Cuba sufre este lunes prolongados apagones, que en el pico de demanda, llegará a una afectación estimada de 1 736 megawatts, provocada, sobre todo, por una crítica situación con el combustible.
Un total de 83 centrales de generación distribuida, el emplazamiento de motores de Mariel y la patana de La Habana están fuera de servicio por falta de fueloil y diésel, de acuerdo con el parte más reciente de la Unión Eléctrica.
En esta jornada, cuya tasa de déficit es de las mayores que se ha registrado desde que la UNE publica esta información, la UNE notificó averías y mantenimientos en ocho de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales).
Para este lunes se prevé una capacidad máxima de generación eléctrica de 1 484 megawatts frente a una demanda que alcanzará los 3 150.
Las centrales termoeléctricas están obsoletas, tras décadas de explotación y déficit de inversiones; y la paralización de otras infraestructuras está ligada a la falta de fueloil y diésel, porque el Estado no tiene divisas para importarlos.
Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno apunta a las sanciones estadounidenses.
La estrategia planteada por el Gobierno para remontar la prolongada y aguda crisis energética incluye la instalación de 98 parques fotovoltaicos hasta 2028, con suministros y asesoramiento de China; de conjunto, tendrían la capacidad de aportar en torno a los 2 000 MW al SEN.
El primero de los 55 parques de generación fotovoltaica que serán instalados este año en Cuba sincronizó el pasado jueves al SEN, al que debe aportar 21,8 megawatts.
Conectan primer parque solar del proyecto que busca frenar la crisis energética en Cuba
La instalación llamada “Escuela de Enfermería”, enclavada en el municipio habanero del Cotorro, forma parte de un proyecto diseñado como estrategia para recuperar un sistema incapaz de subir la demanda de electricidad, debido a las continuas roturas de sus añejas y sobreexplotadas centrales termoeléctricas, y a la falta del combustible necesario para el funcionamiento de los motores de generación distribuida.
Los frecuentes cortes del suministro de energía eléctrica han tenido un notable impacto en la economía cubana, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según las estadísticas oficiales.
OnCuba / EFE.