En un encuentro marcado por tensiones subyacentes, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el estadounidense, Donald Trump, se reunieron este lunes en la Casa Blanca sin ocultar profundas diferencias en sus respectivas visiones sobre la guerra en Ucrania y el futuro de las relaciones transatlánticas, ahora vulneradas por el líder republicano.
En una rueda de prensa, Macron alertó a Trump sobre los peligros de negociar con el presidente Vladimir Putin y ofreció una fuerza de paz europea en Ucrania. Además, acordó con el mandatario estadounidense tomar un camino hacia la paz que primero transite por un alto el fuego “verificable”.
La paz en Ucrania “no debe significar una rendición para Ucrania, ni un alto el fuego sin garantías”, advirtió el mandatario galo. “Esta paz debe permitir la soberanía de Ucrania y que Ucrania negocie con otros participantes sobre asuntos que le afectan”, agregó.
A pesar de las declaraciones optimistas y los gestos de cordialidad, persistieron marcadas diferencias entre ambos líderes, especialmente en lo que respecta a las garantías de seguridad necesarias para evitar, según Macron, futuras agresiones del Kremlin.
El líder francés indicó que los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 no lograron prevenir la invasión de 2022, un punto que Trump evitó abordar directamente.
El republicano ha manifestado su esperanza de que la guerra pueda resolverse en pocas semanas, incluso sugiriendo la posibilidad de que Putin acepte tropas europeas en Ucrania.
Además, Trump mencionó la posibilidad de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visite la Casa Blanca para ratificar un acuerdo que garantice a Estados Unidos el acceso a minerales raros ucranianos, vitales para la industria tecnológica en su competencia con China. Con ello busca compensar la ayuda financiera proporcionada a Kiev desde febrero de 2022.
Fuerza de paz entre Rusia y Ucrania
En las negociaciones, primero se cerraría un alto el fuego, después se abordaría un acuerdo de paz con los detalles de la reconstrucción; una vez pactado el cese de las hostilidades, Europa constituiría una fuerza de paz de varias decenas de miles de soldados para vigilar su cumplimiento.
El jefe de Estado galo dijo que junto a la fuerza europea “los estadounidenses estarán allí solidariamente”, pero no precisó si serían una presencia simbólica, si aportarían datos de inteligencia o si compondrían un contingente de apoyo para intervenir en caso de peligro.
Por su parte, Trump adelantó que Rusia no tendría objeciones a ese despliegue de tropas europeas —algo que, de ser así, representa un cambio en la posición del Kremlin, hasta ahora radicalmente opuesto a una presencia militar europea—, hizo notar el periódico español El País.
En una rueda de prensa posterior a su encuentro, Trump expresó, con satisfacción, que “el presidente Macron está de acuerdo en que el coste y peso de asegurar la paz debe ser acarreado por los países de Europa, no solamente por Estados Unidos”.
Luego del encuentro cara a cara con Trump, Macron dijo en una entrevista con la cadena Fox News que en las próximas semanas podría acordarse una tregua entre Ucrania y Rusia, un asunto del que muchos líderes europeos están dispuestos a ofrecer garantías de seguridad.
Timonazo de Washington en la ONU
Entretanto, en el escenario de Naciones Unidas, Washington protagonizó un giro radical en sus relaciones transatlánticas al negarse a responsabilizar a Rusia por su invasión a Ucrania.
La posición quedó fijada durante una votación de tres resoluciones de la ONU que buscaban poner fin a tres años de conflicto.
La embajadora adjunta de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea, argumentó que ha habido varias resoluciones anteriores de la ONU que condenan a Rusia y exigen la retirada de sus tropas, las cuales “no han logrado detener la guerra” que “ahora se ha prolongado durante demasiado tiempo y a un costo terrible para el pueblo de Ucrania, Rusia y más allá”.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo a la prensa la semana pasada que la resolución original de Estados Unidos era “un buen movimiento”.
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Putin quiere una Ucrania amistosa
En Moscú, el presidente Vladimir Putin dijo este lunes que Rusia no se opone a la preservación de la soberanía de Ucrania, pero está en contra de que el territorio de ese país sea utilizado para engendrar amenazas para la Federación rusa.
En una entrevista con el periodista Pável Zarubin, el líder ruso opinó que la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el conflicto ucraniano “no estaría relacionada con los intereses rusos”, sino que “lo más probable” es que sea del “interés de Ucrania, del Estado ucraniano, para preservar la estatalidad ucraniana”.
Putin subrayó que Moscú aspira a que Ucrania, con el tiempo, “se convierta en un Estado vecino amistoso”, reportó el portal Russia Today en español.