Entre el 14 y el último día de este mes, el túnel de Quinta Avenida será sometido a labores de mantenimiento que lo mantendrán cerrado al tránsito, aunque no de manera total.
Según detalla la nota compartida en Facebook por el ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, y publicada por Cubadebate, las medidas de cierre de la instalación, que abarcarán la senda en el sentido Playa-Plaza de la Revolución y luego el de Plaza de la Revolución-Playa, estarán enfocadas en determinados horarios y sentidos de movimiento.
Entre el miércoles 14 y el 21 venidero permanecerá cerrado el sentido de dirección Playa-Plaza, y del 23 al 31 del propio mes el de Plaza-Playa, desde la 9:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, precisa la nota.
La Comisión Provincial de Seguridad Vial sugiere a los conductores de vehículos desplazarse por Quinta Avenida de Playa hacia Plaza, así como usar como vías alternativas las avenidas 41, 31, 7.ª hasta Línea. En tanto, cuando quede cerrado el tramo de Plaza a Playa, transitar por las calles Línea, 23, 31 y 41.
Para los peatones, añade el comunicado, “se mantiene abierta la opción de cruce por el túnel de Quinta Avenida cuando no haya personal en su laboreo”.
El pasado mes de mayo, durante dos semanas, se acometieron nuevas obras de reparación del túnel de la bahía de La Habana, específicamente, en la vía Cabaña-Habana.
Estas acciones habían sido previstas tras la reparación de la vía contraria el mes de abril, cuando las reparaciones transcurrieron en 10 días y concluyeron “48 horas antes de lo planificado”, según confirmó entonces el ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.
Por esa fecha, el funcionario apuntó que ese túnel había sido sometido a estudios a raíz de “un goteo en su interior”.
El túnel de Quinta Avenida dispone de dos sendas en ambos sentidos y una acera para peatones. La obra, inaugurada el 12 de junio de 1959, posibilitó conectar directamente el Malecón con la Quinta Avenida de Miramar.
Fue llevada a cabo por la Empresa Constructora Societédes Grands Travaux de Marseille con la fiscalización del Ministerio de Obras Públicas y de la Junta Nacional de Planificación. Además, fue financiada por el Banco de Desarrollo Económico y Social.