el fármaco cubano contra los neumococos que integrará el esquema nacional de vacunación
Protege contra siete de los serotipos más infecciosos y de alta prevalencia mundial de la bacteria de neumococo, patógeno causante de la mayor parte de las neumonías y las meningitis bacterianas en los niños, además de infecciones del torrente sanguíneo, otitis media, sinusitis y bronquitis.
Hasta 2022, Cuba no había podido adquirir las dos vacunas comerciales Prevenar 13 y Synflorix, disponibles en el mundo contra el neumococo porque, además del alto precio, ambas contienen capital estadounidense en su fabricación.
Con la vacuna la isla gana en soberanía tecnológica para combatir las enfermedades producidas por esa bacteria que, según cifras de la Organización Mundial de Salud (OMS), causa anualmente alrededor de 1,6 millones de muertes en todo el orbe, incluyendo cerca de 800 mil niños menores de 5 años, la mayoría en países en vías de desarrollo, apuntan medios cubanos.
Este nuevo éxito de la ciencia cubana nos enorgullece y abre las esperanzas para un país privado de todos los medicamentos para su población. Si este empeño también se lograra en la producción interna de viandas, frijoles y arroz las espectativas del pueblo y su credibilidad en el malogrados esfuerzo sería diferente. El gobierno debiera de entender de una vez que erra en este empeño y que desididamente su estrategia es fallida.