Cuando se haga una retrospectiva de la temporada de Grandes Ligas en 2024 y se intenten descifrar las claves de éxito de los Detroit Tigers, obligatoriamente habrá que hablar de su funcionamiento como equipo. Puede parecer una obviedad, teniendo en cuenta que el béisbol es un deporte colectivo, pero los dirigidos por A.J. Hinch han demostrado un acople fenomenal, sin grandes estrellas ni jugadores caros en su roster.
Un botón de muestra lo pudimos apreciar este miércoles en el segundo partido de la Serie de Comodines frente a los Astros. En la octava entrada, con el choque empatado a 2 carreras y todo por definir, Houston tenía en la lomita a Josh Hader, un relevista que cobra alrededor de 19 millones de dólares por temporada, más que los 18.8 millones que los Tigers le pagan a su nómina completa de los playoffs, compuesta por 26 peloteros.
Si vamos al duelo decisivo del choque, el todopoderoso Hader, entre los mejores apagafuegos de MLB, se enfrentaba al cubano Andy Ibáñez, un chico de Isla de la Juventud que cobra un poco más de 750 mil dólares. Pero la magia del béisbol y las tramas fabulosas de la postemporada permiten que estas brechas se acorten en cuestión de segundos, justo como sucedió en el Minute Maid Park de Houston.
Ibáñez no salió como titular en el partido, pero desde temprano se fue a las jaulas de bateo a trabajar y a observar videos, porque le habían avisado que podía entrar de emergente. “Desde que empezó el juego los coaches me alertaron, que estuviera ready para salir a enfrentar a un lanzador zurdo. Yo estaba ready desde el segundo inning, Wenceel (Pérez) no me dejará mentir”, relató el antillano en conferencia de prensa.
Su momento llegó en el octavo capítulo, justo después de que se llenaran las bases con 2 outs y la pizarra empatada a 2 anotaciones. La situación no podía ser más tensa, pero Ibáñez ya se había enfrentado a algo similar en el pasado: el domingo 16 de junio del presente año, también en el feudo de los Astros, se midió contra Hader como bateador emergente en la novena entrada y le pegó un doble remolcador, aunque no pudo impedir la derrota 4-1 de los Tigers.
No obstante, tenía otras 2 experiencias negativas contra el zurdo, una de ellas saldada por la vía de los strikes. Con todo eso en mente, Andy entró al cajón ofensivo y comenzó a librar una batalla feroz, en la que Hader apeló todo el tiempo a su sinker por encima de las 96 millas para intentar liquidarlo. El pinero hizo 3 contactos de foul y recibió una bola muy alejada de la zona, preámbulo del suin más importante de su carrera, uno que recordará por siempre.
Hader insistió con la sinker a 97.6 millas (su envío más rápido del choque) y la respuesta de Ibáñez fue una línea pegada a la línea del bosque izquierdo. El batazo a 105.1 millas (su sexto más fuerte de 2024) silenció las tribunas del Minute Maid Park mientras los corredores de Detroit corrían por las almohadillas y pasaban por la registradora para poner el marcador 5-2.
“La verdad creo que ha sido el mejor turno al bate de mi vida y tengo que dar gracias a Dios por eso”, dijo el cubano, quien llegó a tercera con la conexión y abrió los brazos al cielo. “Cuando me detuve ahí vi a todos los fanáticos de Detroit y al equipo saltando, muy contentos. Eso me tocó. Nunca había dado un doble tan emocionante como ese”, añadió.
Estos fueron los primeros remolques para Andy desde el 10 de septiembre. El pinero tuvo un cierre de temporada muy discreto, con promedio de .167 y OPS de .447 en 54 comparecencias al plato desde el 26 de agosto, contraste notable con la línea ofensiva (.261/.305/.403/.709) de sus primeros 74 partidos. A pesar de ello, no perdió la fe y se mantuvo activo, esperando por una oportunidad para resarcirse.
“Su confianza es crucial para nosotros, pero nuestra confianza en él es igualmente importante. Así es como lo hemos hecho todo el año y no vamos a perseguir un estilo diferente porque estemos en los playoffs o buscando una victoria”, aseguró el mánager A.J. Hinch, quien no dudó en colocarlo en uno de los momentos decisivos de la temporada para Detroit.
El batazo de Andy puso a los Tigers en camino a su primera victoria en una serie de postemporada desde su triunfo contra Oakland en el pleito divisional de 2013. Hace un par de meses nadie pensaba que algo así podía suceder, pero a juicio del propio utility antillano, la unión ha impulsado a la escuadra: “El staff, los jugadores, estamos todos juntos, nos lo estamos creyendo también. Eso nos faltaba al principio. Gracias a Dios están saliendo los resultados y le ganamos a un gran equipo como es Houston, mis respetos para ellos”.
