En medio de la aguda crisis en la generación eléctrica y de los extensos y continuos apagones, la Empresa Eléctrica de Camagüey construirá tres nuevos parques fotovoltaicos que sumarán 60 megawatts.
El primero de estos parques, que ocupará una superficie de 32 hectáreas en el municipio Vertientes, será el más grande de la provincia en cuanto a potencia y tecnología, y aportará 20 megawatts, indica un reporte de la Agencia Cubana de Noticias.
Según planes de la empresa eléctrica, este parque podría comenzar a generar en el primer semestre de 2025.
Mientras, los otros dos parques serán instalados en los municipios de Camagüey y Sierra de Cubitas, ambos con 20 megawatts, “un aporte significativo ante la creciente demanda del territorio”, dijo a la agencia Rolando González Rodríguez, director de inversiones de la entidad.
Camagüey, añade la ACN, cuenta ahora mismo con otros cinco parques fotovoltaicos en pleno funcionamiento, los que alcanzan su máxima potencia durante los picos del mediodía.
El Gobierno cubano se encuentra enfrascado en la Estrategia de Cuba para la Transición Energética. Se le considera el programa estrella para salir del atolladero que suponen las obsoletas termoeléctricas y el gasto de cerca de 2 mil millones de dólares en petróleo y sus derivados.
En lo inmediato, el programa pretende instalar en 2025 los primeros 10 grandes parques solares, de un total de 92, que aportan cada uno 22 MW. Para el año próximo, esa primera camada deberá aportar 220 MW, que se sumarán a los 280 MW que el país ya tiene instalados.
Cuba padece desde hace varios años de una crónica crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y la difícil situación económica, que afecta las inversiones y los mantenimientos necesarios, así como la importación de combustible.
Cuba: aprueban valor de los terrenos para inversiones extranjeras en energías renovables
Los frecuentes apagones de 10 y más horas dañan la economía cubana —que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales— e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una severa crisis desde hace varios años.
Ante este escenario, las energías renovables parecen una apuesta factible y necesaria, aunque en la práctica —y más allá del discurso oficial— su presencia en la matriz energética del país resulta aún muy limitada.
Para intentar revertir esa situación, las autoridades promueven proyectos de inversión extranjera y cooperación internacional, al tiempo que el sector privado también ha comenzado a dar pasos en esta dirección.