El presidente italiano Sergio Mattarella rechazó este miércoles la intromisión del magnate estadounidense de origen sudafricano, Elon Musk, en las decisiones migratorias de la judicatura del país europeo.
“Italia es un gran país democrático y debo reiterar… que sabe cuidar de sí mismo respetando su Constitución”, manifestó un comunicado de la presidencia.
“Cualquier persona, especialmente si, como se ha anunciado, va a asumir un importante papel gubernamental en un país amigo y aliado, debe respetar su soberanía y no puede asumir la tarea de darle recetas”, añadió la declaración citada por la agencia Prensa Latina.
Esas afirmaciones son una franca alusión a Musk, quien está propuesto por el presidente electo Donald Trump para codirigir el llmado Departamento de Eficiencia Gubernamental, que persigue brindar asesoramiento para impulsar reformas estructurales a gran escala en Estados Unidos.
La decisión del Tribunal de Roma de suspender la validación del arresto de inmigrantes trasladados por el gobierno italiano a Albania, fue cuestionada por el dueño de la empresa Tesla, quien demandó que los jueces responsables de la contramedida “deben irse”.
Posteriormente y en otro mensaje, con un tono aún más ofensivo, Musk escribió: “Esto es inaceptable. ¿Vive el pueblo italiano en una democracia o es una autocracia no electa la que toma las decisiones?”.
El pasado 11 de noviembre el Tribunal de Roma suspendió por segunda vez la validación del traslado de migrantes por el gobierno de Italia hacia centros habilitados en Albania.
Por su parte, la vicepresidenta de la Asociación Nacional de Magistrados, Alessandra Maddalena, expresó: “estamos desconcertados por esta intervención de un magnate extranjero muy poderoso” y añadió que “aquí ya no está en juego la independencia del poder judicial, sino la soberanía del Estado italiano”.
Entretanto, Angelo Bonelli, portavoz de Europa Verde y diputado de la Alianza Verde e Izquierda, consignó: “el ataque de Musk a los jueces italianos no solo es inaceptable y una intromisión de la mano derecha de Trump, sino que es la señal inequívoca de lo que Musk quiere conseguir, es decir, construir una autocracia tecnológica”.
Meloni guarda silencio
En otro registro, la oposición italiana criticó este miércoles a la primera ministra, Giorgia Melon por no reaccionar a las declaraciones del magnate estadounidense.
“¿A qué espera Meloni para defender la soberanía nacional?”, preguntó Elly Schlein, líder de la principal fuerza opositora, el centro-izquierdista Partido Demócrata, en un acto electoral por los comicios de la región de Emilia-Romaña previstos para el 17 y 18 de noviembre, informó la agencia española EFE.
En el centro de la polémica está la puesta en marcha de los controvertidos centros que Meloni ha construido en territorio de Albania para gestionar y acelerar la repatriación de migrantes.
Musk, otras injerencias y excesos de poder
Antes de ser llevado a la más alta política de la mano de Trump, ya Elon Musk resaltaba por exhibir un prontuario de intromisiones en asuntos internos de terceros países.
En 2019 alborotó las redes sociales al admitir que participó en el golpe de estado en Bolivia de ese año contra el mandatario Evo Morales, quien se había opuesto a vender el litio boliviano a magnate, hoy por hoy considerado el hombre más rico del planeta.
“Derrocaremos a quien queramos”, escribió en su cuenta de Twitter, y concluyó señalando, “Deal with it”, algo así como (si no te gusta), “te jodes”.
Bolivia, con aproximadamente 21 millones de toneladas de litio, se posiciona en la cúspide de las reservas mundiales, según datos de Bloomberg.
En otra de sus intromisiones, Musk se enzarzó en una pelea con Brasil este año por los excesos de la red social X, propiedad del multimillonario, quien se rehusó a nombrar a una autoridad legal de la plataforma para el país sudamericano, al tiempo que cobijó numerosas cuentas de líderes derechistas locales que, según la justicia brasileña, propalaban noticias falsas o fake news, entre otras irregularidades.
Después de ser suspendida desde agosto, en octubre la Corte Suprema de Brasil autorizó el desbloqueo de X (antes Twitter), después de que la plataforma pagara una multa de 28,6 millones de reales (USD 5,2 millones) y aceptara cumplir las resoluciones judiciales dictadas por el alto tribunal de justicia.