Un hombre fue condenado a 18 años de cárcel por abusar sexualmente de un menor de edad en Sancti Spíritus.
El victimario, de 55 años, es “portador del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)” y la víctima presenta una “disminución de la capacidad psíquica”, de acuerdo con el periódico Escambray.
Según el medio, el hecho ocurrió el pasado año y la sentencia definitiva fue informada “recientemente”, luego de que el Tribunal Supremo considerara “sin lugar” la apelación del acusado y ratificara “en todas sus partes la sentencia dictada en primera instancia”.
La publicación apunta que el menor, al que se cataloga de adolescente, sufre de “un nivel de funcionamiento psíquico defectual” y “presenta una edad mental inferior a su edad cronológica, razón por la cual recibe tratamiento educativo en un centro de enseñanza especial”.
Los hechos ocurrieron en la vivienda de una amiga de la madre del menor, donde este pernoctaba algunos fines de semana y donde también residía el victimario, hermano de la dueña de la casa.
El hombre abusó de la víctima “con tratamientos lascivos a escondidas de los demás miembros del núcleo familiar” y “logró consumar” el acto sexual con el menor “en varias oportunidades”.
“Ante el retraimiento del adolescente en la escuela, sus maestras lograron la confesión sobre lo que estaba ocurriendo y, entonces, acompañaron a la madre y formularon de conjunto la denuncia ante el órgano correspondiente del Ministerio del Interior”, explica Escambray.
La condena
Tras la investigación policial, el hombre fue juzgado por corrupción de menores, delito que fue “probado” por el tribunal, que lo sentenció a 18 años de privación de libertad, además de las sanciones accesorias correspondientes.
“Para imponer la pena al acusado, los jueces tuvieron en cuenta la connotación del hecho, perpetrado contra un menor de edad, con notables limitaciones, y la actitud denigrante del autor que, a sabiendas de que era portador de una enfermedad infectocontagiosa, no se protegió”, refiere el medio.
No obstante, añade la nota, “el proceso se siguió con todas las garantías legales para el acusado, a quien no le constaban antecedentes penales”.
Se desconocen detalles sobre el estado de salud de la víctima o sobre su tratamiento posterior al abuso sufrido.
En cambio, advierte Escambray, “este no ha sido el único caso de esa naturaleza durante 2024 en la Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Sancti Spíritus”.
“Tales hechos tienen como denominador común el exceso de confianza y la ingenuidad de los familiares, que no advierten los peligros de algunas relaciones de los menores de edad con adultos e, incluso, con otros niños mayores”, señala la publicación.
Casos como este no son habitualmente informados por la prensa oficial cubana, si bien en los últimos tiempos ha reportado sobre algunos juicios y sentencias relacionados con hechos de corrupción y de violencia que han tenido lugar en medio de la severa crisis económica que atraviesa la isla.