A muchos cubanos les espera otra jornada mayormente a oscuras este sábado.
A pesar de que las afectaciones eléctricas por el huracán Rafael se han repuesto en buena medida —a excepción de Artemisa, donde se mantiene todavía unos 99 MW afectados— la generación sigue fuertemente golpeada por las averías y la falta de combustible.
De acuerdo con las previsiones de la Unión Eléctrica (UNE), a la hora pico de hoy apenas se podrán generar 1660 MW, cifra que se quedará muy corta con respecto a los 3100 MW de demanda pronosticados por la entidad.
Por tal motivo, la UNE pronostica una afectación máxima de 1510 MW, casi la mitad de la electricidad demandada en ese horario.
Antes, al mediodía, el déficit estará en el orden de los 1100 MW, otra cantidad bien importante que hace presumir prolongados apagones a lo largo de la isla.
Tal situación es resultado de las roturas existentes en cinco unidades de centrales termoeléctricas, en tanto otras cuatro —incluidas las dos de la termoeléctrica de Cienfuegos— se encuentran en mantenimiento.
A ello habría que sumar 351 MW menos por por limitaciones en la generación térmica y 509 MW afectados por falta de combustible en patanas y centrales de generación distribuida. Aunque de estos últimos deben recuperarse 100 MW en el horario pico, según la UNE.
Además, se mantendrán afectados 106 MW por averías en redes eléctricas provocadas por el huracán Rafael: 99 MW en Artemisa y 5 MW en Mayabeque.
Cuba padece desde hace varios años de una crónica crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y la difícil situación económica, que afecta las inversiones y los mantenimientos necesarios, así como la importación de combustible.
Los frecuentes apagones de 10 y más horas dañan la economía cubana —que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales— e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una severa crisis desde hace varios años.