Donald Trump sigue dando forma a su futuro Gobierno y este miércoles anunció sus nominados para dos puestos clave: los de secretario de Estado y Fiscal General.
Para el primero, el exmandatario y presidente electo anunció al senador republicano Marco Rubio, con lo que confirmó informes previos que apuntaban al cubanoamericano como el elegido.
De esta forma, Rubio se convertirá en el primer latino en asumir ese cargo en un Gobierno estadounidense.
“Marco es un líder muy respetado y una voz muy poderosa en pro de la libertad. Será un firme defensor de nuestra nación, un verdadero amigo de nuestros aliados y un guerrero valiente que nunca se rendirá ante nuestros adversarios”, defendió Trump su elección.
El expresidente republicano confirma la noticia que llevaba varios días circulando, la elección de Rubio como máximo representante de la diplomacia estadounidense, convirtiéndose en el primer latino en asumir el cargo.https://t.co/p14kGNDvPr
— EFE Noticias (@EFEnoticias) November 13, 2024
En respuesta, el político de origen cubano aseguró que dirigir el Departamento de Estado “es una enorme responsabilidad” y que se siente “honrado por la confianza” depositada por Trump en él.
“Como secretario de Estado, trabajaré todos los días para llevar adelante su agenda de política exterior. Bajo el liderazgo del presidente Trump lograremos la paz mediante la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses y de Estados Unidos por encima de todo lo demás”, afirmó, dando explícitas claves de cuál será su línea de actuación en el cargo.
Hijo de migrantes cubanos, Rubio nació en Miami en 1971 y es partidario de una política de mano dura contra rivales geopolíticos de Estados Unidos como China e Irán. Además, en un firme opositor de gobiernos de izquierda en América Latina, en particular de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y defiende la imposición de sanciones contra los mismos y otros adversarios.
Un ultraderechista como Fiscal General
Si el nombramiento de Rubio parecía cantado, o al menos ya estaba sobre la mesa, el de Matt Gaetz como próximo Fiscal General ha causado asombro hasta dentro de las filas republicanas.
Analistas lo consideran el más polémico de los puestos anunciados hasta ahora por Trump, incluso por encima del presentador de Fox News Pete Hegseth como su secretario de Defensa.
Gaetz, congresista por Florida de 42 años y considerado un miembro del ala más dura de los republicanos, es un figura leal a Trump, con cuyo proyecto está sólidamente alienado.
Al anunciar su nominación, el futuro presidente lo defendió como “un abogado tenaz y profundamente talentoso” y dijo que “desmantelará las organizaciones criminales y restaurará la fe y la confianza de los estadounidenses en el Departamento de Justicia, gravemente destrozada”.
Gaetz, como Rubio, consideró “un honor” servir en el Gobierno de Trump y presentó ya su renuncia al escaño en el Congreso, requisito para poder ocupar el cargo al que fue nominado.
Líder de la revuelta interna que llevó a la caída en 2023 del republicano Kevin McCarthy como presidente de la Cámara, Gaetz fue objeto de una investigación de tráfico sexual por parte del Departamento de Justicia, aunque finalmente no se presentaron cargos en su contra.
Además, el político ultraderechista está siendo investigado por el Comité de Ética del Congreso por su presunta participación en un plan de tráfico sexual de una menor de 17 años, algo que Gaetz ha negado, señala EFE.
Por estos y otros motivos, como sus diferencias con otros miembros del partido, medios y analistas no dan por seguro que el Senado lo ratifique como Fiscal General, si bien los republicanos se hicieron del control del mismo por una estrecha mayoría y Trump de seguro intentará forzar su aprobación si algunos senadores de su partido no apoyan a su elegido.