Los hoteles y otras instalaciones turísticas dañadas por los recientes huracanes y sismos que afectaron Cuba estarán listas para la temporada alta 2024-2025.
Así lo aseguró el ministro del sector, Juan Carlos García Granda, quien dijo que para ello estas instalaciones “cuentan con un cronograma para su recuperación”.
En declaraciones a Granma, el titular cubano de Turismo explicó que “se trabaja arduamente” en Cayo Largo del Sur, destino afectado por el huracán Rafael, “para que esté listo antes del 30 de noviembre y pueda recibir sus primeros clientes el 4 de diciembre”.
Mientras, dijo, “los campismos populares en Artemisa, que hoy sirven de apoyo a las brigadas que se encuentran en el territorio, iniciarán también las labores de recuperación”.
Participamos en el Congreso de la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET), este sábado en el Hotel Meliá Internacional Varadero, una apuesta por el Destino Cuba por parte de la organización y sus miembros. pic.twitter.com/dgGRyrn69D
— Juan Carlos García Granda (@JuannCarlosGG) November 17, 2024
Artemisa fue la provincia más golpeada por Rafael, con severas afectaciones en su infraestructura constructiva, sus redes eléctricas y su agricultura, y todavía una parte importante de su territorio no contaba con electricidad, a pesar de que allá laboran brigadas de otras partes del país.
En cuanto al impacto de los sismos, García Granda precisó los mismos ocasionaron “algunos daños” en el conocido hotel Marea del Portillo, pero aseveró que estos no fueron “de grandes dimensiones según consta en los dictámenes realizados”.
Por tal motivo, esta instalación “deberá estar lista antes del 15 de diciembre”.
Una temporada alta decisiva
El ministro de Turismo reconoció a Granma que la existencia de desafíos “elevados” y confirmó que Cuba “no cumplirá la aspiración de recibir tres millones de visitantes en 2024, teniendo en consideración el escenario en el que se ha desarrollado el turismo en este año”.
No obstante, a pesar de este difícil escenario, consideró “imprescindible” que el sector tenga “una buena temporada alta”, porque “lo necesita el país y la economía cubana”.
Con este objetivo, dijo, se han tomado “todas las medidas posibles para mejorar los indicadores, al tiempo que se crearon empresas proveedoras de venta mayorista del turismo, algunas de capital 100 % extranjero”.
Igualmente detalló que para esta temporada alta se cuenta con dos nuevos productos, nombrados Resonance y Blu, a través de la cadena hotelera Blue Diamond, al tiempo que se prevé la inclusión de otros nuevos.
La llegada de turistas a Cuba sigue cayendo con respecto a 2023
Además, según García Granda se ha reforzado la apuesta por los productos sostenibles y la diversificación de la oferta turística “mediante el diseño de experiencias innovadoras en modalidades como el turismo de naturaleza y aventuras, el cultural e histórico-patrimonial, el de eventos e incentivos y el de salud”.
De esta forma, las autoridades cubanas esperan tener “una mejor posición que la temporada alta del año pasado”.
“El turismo tiene que ser la locomotora de la economía cubana y en ello hay un alto compromiso de todos los trabajadores”, recalcó.
Cuba cuenta con una planta hotelera con más de 80 mil habitaciones, en cuya gestión participan 18 compañías extranjeras. Sin embargo, el sector no ha logrado recuperarse del retroceso experimentado a raíz de la pandemia, en medio de una severa crisis económica en el país.
Aunque en un inicio las autoridades pronosticaron superar en 2024 los 3 millones de visitantes internacionales —una cifra inferior a la de los años previos a la COVID-19—, la llegada de turistas se ha comportado incluso por debajo del año precedente, cuando llegaron unos 2,4 millones.