El presidente Miguel Díaz-Canel anticipó esta semana una implementación prolongada del proceso de dolarización en Cuba, así como una “actualización” de la política monetaria en la isla.
Aunque no definió el tiempo en que pudiera mantenerse la “dolarización parcial” que impulsa su Gobierno para captar divisas en medio de la prolongada crisis económica, el mandatario demandó acciones para “convivir” con ese proceso en el país.
Díaz-Canel realizó este llamado a los directivos y trabajadores del Banco Central de Cuba (BCC), durante el balance de su actividad el pasado año y sus proyecciones para 2025. Lo hizo en momentos en que se siguen abriendo tiendas y otros servicios en dólares a lo largo de la isla.
Además de “cómo convivir con la dolarización parcial”, el presidente cubano también pidió contribuir a que este proceso “realmente” estimule el ingreso de divisas”, lo que deja entrever posibles dificultades en su marcha hasta el momento.
En sus declaraciones, transmitidas en un reporte televisivo, también llamó a “controlar la inflación”, uno de los males económicos hasta ahora indomables para su Gobierno, así como a “estimular desde la actividad bancaria y financiera la producción nacional” para revertir el significativo retroceso de las producciones cubanas y, en especial, la de alimentos.
Además, exhortó al BCC a “coordinar toda la política monetaria con las políticas fiscales y las políticas sociales” y abogó por avanzar en la modernización de la banca cubana y en la digitalización y bancarización, otros procesos impulsados por su Ejecutivo que no han tenido el resultado esperado y han traído más dificultades a los cubanos en medio de la crisis.
Actualización monetaria
Díaz-Canel reconoció también las “distorsiones” derivadas de la llamada Tarea Ordenamiento, instituida durante la pandemia de la COVID-19, que, lejos de ordenar el escenario monetario de la isla, azuzó la inflación y desbalanceó la economía familiar de los cubanos.
“Tenemos que seguir trabajando en medio de todas estas situaciones y de todas las distorsiones que nos creó también la implementación del ordenamiento, en buscar una unificación cambiaria flexible y más real que lo que hoy podamos tener”, apuntó el mandatario.
“Tenemos que actualizar nuestra política monetaria y tenemos que hacer en los próximos meses o en las próximas semanas una mirada al estado actual en que está la política monetaria”, añadió, aunque sin brindar más detalles sobre los pasos que podrían seguirse en esa dirección.
Tampoco otros oradores en el balance, como Juana Lilia Delgado, ministra presidenta del BCC, ofrecieron más elementos al respecto, ni posibles fechas de implementación, al menos según los reportes de la prensa oficial.
Tampoco se dieron avances sobre la nueva tasa de cambio, apenas mencionada por Díaz-Canel ahora, y anunciada por el primer ministro Manuel Marrero en diciembre ante la Asamblea Nacional. Tres meses después, persiste el vacío oficial sobre el tema, más allá de la reiterada información de que se trabaja en la misma.
Mientras, aupadas por la dolarización, las divisas fuertes mantienen su ascenso en el mercado informal de Cuba. Este jueves, se cotizaba a 358 pesos el euro y a 352 el dólar en las plataformas digitales al margen de la tasa oficial. Los pronósticos de analistas apuntan a una tendencia al alza a la espera de nuevos anuncios gubernamentales sobre el tema.
O mejor hubiera sido utilizar la moneda china la cual atraería más turismo de ese país y más inversión del mismo además de estar en más consonancia con los BRICS