Estas palabras reafirman la idea de la que hablábamos al principio, el funcionamiento colectivo ha sido la clave de Detroit. En el segundo duelo de los comodines, por ejemplo, además del aporte de Ibáñez, hay que resaltar el crucial desempeño de los 7 lanzadores que se encaramaron en la lomita y caminaron toda la ruta a ritmo de 5 imparables y 2 carreras limpias.
Hinch, quien conoce perfectamente a los Astros (fue mánager en Houston entre 2015 y 2019), apostó por la fórmula del bullpen desde el inicio, siguiendo su línea de todo el curso, en el que los Tigers fueron el plantel que menos tiempo utilizó a sus abridores entre los 30 conjuntos de MLB. Sus apagafuegos respondieron a las mil maravillas y ahora van camino a una Serie Divisional contra Cleveland, rival contra el que tuvieron balance de 6-7 en la temporada regular.
Seis cubanos caen de un tiro
La postemporada de Grandes Ligas, como decíamos hace algunos días, es puro drama, una montaña rusa en la que no sabes cuánto tiempo vas a sostenerte en la cima. Seis peloteros cubanos lo comprobaron este miércoles al caer abruptamente hasta el pozo de la eliminación, algunos de ellos pertenecientes a equipos que, en teoría, salían de favoritos.
Tal es el caso de Yordan Álvarez, que vio desde la barrera como Ibáñez enterraba a los Astros. El tunero falló tres veces y negoció un boleto en el partido que acabó con los sueños de Houston. No obstante, recordar que jugó con molestias en una rodilla, y pese a ello logró par de cohetes en el primer duelo de los comodines.
También se despidieron de los playoff los serpentineros Cionel Pérez y Yennier Cano, 2 piezas fundamentales del bullpen de los Orioles. El zurdo matancero trabajó este miércoles en el segundo choque de la serie contra Kansas City y cargó con la derrota, pues permitió par de imparables y la carrera decisiva para los Royals. Por su parte, Cano liquidó 1.1 innings en blanco, pero permitió que le anotara uno de los corredores que heredó en circulación.
Y la desgracia de unos es la alegría de otros. Baltimore no hizo valer su condición de favorito ante Kansas, y el equipo que el pasado año perdió más de 100 juegos ahora se coló en las Series Divisionales para sorpresa de muchos entendidos. En sus filas cuentan con los cubanos Yulieski Gurriel y Dairon Blanco, quienes vieron acción en el choque de marras celebrado en el Camden Yards.
Yuli falló en 4 turnos y recibió un pasaporte gratis, mientras Blanco entró como corredor emergente –su especialidad– y se apuntó una base robada. Ahora ambos emprenderán viaje a New York para medirse a los Yankees en un pleito que promete mucha adrenalina.
En la Liga Nacional, los Padres acabaron con las aspiraciones de los Braves. El habanero Jorge Soler conectó un enorme cuadrangular por el jardín central del Petco Park, mientras el pinero Daysbel Hernández contuvo a la inspirada ofensiva de San Diego durante 2.1 episodios, pero no pudieron impedir la segunda derrota de Atlanta en este duelo de comodines.
De esta forma, Soler, Hernández y Raisel Iglesias, quien no vio acción en la serie, quedaron eliminados, mientras el zurdo de los Padres, Adrián Morejón, avanzó a la siguiente etapa pese a que tampoco trabajó contra los Braves.
Por último, todavía se mantiene con vida José “Candelita” Iglesias con los Mets. Los neoyorkinos, después de ganar el primer partido contra los Brewers, perdieron este miércoles en las postrimerías de un choque decidido por los jonrones de Jackson Chourio y Garrett Mitchell en la octava entrada.
“Candelita” mantuvo activo su casillero de imparables y anotó la primera carrera de los Mets, que llegaron con ventaja mínima al octavo capítulo. Pero ahí llegó la rebelión de Milwaukee frente a su público, liderados por el joven Chourio, quien se convirtió en el primer jugador de la franquicia con un partido de múltiples vuelacercas en postemporada.
Los Brewers habían perdido 6 juegos consecutivos en postemporada y 10 de sus últimos 11 en esta instancia, pero lograron revertir la tendencia y ahora todo se definirá este jueves en el tercer choque contra los Mets de “Candelita”.